Shopping Norcenter deberá indemnizar a un artista por haber destruido su obra
El centro comercial Norcenter supo albergar una obra artística apreciable a quien visitara su centro comercial. Era un mural denominado "Naturaleza" de un reconocido artista, y que ahora deberán indemnizarlo por haber destruido su obra por reformas que se hicieron en el lugar.
Así lo ha establecido la Justicia Civil en base a un conflicto que viene manteniendo el artista con la empresa.
La obra era un bosque de cañas de bambú y es algo que le es propio al artista, pues se trata del mismo que hizo murales en algunas estaciones del subte de la Ciudad de Buenos Aires con una temática similar.
El mural en seco fue inaugurado en 2013 por el artista Federico Sebastián Bacher en el marco del evento denominado "Open Arts", del cual el centro comercial fue organizadora.
Tiempo después y sin que le hubiesen avisado al actor, la obra fue destruida a raíz de la construcción de un local comercial en el sector, sumado a que la pintaron la pared donde estaba exhibido el mural.
Un testigo experto en Historia del Arte ofrecido por el demandante recordó haber visto el mural y dijo que cuando volvió al shopping seis años más tarde, le llamó la atención que no estuviera más.
"Fue como que alguien dé la orden de tapar la Capilla Sixtina", dijo, aunque para los jueces le pareció un tanto exagerado la comparación, pero lo valoraron para dar por acreditado la existencia del mural.
Es que, llamativamente, algo que también señalaron, no existió contrato alguno entre el centro comercial y el artista, algo que hubiese ayudado -dijeron- sobre "la disposición o no de la obra en caso de que la empresa requiere utilizar el muro con un objeto diverso".
Un beneficio económico de casi 3 millones de pesos para el artista
Más allá de la discusión sobre si el shopping podía o no disponer de su lugar, los jueces de la Sala G de la Cámara Nacional en lo Civil consideraron que al hacer el evento que inauguró el mural, el shopping "ha atraído muchos visitantes, lo que se traduce en un evidente beneficio comercial en función de su actividad empresarial".
"Sorprende que no se haya comunicado fehacientemente a su autor, con prudente anticipación, la necesidad de modificar la fisonomía del muro conforme el giro comercial de la accionada", agregaron.
El proceso y la indemnización
En una primera instancia, la Justicia ordenó que se le pague al artista unos 2,8 millones de pesos y fue apelado. Es que Bacher le parecía poco dinero y el shopping se quejó porque la consideraron responsable.
Pero la Cámara Civil confirmó el pago de la indemnización, con lo cual le dan la razón al artista en cuanto al cobro de la misma, aunque se mantiene en 2,8 millones de pesos.
Al referirse a la discusión de la propiedad intelectual, los jueces Gastón Olivera y Carlos Carranza Casares tuvieron en cuenta que el derecho sobre el mismo "se origina a partir de la existencia de una creación, ya sea personal de un autor individual o fruto de los aportes de un equipo de creadores".
El caso de Maradona
Como antecedente, los jueces invocaron lo que pasó en Nápoles, Italia, donde estaba emplazado un mural sobre Diego Maradona, quien es un ídolo para esa ciudad por sus años que jugó para el equipo local.
Supo ser el mural más grande del mundo dedicado a Maradona y por decisión del ayuntamiento de urbanizar la zona es que se destruyó el edificio sobre el cual estaba exhibido.
Era un edificio de viviendas públicas con 360 departamentos y 84 garajes construidos tras el terremoto de 1980 y que exhibía a un Maradona en uno de sus laterales.
Cuestión que si bien la adoptó quien tenía potestad de decisión sobre los inmuebles, el artista Jorit Agoch (autor del mural, ndr) tuvo conocimiento anterior de tal disposición y pudo manifestarse al respecto.
"Por supuesto que lo siento, pero no olvidemos que la obra pretendía poner el foco de atención en el Bronx y dar voz a la gente que vive allí. Lo importante es que la gente tenga casas cómodas en las que vivir", fue la declaración en tono de consentimiento que dio el artista.
Así marcan una diferencia con el caso local, pues el artista nunca fue consultado sobre la modificación de la obra o mejor dicho su eliminación para dar lugar a la construcción de un local en el centro comercial.