Horacio Conzi, sentenciado por matar a un joven, podría recuperar su libertad por ser "buen preso"
Luego de pasar los últimos doce años encerrado en el penal de Campana, el empresario gastronómico Horacio Conzi tiene un pie afuera de la cárcel.
Condenado a 24 años y 9 meses de prisión por el crimen de Marcos Schenone, podría recuperar su libertad en los próximos días por el beneficio de la "Ley de Estímulo", informó el portal Online 911.
Por su condición de "buen preso", el dueño de "Las Olas Boulevard" de Martínez estaría habilitado a dejar la cárcel en las próximas dos semanas. Ocurre que, cuantos más estudios, trabajos y/o cursos haya realizado un detenido durante su detención, la Justicia puede restarle días de condena.
En el caso de Conzi serán cuatro meses. Al menos así lo informó la jueza de Ejecución Penal de San Isidro, Victoria Elías García Maañón, que resolvió "hacer lugar a la aplicación del estímulo educativo".
Pero para disponer su libertad transitoria, la magistrada le pidió a la Asesoría Pericial que elabore una "amplia y exhaustiva pericia psicológica psiquiátrica", un estudio que estaría listo en los próximos días. También exigió que el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) emita "un gráfico de conducta y concepto actualizado, y un dictamen técnico criminológico".
Según explicó Diego Storto, abogado defensor del empresario, es probable que el primer régimen de salidas de Conzi "sea de 12 horas, aunque con el tiempo podrá estar 24 y hasta 72 horas fuera de la unidad penitenciaria".
Pensando en el futuro, el letrado adelantó que "la idea que tiene (Conzi) es manejar la contaduría de su restorán, pero eso lo analizaremos cuando obtengamos el beneficio de las salidas laborales".
En la cárcel, el empresario se convirtió en una suerte de "marido perfecto". Aprendió el oficio de enfermero, albañil, jardinero, pintor y carpintero. También adquirió conocimientos de apicultura, plomería, electricidad y panadería, y hasta realizó una capacitación como bombero, que le sirvió para controlar un principio de incendio.
Desde que ingresó al penal de Campana, en mayo de 2003, Conzi lleva un pormenorizado registro de todo lo que hizo. En el informe que le entregó a la jueza asegura que trabajó sin interrupción "durante once años y medio".
En junio de 2003, realizó tareas de administración y control de expedientes médicos de los internos. Al año siguiente se capacitó como ayudante de enfermería, "dando inyecciones, tomando la presión y haciendo curaciones de heridas".
Mientras trabajaba en el sector de sanidad, Conzi recuerda que también realizó tareas de jardinería en uno de los patios de la unidad.
A fines de 2005 y hasta mediados de 2006 pasó a trabajar en el sector de vigilancia y tratamiento. Allí controló a más de 300 trabajadores de la unidad, extendiéndoles sus respectivos carnets con fotos y datos personales para que pudieran circular por la unidad y ser identificados por las autoridades.
Desde 2007 hasta 2009 afirmó que trabajó como "procurador del penal", aunque aclara que en ese entonces no existía esa función. "Fue así que realicé escritos para todos los internos que necesitaban comparecer ante su tribunal, confeccionado las solicitudes de salidas transitorias, laborales, asistidas, etc.", informó.
También destacó que en 2007 realizó estudios con libros catedráticos de las obras de arte del renacimiento. "Eso me permitió descubrir imágenes secretas ocultas dentros de las obras de arte originales", detalló en el escrito. En junio de 2008, e influenciado por su hermano Hugo, se capacitó en alimentación y nutrición vegetariana.
"En diez meses reduje mi peso de 104 kilos a 73", explicó, y contó que el curso lo realizó con libros que le acercó su familia. Durante ese período realizó cursos de apicultura, plomería, electricidad y panificación. Más adelante participó de una especialización en yoga y técnicas respiratorias, integró una charla sobre prevención de HIV, y se capacitó en carpintería. La causa
Marcos Schenone, tenía 23 años cuando fue asesinado en la madrugada del 16 de enero de 2003 cuando iba en un remise junto a dos chicas y un amigo y el auto fue baleado desde una lujosa camioneta que, según la Justicia, conducía el empresario Conzi.
Supuestamente movido por los celos, el empresario habría perseguido al vehículo por la avenida Libertador y, al alcanzarlo a la altura de la localidad de Beccar, habría vaciado el cargador de su pistola.
De las 14 balas que se dispararon tres dieron muerte a Schenone y otras dos impactaron en el cuerpo del remisero Rodolfo Fernández, mientras que también resultaron heridas las jóvenes Gisella Carabeta y Paula Alonso y el único que alcanzó a salir ileso fue Gustavo Pacheco, amigo de Marcos.