Impuesto País y mercado automotor: impacto en el consumidor
Las operaciones de compra y venta de automotores se han visto afectadas por la aplicación del impuesto PAIS. ¿Cómo impacta en el consumidor?
El pasado 24 de julio se anunció que el impuesto PAIS (Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria) alcanzará a los automotores. La cifra del gravamen asciende a la cuantiosa suma de 7,5% sobre autos, motos, camiones, vehículos comerciales, embarcaciones y aeronaves.
No habrá distinción entre rodados fabricados en el Mercosur con aquellos importados: todos se verán afectados. Los automóviles nacionales también se verán gravados.
Solamente quedaran exentos aquellos vehículos (incluyendo maquinaria agrícola) destinada a la exportación. El resultado del anuncio provocó una rápida reacción del sector: se frenaron las ventas a la espera de las nuevas listas de precios.
Claramente, el resultado obtenido no fue inclusivo y menos aún solidario ya que los únicos automóviles que no se verán afectados por el nuevo impuesto serán los importados de lujo (marcas deportivas y premium) por entenderse que ya se encuentran gravadas en exceso.
El mayor perjudicado ante esta medida, nuevamente es el consumidor, quien encontrará nuevos escollos a sortear.
Los impactos de la medida en el consumidor
En primer término, aquellos que se encontraban aguardando la entrega de un automóvil 0KM, fueron informados (en el mejor de los casos) que no les sería concedida la unidad hasta el mes entrante.
Vale recordar que las ventas de 0KM se realizan a precio abierto: si el vehículo aumenta en el transcurso de la operación, se abona la diferencia.
En segundo lugar, ante la cancelación de oferta de automotores nuevos y la escasa entrega de las fábricas a las concesionarias, el mercado de usados sufrió un severo aumento de precios. Se observan distorsiones inexplicables: un vehículo modelo 2021/2022 usado vale más que uno nuevo de la misma marca y modelo 2023. La entrega "inmediata" es la excusa perfecta.
En tercer lugar, nuevamente se hacen presentes los sobreprecios denunciados por los consumidores en la adquisición de un 0KM: el precio de lista anunciado por las marcas no existe.
A lo descripto es menester adicionar que el parque automotor se encuentra envejeciendo, los vehículos nuevos suelen encontrarse equipados con menores insumos (o de menor calidad) que sus homónimos europeos o norteamericanos, las medidas de seguridad mínimamente útiles solo se encuentran en vehículos mal caracterizados como de "alta gama" y los planes de ahorro se han convertido en una trampa mortal para el bolsillo del consumidor.
Se ha vuelto imperioso analizar y resolver las distorsiones del mercado que afectan a los consumidores antes de arribar a un punto en el cual las prácticas descriptas no tengan retorno.