El Congreso no tiene planes de aplicar restricciones al ingreso de familiares

Desde el entorno de la vicepresidenta Gabriela Michetti, también titular de la cámara alta, indicaron que el recorte se viene realizando desde 2016
LEGALES - 30 de Enero, 2018

Ninguna de las cámaras del Congreso tiene pensado recortar cargos en los que están designados distintos familiares de funcionarios nacionales, provinciales o municipales.

"Nosotros no entramos en ese recorte porque todo lo que habí­a que hacer ya se hizo", afirmaron voceros de la vicepresidenta Gabriela Michetti al diario La Nación.

En ese sentido, recordaron la revisión, en 2016, de los empleados nombrados por Amado Boudou en la planta permanente antes de dejar el poder y el retiro voluntario que se encuentra abierto desde noviembre, entre otras medidas.

Las autoridades de la Cámara de Diputados, en tanto, tomaron la decisión con calma. Sienten que la medida no las afecta. Porque el decreto de Macri no atañe al Congreso y porque Emilio Monzó (Pro-Buenos Aires), presidente del cuerpo, no designó familiares en la Cámara baja.

Por el momento no existe ninguna restricción a ese tipo de nombramientos en Diputados. Pero en el oficialismo anticiparon que van a analizar el tema en profundidad para ver de qué manera se puede seguir el camino marcado por Macri. Es que buena parte de los integrantes de la Cámara baja tienen familiares directos designados en sus despachos.

En la Cámara alta el escenario es similar. Los senadores son muy adeptos a nombrar familiares en sus despachos, a tal punto que muchos integran la planta permanente desde hace muchos años y, por lo tanto, ya tienen derechos adquiridos.

De hecho, en el Senado hay un caso emblemático del hijo de un ex gobernador que hoy ocupa una banca de legislador provincial, pero mantiene, con licencia, su condición de empleado de la Cámara alta.

Sin embargo, la depuración de este tipo de casos excede el poder de las autoridades de ambas cámaras legislativas, que, sobre todo Monzó, depende de las buenas relaciones con los legisladores para mantenerse en el cargo.

En el Senado el momento elegido fue diciembre de 2015, cuando Michetti anuló los más de 2000 nombramientos que Boudou habí­a firmado durante su último año de gestión. Esa depuración, tras negociaciones con los gremios y senadores, quedó en 1200 empleados permanentes menos.

En la Cámara baja, en tanto, el método fue aplicar un sistema de control biométrico para el ingreso del personal. En apenas dos meses, los dos últimos del año pasado, el sistema detectó 200 "ñoquis": gente que nunca asistió a cumplir tareas y que, sin embargo, figuraba en las nóminas salariales.

Apuntada por Macri a fines de octubre, la imprenta del Congreso se perfila como escenario de un conflicto en puerta.

El crecimiento de su planta fue exponencial durante el kirchnerismo (pasó de 500 a 1700 empleados) como consecuencia de una estrategia del uso de sus cargos como botí­n polí­tico. El presupuesto será un 57% más alto este año que el del ejercicio pasado.

La conducción de la imprenta se alterna entre ambas cámaras y este año le tocarí­a presidirla al Senado. El candidato a ocupar el sitial es el radical pampeano Juan Carlos Marino, quien ya tendrí­a decidido aplicar un severo recorte de gastos.

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