A casi 20 años del caso Conzi, el empresario que asesinó por celos: el local de Dallas está abandonado
"No se encuentra en condiciones de ser reincorporado a la sociedad". Esa fue la conclusión de la jueza de Ejecución Penal N° 2 de San Isidro, Victoria García Maañón, en el fallo con el que rechazó el pedido de libertad condicional de Horacio Conzi, el ex empresario gastronómico condenado por homicidio.
Conzi era el dueño de Dallas, uno de los restaurantes más exclusivos de San Isidro. Ubicado en la esquina de Avenida del Libertador y Alvear, replicaba en el país el estilo de comida estadounidense y se había convertido en referencia de la noche en la zona norte del Conurbano.
El empresario tenía un perfil que no pasaba desapercibido. Solía moverse en autos lujosos y disfrutaba del éxito de su negocio. A los 63 años, sus días actuales se parecen poco a esos de principio de siglo: detenido en la Unidad N° 48 de San Martín, dicta cursos sobre nutrición y veganismo para otros presos.
Todo cambió el 16 de enero de 2003. Esa madrugada, el empresario salió de su restaurante, se subió a su camioneta 4x4 y comenzó a perseguir por Avenida del Libertador a un remís en el que viajaban cuatro jóvenes. A la altura de Beccar disparó 14 veces con una pistola 9 milímetros. Uno de los tiros mató a Marcos Schenone, de 23 años. El chofer del auto también recibió un impacto de bala pero sobrevivió.
A casi dos décadas de ese episodio, la propiedad que abrió durante el año 2000 está abandonada. Luego del crimen, estuvo algunos años como Las Olas Boulevard, y luego de ser rebautizado como Las Olas New, dejó de abrir sus puertas en el 2019.
Horacio Conzi, condenado a 25 años de prisión
Conzi se fugó. Lo atraparon casi dos meses después en Mar del Plata, en una búsqueda que contó con el apoyo de Interpol y el FBI. En 2005 fue condenado a 25 años de prisión, aunque luego le redujeron la pena tres meses. Los investigadores consideraron que el empresario actuó en medio de un ataque de celos, luego de ver que Schenone estaba con una joven a la que él había intentado seducir sin éxito. Ese fue el móvil para perseguir y matar.
En 2019, tras pasar 16 años en prisión, donde se hizo vegano y comenzó a estudiar Sociología, Conzi accedió a la prisión domiciliaria. La jueza García Maañón acreditó que sufría una arritmia cardíaca y determinó que no podía recibir el tratamiento adecuado en la cárcel.
Su estadía fuera de prisión fue corta y turbulenta. La primera polémica fue con un posteo de Facebook: "Qué lindo estar en casa, vida nueva, empresa nueva, saludable 1000%, estoy intacto a pesar de todo gracias a mi filosofía de vida no me he contaminado, todo lo contrario y además salvé muchas vidas más de 20 diabéticos y 11 cancerígenos", escribió.
La familia de Schenone se enteró de la decisión judicial por esa publicación en las redes sociales. Nadie se había comunicado con ellos.
No fue el único escándalo. Poco tiempo después el empresario fue acusado de arrancarse la tobillera electrónica con la que debían monitorear sus movimientos y de abandonar la casa de su hermano Hugo, donde estaba arrestado. También fue grabado mientras paseaba a dos cabras que su familia tenía como mascotas.
Su hermano lo defendió. Dijo que el empresario aflojó la tobillera porque tenía un edema y aseguró que en ningún momento se alejó del domicilio. Sin embargo, la Justicia le revocó el beneficio y Conzi regresó a la cárcel.
Dos años después su defensa pidió la libertad condicional. Argumentó que sus problemas de salud, derivadas de un ACV sufrido en prisión, habían empeorado y que necesitaba operarse del corazón. Sin embargo, la Sala I de la Cámara de Casación de San Isidro rechazó el planteo y ordenó que permaneciera alojado en el penal.
El último revés judicial para Horacio Conzi llegó este año
El último revés llegó este año y nuevamente llevó la firma de la jueza García Maañón. En un fallo publicado por la agencia Télam, la magistrada consideró que, a pesar de haber cumplido los dos tercios de la pena, el empresario no está en condiciones de reinsertarse en la sociedad.
La defensora oficial que representa al empresario había planteado que Conzi debía ser considerado un paciente de riesgo ante un posible contagio de coronavirus. Además, destacaron que mantenía una conducta ejemplar dentro de la cárcel y que en el último informe psicológico se había mostrado arrepentido del crimen que cometió.
Para la jueza no fue suficiente. Tras evaluar que el empresario tiene "incapacidad de ajustarse a las normas socialmente aceptables", afirmó que "la actitud desafectiva y desobediente mantenida por el condenado a lo largo de la pena que se viene ejecutando (...) no puede verse morigerada por el incipiente proceso reflexivo informado por el área psicológica de la Unidad".
La defensa apeló la decisión ante la Cámara Apelaciones y Garantías de San Isidro, que también rechazó el pedido. "Se escudan maliciosamente en una salida de rango de ocho minutos que tuvo su tobillera electrónica dentro de la casa de su hermano, cuando hay cientos de presos que tienen hasta 80 episodios como esos", cuestionan a iProfesional desde el entorno del empresario. Ahora Casación debe resolver el reclamo.
Sus allegados aseguran que el ex dueño de Dallas -restaurante que cambió su nombre tras el crimen y luego cerró sus puertas- tiene movilidad limitada del lado derecho del cuerpo y que en la cárcel no puede acceder al tratamiento que necesita.
Además, sostienen que la decisión de que siga detenido está vinculada a la "presión de los medios" y a conflictos personales vinculados a la época en la que Conzi y su hermano tenían una estación de servicio en Boulogne, negocio que finalizó tras un conflicto con la petrolera Exxon. "Le niegan la libertad condicional cuando le corresponde hace tres años", reclaman.
La familia Schenone sigue de cerca las novedades judiciales. "Esto tiene que llegar hasta el final de la pena. No me parece que nadie deba tener privilegios o ser premiado, ni porque estudió ni porque tiene buena conducta. En este caso es un asesino que robó la vida de mi hermano y atentó contra todos los que viajaban con él", remarca María Eugenia Schenone en diálogo con iProfesional.
Para ella y su familia, la ausencia de Marcos es un dolor indeleble: "Lo recuerdo cada día de mi vida y sufro su ausencia. Siempre pienso lo que sería si él estuviese acá. Sólo me reconforta saber que mi mamá y mi papá están a su lado".