Los nuevos medios de pago en la red de transporte público
El Sistema Único de Boleto Electrónico implementado por el decreto 84/09 ya no es el medio de pago exclusivo para acceder al transporte público. A partir del decreto 698/2024 publicado el día 06 del corriente, la tarjeta SUBE deberá competir en el mercado.
Además de concentrar y agilizar el método de pago del boleto de viaje, el SUBE constituyó una notable fuente de información la cual, en propias palabras de los considerandos del decreto, "permitió al ESTADO NACIONAL contar con mejor información estadística sobre movilidad de los usuarios del sistema de transporte y orígenes y destinos de viaje por modo de transporte":
Sin perjuicio de los beneficios de la implementación del Sistema, no puede obviarse que desde el 2009 a la fecha, los adelantos tecnológicos resultan inobjetables, en especial materializados por la injerencia de nuevos actores en la industria de medios de pago, una de las más pujantes dentro del mercado.
Tanto la banca clásica, como los renombrados "Unicornios" ofrecen servicios de procesamiento de pagos a sus usuarios y consumidores: tokenización, lectores QR, escaneos, entre otros, se suman, y por qué no, se imponen al uso de billetes y tarjetas.
Así, el decreto 698/24 en sintonía con estos hechos, amplió el sistema de percepción de tarifas establecido por el Decreto N° 84 del 4 de febrero de 2009 y sus modificatorios a otros medios de pago que permitan la interoperabilidad para el acceso a la totalidad de los servicios de transporte público automotor, ferroviarios de superficie y subterráneo y fluvial de pasajeros y servicios de cablevía.
Qué fundamenta el fin del monopolio de la SUBE
Los fundamentos centrales de la norma encontraron sustento en:
- Aparición de otros medios de pago vinculados a dispositivos móviles y/o a distintas modalidades de pago.
- Asegurar la interoperabilidad y la compatibilización del sistema actual con otras modalidades de pago.
- Promover la competencia entre distintos proveedores de servicios de pago
- Innovar y mejorar en la experiencia de los usuarios de dicho servicio.
- Fomentar la inclusión digital y el uso de tecnologías
- Permitir la comunicación inalámbrica, segura y ágil entre el dispositivo de pago y los terminales de cobro en el transporte público de pasajeros
- Posibilitar una mayor y mejor cobertura y accesibilidad para los usuarios.
- Aceptar cualquier medio de pago electrónico sin contacto.
El punto precedente no es menor: los datos de los consumidores deben de protegerse celosamente, atento a que, al abrirse el mercado, varios operadores privados recopilaran y procesaran los mismos, por lo que serán responsables de su correcta custodia y por los daños que pudiere causar un eventual incidente.
Un sistema de transporte público transparente, ágil, sustentable, interconectado, aggiornado a las nuevas demandas de usuarios y consumidores, dotado de personal capacitado tanto en el área operativa como tecnológica, contribuye no solo al mejoramiento de la calidad de vida de la sociedad, sino también al crecimiento económico de una nación.