Reabren causa contra Roberto Navarro por supuesta "incitación a la violencia" contra periodistas
La Cámara Federal de Casación ordenó reabrir una investigación contra el dueño del medio El Destape, Roberto Navarro, por supuesta "incitación a la violencia", por unas declaraciones que hizo sobre los periodistas Luis Majul, Eduardo Feinmann, Baby Etchecopar y Jonatan Viale.
La denuncia de Majul inició el caso y luego se sumó Feinmann, pero Navarro fue sobreseído en primera instancia y en la Cámara Federal. Ahora, los jueces de la Cámara de Casación Daniel Petrone, Diego Barroetaveña y Carlos Mahiques anularon esa decisión.
Las expresiones de Roberto Navarro que generaron la denuncia se produjeron el 15 de agosto de 2022. Allí dijo: "Los Viale, los Lanata, los Feinmann, los Majul son los que están generando la violencia. Después pasan al aire los escraches. Yo creo que algo hay que hacer con ellos, algo hay que hacer con Jony Viale, con Majul, Leuco. Algo tenemos que hacer para frenarlos. Algo tenemos que hacer con ellos que están generando este nivel de violencia. Mañana o pasado un loco puede matar a alguien. Deberían tener miedo ellos. Viale debería tener miedo de que algo lo frenara".
Y agregó: "El Estado debe cuidarlo a Jony Viale para que esto no despierte la violencia contra él. Un día estos hechos van a terminar mal. Van a terminar a los tiros. Esa violencia puede ir contra ellos también".
La jueza María Eugenia Capuchetti había cerrado la causa por inexistencia de delito. Pero Feinmann apeló y ahora la Cámara Federal de Casación Penal revirtió ese fallo y ordenó reabrir la causa judicial contra Navarro, para analizar si hubo delito en las expresiones del dueño de El Destape.
Reabren investigación contra Roberto Navarro: ¿de qué lo acusan?
"Los argumentos desplegados son insuficientes para sustentar la confirmación de la desestimación de la denuncia", dijo el juez Petrone, voto al que adhirió Barroetaveña. Agregó: "Objetivamente, existen elementos tales como el contenido mismo de las manifestaciones y el medio empleado para proferirlas que impiden descartar" la acusación.
Petrone advirtió que "la libertad de expresión y de prensa debe ser prudentemente evaluada en armonía con las conductas socialmente disvaliosas tenidas en la normativa penal".
Mahiques consideró que "el exaltado clima político actual no favorece una delimitación conceptual rígida de la libertad de expresión porque el objeto (y los sujetos) involucrados en la disputa suscitan reacciones viscerales y ruidosas disputas por escrito en los medios y redes sociales".
"No puede haber libertad de expresión subalternada a las pulsiones partisanas o la voluntad de dominar, denigrar, inferiorizar, cancelar, perseguir, vulnerabilizar, o percutir situaciones de odio, violencia o descalificación injustificada", añadió.
Luego sostuvo que "el carácter nocivo de ciertas expresiones y discursos, especialmente cuando son proferidos a través de medios masivos de comunicación, debe ser analizado en relación a la forma de su emisión, a las circunstancias en que llegan a los receptores, y a los efectos reales o potenciales que el mensaje puede producir en ellos".
"Esto vale cuando las víctimas son destinatarias directas (como en las ofensas personales o en las amenazas), y también cuando las consecuencias son indirectas (como en la provocación a la violencia o la discriminación), en las que los damnificados eventuales son exteriores o ajenos a la situación comunicacional", añadió.