El agua de Rojas no es potable: la Justicia reconfirmó una sentencia y el municipio deberá garantizar un servicio apto para el consumo
La Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo de San Nicolás ratificó una sentencia que reconoce que el agua de red de Rojas, en la provincia de Buenos Aires, no es apta para el consumo humano.
La decisión hace eco con lo ya expuesto por la Justicia en octubre de 2018, cuando a través de un fallo dictado en Junín estableció que la municipalidad de ese distrito debía readecuar su estructura de provisión de manera tal que se garantice la potabilidad del recurso.
Del año pasado a esta parte, la dirigencia municipal hizo caso omiso a ese requerimiento y de ahí el pronunciamiento ahora de la Cámara de Apelaciones.
Ambos dictámenes de la Justicia llegan como consecuencia de una serie de amparos promovidos por el abogado Juan Ignacio Pereyra, pieza clave de la batalla por la seguridad ambiental que se viene librando en esa área del territorio bonaerense.
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En diálogo con iProfesional, el letrado explicó que la reconfirmación llega como consecuencia de una evidencia científica indiscutible que, entre otros aspectos, expone al agua de red de la ciudad como un elemento de riesgo para la salud.
"El agua no se ajusta a los parámetros de seguridad que fija el artículo 982 del Código Alimentario Argentino. Los equipos técnicos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) comprobaron que los indicadores de arsénico están 6 o 7 veces por encima de lo establecido como seguro", explicó Pereyra.
"Si bien esta es una zona de arsénico en la tierra por formación geológica, lo cierto es que los niveles elevados se encuentran a una profundidad del orden de los 70 metros. Se probó que llegan a la superficie a través del riego artificial y que esa carga se amplía por el uso de plaguicidas como el glifosato, que en sus formulaciones comerciales también integra al arsénico como uno de sus componentes", agregó.
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Pereyra sostuvo ante iProfesional que los amparos promovidos "no piden nada que no esté fijado por la ley", y señaló que además de arsénico en el agua de red de Rojas también se ubicaron grandes concentraciones de nitritos, nitratos y floruros.
"La medición se ajustó a esa búsqueda, pero si en el futuro se orienta hacia la detección de plaguicidas en esa mismo agua, bueno, no tengo duda de que encontraremos. Lamentablemente en todo este tiempo el municipio lo único que ha hecho es destinar fondos de todos los vecinos para el pago de abogados que buscan trabar el derecho al agua potable", denunció.
La nueva sentencia condena a la Municipalidad de Rojas a presentar un plan de adecuación que garantice la distribución de agua segura para el consumo de las personas. Mientras tanto, la evidencia que motivó el pronunciamiento judicial indica que, en términos sanitarios, consumir el servicio que llega a los hogares a través de la red urbana claramente no resulta lo más recomendable.