Quiebra del Silicon Valley Bank: ¿nueva crisis bancaria?
La quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) acarrea un feroz impacto en la credibilidad de uno de los sistemas bancarios más importantes del planeta. Fundada en 1983, la entidad financiera supo abrirse paso en un pujante y competitivo mercado hasta llegar a convertirse en un gigante, invirtiendo en Startups (empresas dedicadas a brindar soluciones innovadoras con alto poder de crecimiento y riesgo). Sin embargo, sus u$s200.000 en activos no fueron suficientes para contener la crisis.
Inclusive la administración federal de EE.UU, decretó el cierre del Signature Bank (financiera con grandes inversiones en criptomonedas), otra entidad con su capital comprometido. Se teme un efecto dominó.
Las causas de la caída del SVB se debe a diferentes factores: desde el enfriamiento del mercado de financiación (a causa del aumento del interés y la inflación), hasta los temores por la venta masiva de títulos a fin de reintegrar depósitos, pasando por la reticencia de los inversores al alto riesgo, en particular de las acciones de empresas tecnológicas, como así también la falta de liquidez ante la disminución de los depósitos de las empresas del sector.
Aun es muy pronto para predecir las consecuencias de la bancarrota del SVB, pero a fin de paliar las mismas, el presidente de EEUU, Joe Biden, en un comunicado informó que el sistema bancario de su país es "seguro" y que los damnificados serán resarcidos. Asimismo, aseguró que los depósitos de los ahorristas se encuentran a salvo. Se busca evitar un retiro masivo de fondos.
El recuerdo de Lehman Brothers
La crisis financiera que atraviesa el sector, recuerda a la quiebra de Lehman Brothers. La entidad, especializada en el mercado de hipotecas de alto riesgo perdió todos sus activos en septiembre de 2008. Simplemente había vendido créditos hipotecarios a quienes no podían pagarlos. Su caída provocó una crisis mundial. Ni siquiera la intervención del entonces presidente Obama pudo apalear los efectos económicos negativos. El temor por un escenario de contagio masivo es el tema de conversación de los especialistas.
Especialistas, inversores y en especial ahorristas solicitan mayores regulaciones para el sector financiero tecnológico. Así como la caída del valor de las criptomonedas obligó a los estados a intervenir y brindar cierto grado de estabilidad, la operación mercantil de las startups necesita adecuarse dentro de un marco que proteja a los inversionistas y usuarios.
Suele sostenerse que las empresas del sector funcionan de manera informal, como sociedades de hecho, haciendo uso de empleados que se desempeñan en la informalidad, con alto grado de volatilidad y permanencia en el puesto. Sus activos suelen provenir de terceros, "mesas de inversiones" y de curiosos en la materia. Esto claramente no alcanza.
Gestionar una empresa no requiere solo de capital, sino de ciertos caracteres que permitan a sus socios adaptarse a los desafiantes cambios del mercado.
Los coletazos en el mercado cripto financiero tecnológico parecen no tener fin. Empresas e inversores del sector son arrasados en cuestión de horas ante la pérdida de confianza en el sector.
Con el devenir de los días, sabremos si las medidas tomadas podrán frenar una crisis que podría replicarse en el mundo entero.