• 24/12/2024

Isabel Perón, la memoria prohibida de la política argentina

La ex presidenta argentina y última esposa de Juan Perón reapareció en un una fotografía porque le otorgaron un premio "a la hispanidad
24/03/2024 - 09:54hs
Isabel Perón, la memoria prohibida de la política argentina

La ex presidenta argentina y última esposa de Juan Perón, Isabel Perón, reapareció en un una fotografía porque le otorgaron un premio "a la hispanidad. A los 93 años, vive en un chalet en la sierra de Madrid, olvidada por la política de la que fue protagonista.

Sobre el regazo descansa una pieza de metal con la inscripción Preserva, Hoyo de Manzanares, Premio 2020. Es el presente de la asociación que le otorgó el Premio Hispanidad 2023. 

Octavio Acebes, el chofer amigo que solía poner en marcha el Audi 6 gris con el que se animaban hasta Madrid, murió hace cuatro años. También han muerto la mayoría de los parientes, los amigos y los dirigentes peronistas que la llamaban de vez en cuando desde la Argentina. El silencio se va apoderando del intenso universo pasado de Isabelita, señala El Observador de Uruguay.

La vida de Isabelita

Dejó a sus padres en La Rioja a los 14 años, enojada por una educación demasiado estricta y el maltrato persistente, y creció en la casa de José Cresto e Isabel Zoila. Ellos fueron los que la iniciaron en el espiritismo. Y ella los amó. Tanto que cuando eligió ponerse un nombre artístico no lo dudó: Isabelita.

Porque Isabel abrazó la danza, las clases de piano y las de francés cuando viajó a Buenos Aires desatada de su familia. Pero sobre todo el baile, las danzas folclóricas que la llevaron hasta Perón. Algunos dicen que en 1954, cuando el líder aún era presidente y era líder. Y otros prefieren ubicar el encuentro en la Navidad de 1955, en un boliche nocturno de Panamá, cuando el general había pasado a ser el tirano prófugo.

La contra cultivó para siempre la leyenda del cabaret. Porque les permitía estigmatizar a Isabel casi como una prostituta.

Isabel Perón, la memoria prohibida de la política argentina
Isabel Perón, la memoria prohibida de la política argentina

Pero los historiadores coinciden en que la chica de 25 que encandiló al líder desterrado de 60 años era parte de un cuerpo de danza folclórica que actuaba en locales nocturnos porque en Panamá no había teatros para el baile decente.

Isabelita religiosa

Isabel ya no concurre a misa en la parroquia Santa María Soledad Torres. El padre Enrique Lázaro le solía llevar una hostia hasta su casa, para que tomara la eucaristía, pero ya ni eso.

Las cortinas permanecen bajas la mayor parte del día. Por si a algún periodista o a algún fotógrafo se les ocurre ir a molestarlos. La que logró penetrar aquel cerco fue Hebe Schmidt, la corresponsal de Télam en Madrid que consiguió el último reportaje en 2017.

Los récords de Isabelita

No hay inteligencia artificial que pueda penetrar el cerebro de Perón para saber porque la eligió a Isabel como compañera de fórmula el 23 de septiembre de 1973. Ganaron la elección con el 62% de los votos, una cifra que no igualarían ni Cristina Kirchner ni Javier Milei.

Claro que los médicos ya le habían dicho a Perón que la cardiopatía isquémica crónica no le iba a permitir llegar vivo al final del mandato. Eso significaba una sola cosa. Isabelita, iba a quedar al frente de la república perdida y de sus despojos.

Los récords de Isabelita
Los récords de Isabelita

Gobernó veintiún meses y alcanzó los tres dígitos de inflación, un récord que parecía inalcanzable pero que luego superaron Alfonsín, Menem y Alberto Fernández.

Perón la dejó sola. Luego huyó López Rega, y también los peronistas, los radicales y buena parte de la sociedad argentina la entregó en manos de los militares más siniestros de la historia argentina.

Nunca nadie reivindicó sus récords. Fue la primera presidenta de América Latina. Y también fue la presidenta que más años estuvo presa: cinco en total, sumando los días en la mansión patagónica de El Messidor y la base naval de Azul, entre cuyas paredes se quiso suicidar. En 1981, los mismos militares que la habían encerrado la dejaron volver a Madrid.

Todo indica que Isabel morirá en la sierra de Guadarrama y en la cárcel insoportable de la indiferencia. No hay procesiones de apoyo hacia su casa, ni legiones de protesta que quieran hacer pública alguna condena.

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