Seguridad bancaria: cuáles fueron los avances y retrocesos desde la reglamentación de la ley
El caso de Carolina Píparo, que perdió a su bebe en una salidera bancaria que sufrió en 2010, cuando estaba embarazada de nueve meses, puso en evidencia toda una serie de falencias que giraban en torno a la seguridad de los bancos.
El hecho generó tal conmoción que apuró la sanción de la Ley de Seguridad Bancaria. La normativa, aprobada en septiembre de 2010 y reglamentada en enero de 2011, se propone mejorar algunos aspectos de la protección al cliente y a sus bienes.
Los puntos básicos de la ley establecían que los bancos debían instalar inhibidores de celulares, para evitar que alguien pueda informar desde adentro sobre los clientes que realizan operaciones en efectivo.
Por otra parte, impulsaba reformas edilicias para garantizar la protección de las cajas de seguridad, alejándolas de las paredes medianeras y determinando que se construyan con materiales a prueba de incendios y de perforación mecánica y de sopletes oxhídricos.
Un tercer punto de la ley indicaba que los bancos debían instalar mamparas en las líneas de cajas que permitan a las personas realizar transacciones sin estar a la vista del resto de los clientes presentes en la entidad.
De todos estos aspectos, sólo el último se cumplió casi estrictamente en la mayoría de los bancos. Así lo sostuvo, en diálogo con el diario La Nación, el diputado del GEN Gerardo Milman, autor del proyecto convertido en ley.
"Con las mamparas, a pesar de que no todas cumplen con exactitud lo establecido por la ley, se logró reducir la cantidad de salideras bancarias, pero con el resto de las medidas no hubo avances porque no se aplicaron", explicó Milman.
Celulares y cajas
Cuando se reglamentó la ley, cuatro meses después de su sanción, se puso un freno a la propuesta del uso de inhibidores de celulares.
La explicación del Banco Central (BCRA) fue que "no se demostró la inocuidad para la salud de las personas", y que tampoco se podía asegurar que no dañarían "el normal funcionamiento de las actividades de terceros". Ante esto, los bancos debían presentar un plan alternativo para hacer efectiva la prohibición del uso de celulares dentro de las entidades.
Algunos pusieron en funcionamiento la utilización de bolsas con precintos, en las cuales el cliente debía poner su teléfono hasta que se retirara del lugar. Otros bancos propusieron el uso de "lockers".
"Lo de las bolsitas fue un plan infantil. Y lo de los lockers era inaplicable", señaló Milman al citado matutino. "La tecnología de los inhibidores existe, no daña la salud -nosotros hicimos pruebas- y es utilizada, por ejemplo, en un penal de Córdoba para prevenir secuestros virtuales, y en una iglesia de Rosario para que no interrumpan la misa", contó el autor de la ley y añadió que el costo de esos aparatos "es relativamente bajo".
Sobre este punto, fuentes del BCRA aseguraron que la prohibición del uso de celulares "se cumple en todos los bancos" y que "ante la falta de una tecnología que garantice que no hay daños ni complicaciones a terceros", el control queda en manos de los agentes de seguridad del banco.
Con respecto al blindaje y protección de las cajas de seguridad, Milman dijo que se vencieron todos los plazos y "no se ha cumplido ese punto de la normativa". "Paradójicamente los bancos protegen con muchos recaudos su tesoro, pero no los bienes que los clientes depositan en las cajas", sostuvo el diputado del GEN.
En ese sentido coincidió Nydia Zingman de Domínguez, abogada especialista en seguridad bancaria y profesora de la UBA. "Los cambios en infraestructura que pide la ley requieren grandes inversiones, y los bancos no parecen dispuestos a hacerlo para proteger los bienes de los clientes que tienen cajas de seguridad. El tesoro del banco, en cambio, sí está bien resguardado", señaló la letrada al diario La Nación.
Los controles
Voceros del BCRA explicaron que, si bien no hay personal de dicha institución controlando directamente cada sucursal, la verificación depende de la Policía, que es la encargada de denunciar los incumplimientos.
Sobre las salideras bancarias, desde el BCRA aclaran que "se trata de un delito que se comete en la vía pública" por lo que no entran dentro de la órbita de los controles del Central y tampoco llevan ellos una estadística.
La prohibición del uso de celulares es controlada por los agentes de seguridad privada que trabajan para cada banco. Desde abril de 2011 no hay más personal de la Policía Federal en el interior de los locales.
Por otra parte, algunos organismos de defensa al consumidor realizan eventuales relevamientos. Tal es el caso de la Defensoría del cliente bancario, que depende de la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires.
"Nosotros llevamos a cabo varios relevamientos. La implementación de las mamparas al principio generó resistencia y se demoró. Pero luego fue cumplida por un alto porcentaje de los bancos", aseguró Néstor Zerba, de la Defensoría a La Nación.
"El control de los celulares lo tienen que hacer los agentes de seguridad. Eso también se cumple, hemos verificado pocos casos en los que no se hace", sostuvo Zerba. Con respecto a los cambios en las cajas de seguridad, dijo que "eso no se hizo porque cuesta mucho dinero" pero señaló que "se mejoró bastante el sistema de cámaras de seguridad, que debe estar para cuidar al cliente, no sólo al banco".
En tanto, Zerba recalcó que "la seguridad depende fundamentalmente del control policial, de la puerta del banco hacia afuera".