Prepagas en la mira: piden bajar la cuota y mejorar la atención durante la pandemia de coronavirus
En plena pandemia por coronavirus, legisladores nacionales de distintos partidos pusieron la mira en la atención de las empresas de medicina prepaga, En concreto, quieren saber si las prestadoras continúan con las consultas presenciales de especialistas y la realización de los estudios pertinentes. En ese contexto, además, solicitan una reducción en los montos de las cuotas mientras dure la emergencia sanitaria.
Diputados de Juntos por el Cambio presentaron un proyecto para solicitar, a través de la Ley de Acceso a la Información Pública, al Ministerio de Salud de la Nación un informe detallado acerca del precio de las cuotas mensuales de las obras sociales privadas.
"Queremos conocer los aumentos autorizados durante el año 2020 a la fecha y que se aclare sobre los motivos por los cuales se ve afectada la disposición para atender consultas y/o servicios específicos diferentes a los relacionados con el Covid-19, como hemos tomado conocimiento ocurre sistemáticamente en la práctica", señaló el impulsor de la iniciativa, el radical Álvaro de Lamadrid.
Además, el legislador agregó: "La actual crisis por la que atraviesa el país ha generado gran preocupación en todos. Su más grave consecuencia es en lo relacionado a la salud, por el impacto de la pandemia del Covid-19, pero también por el impacto en personas que sufren de otras enfermedades o dolencias que también las han obligado a necesitar citas médicas y han encontrado dificultades".
"No solamente muchos afiliados tienen dificultades para acceder a atención médica, sino que también las obras sociales han aumentado sus precios", enfatizó el porteño.
Contra el aumento de cuotas
La diputada nacional por la ciudad de Buenos Aires, Gisela Marziotta, presentó un proyecto de ley para que las cuotas de los planes de prestaciones de servicios de medicina prepaga tengan un descuento del 50% por el tiempo que dure la cuarentena debido a la emergencia sanitaria y plantea que sea de carácter retroactivo al inicio del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) que comenzó el 20 de marzo.
"El objetivo es que el esfuerzo sea compartido entre usuarios y usuarias, por un lado, y las empresas de medicina prepaga por el otro, para alcanzar una salida solidaria a la crisis económica ocasionada por la pandemia del Covid-19".
Además, el texto propone suspender la rescisión por falta de pago de los contratos de prestación de servicios de medicina prepaga en los casos en que el usuario acredite que por su condición de monotributista, autónomo o desempleado no ha percibido ingresos propios de ningún tipo durante la vigencia del ASPO.
"Este proyecto busca llevar alivio a vastos sectores que durante esta crisis han percibido menos ingresos y adquiere importancia mayor para los residentes de la ciudad de Buenos Aires donde, según datos de la UCA, el 41% tiene como cobertura médica algún plan de medicina prepaga", precisó Marziotta.
La iniciativa subraya que desde el inicio del ASPO las prepagas brindan muy pocas prestaciones médicas que no estén vinculadas al COVID-19 o se limitan a casos de urgencia, y remarca que en muchos casos "se dan turnos para consultas que terminan siendo cancelados o reprogramados".
Poco uso
La imposibilidad de realizarse numerosos estudios y consultas al principio de la cuarentena por el coronavirus y el temor al contagio luego, provocó entre otras razones que menos de un 20% de los afiliados a coberturas de salud privada utilizaran sus servicios.
Según el último estudio de Miobrasocial.com.ar, el 81% de los afiliados afirmó no usar los servicios disponibles durante el confinamiento. Entre quienes tienen una obra social el porcentaje de quienes no lo hicieron asciende a 91%, mientras que en los usuarios de prepagas es de 72%.
Respalda estos datos, una presentación que realizó la Comisión de Directores Médicos Asociación de Clínicas y Sanatorios ADECRA CEDIM, donde se refleja que la cantidad de consultas e intervenciones cayeron entre un 50 y 75%, en una medición interanual.
El informe de Miobrasocial muestra otro dato interesante. Del 19% general que sí utilizaron sus coberturas, el 76% la usaron para obtener descuentos en la compra de medicamentos en las farmacias, un 38% realizaron consultas virtuales con médicos y un 15% le dieron uso en casos de emergencias o porque acudieron a guardias de centros de salud.
Quienes en este momento pueden sostener el gasto de sus coberturas, priorizan hacerlo por sobre otros servicios (cada persona podía priorizar hasta dos servicios):
89% prefiere abonar la prepaga por sobre otros pagos
53% considera prioritario el seguro del auto
31% la telefonía personal
24% el Internet del hogar
2% la televisión por cable y la suscripción a plataformas de contenidos virtuales y entretenimiento como Netflix o clases de gimnasio online. .
Otro estudio reciente de la plataforma asegura que los afiliados a planes de medicina privada se le complicó pagar la factura por este servicio correspondiente al mes de abril: el 35% no pagó a término.
De ese total, el 21% directamente no pudo abonarla por las dificultades que presenta la coyuntura, mientras que el 14% lo hizo luego del vencimiento.
En tanto, quienes lograron abonar en término no le resultó sencillo hacerlo: el 43% manifestó que significó "mucho esfuerzo" cumplir con el pago antes del vencimiento.