Locura por el fútbol: un argentino tiene en su casa una increíble colección de más de 500 camisetas
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Cuando no trabaja, juega a la pelota y cuándo no juega al fútbol, Facundo Lucentini se dedica a comprar camisetas de fútbol para sumar a las 550 que conforman su atesorada e invaluable colección. Apasionado de este deporte, a sus 36 años, logró convertirse en uno de los coleccionistas con más piezas del país.
La pasión de Facundo por las camisetas de fútbol nació desde pequeño. Cuando acompañaba a su madre a la Ciudad de Buenos Aires, aprovechaba para entrar a las casas de deportes y admirar las camisetas de sus ídolos. Aunque la familia, oriunda de Wilde (Provincia de Buenos Aires), no siempre podía comprarle las originales, a lo largo de los años Facundo fue adquiriendo algunas, alimentando así su amor por este objeto tan especial.
Sin embargo, fue recién en el 2013 cuando decidió empezar a coleccionarlas. ¿Cómo? Fue mientras ordenaba su ropero y se le ocurrió contar cuántas camisetas tenía. Al llegar a las 25, una chispa de idea se encendió en su mente: ¿por qué no convertir esa cantidad en colección?
En ese momento, Facundo decidió iniciar su camino como coleccionista de camisetas. Al principio, se desmotivó un poco por los precios de las remeras originales, que eran esenciales para su proyecto. Hoy, cuenta, cuestan entre los $80.000 y los $150.000. Sin embargo, se propuso como objetivo, comprar al menos una o dos por mes.
"Pero después terminaron siendo 6 o 7 por mes", dice entre risas y agradeciendo a su esposa que lo apoya en esto que él define como una locura.
En 2014 falleció su padre y, para honrar su memoria y mantener vivo su amor por el fútbol, Lucentini decidió iniciar una nueva colección de camisetas, pero esta vez con un significado especial: camisetas del Centro Juventud Antoniana, equipo del que su padre, salteño de nacimiento, era un ferviente hincha. "Es la manera que tengo de verlo a él a través de algo", señala.
Para darle un orden a su colección, que abarca un universo tan grande como el fútbol mundial, Facundo decidió concentrarse en las camisetas argentinas de Primera División hasta el Federal A, lo que representa aproximadamente 200 clubes.
De Juventud Antoniana tiene unas 165 camisetas y dos muy especiales; una de la temporada 1998-1999 que le regaló su madre y otra de 1968, la más antigua que tiene, que le regaló un amigo.
En total, según el Excel, donde tiene todo detallado, Lucentini tiene más de 550 camisetas, todas cuidadosamente clasificadas. Para que no se cuarteen, las que tienen estampados van cubiertas en un film y colgadas en perchas, y guardadas en dos valijas las sublimadas que se pueden doblar.
La mayoría son compradas porque, aunque alguna ha canjeado, dice que le cuesta desprenderse de su colección.
"A veces, si veo una oferta, compro dos o tres para tener un stock de repetidas e intercambiar con otros coleccionistas, pero la mayoría las voy comprando y son piezas únicas", explica.
La comunidad de coleccionistas solidarios
Él no es el único que se dedica a coleccionar camisetas de fútbol. Al contrario, como los que se dedican a la filatelia, confiesa Lucentini, ellos son también muchos y muchos más considerando a los que se dedican a coleccionar banderines, botines, maquetas de estadios y figuritas, entre otros objetos relacionados con el mundo del fútbol.
Su pasión por las camisetas no solo se refleja en su colección, sino también en su iniciativa solidaria. Junto a otros 10 coleccionistas de objetos futbolísticos organiza cada dos o tres meses el "Encuentro Camisetero". En este evento de intercambio y donde exponen sus colecciones, piden como entrada un alimento no perecedero que luego donan a un comedor. El año pasado, organizaron el primer evento federal en Salta con un éxito rotundo, convocando a más de 600 personas. Motivados por el éxito, ya están planeando hacer dos próximas ediciones, probablemente en la Costa Atlántica y en Salta, otra vez.
En dos meses, la vida de Facundo dará un giro inesperado: se convertirá en padre por primera vez. Su futura hija ya tiene su primera camiseta de fútbol, un regalo lleno de amor y simbolismo por parte de su padre. Este nuevo capítulo en la vida del coleccionista seguramente traerá consigo nuevos desafíos y emociones. Sin embargo, una cosa es segura: su pasión por el fútbol y su amor por las camisetas seguirán siendo una parte fundamental de su identidad.