Encuesta: en pandemia, crece el miedo de los argentinos a perder su trabajo
De acuerdo con los resultados del último Randstad Workmonitor, estudio que releva las expectativas, estados de ánimo y comportamiento de los trabajadores en diversos países, el 85% de los trabajadores argentinos asegura sentirse preparado para enfrentar el nuevo formato de trabajo digital provocado por la irrupción del Covid-19.
El estudio también avanza sobre la percepción que tienen los trabajadores respecto a la responsabilidad de capacitación en materia de habilidades digitales. En este sentido, el 84% de los encuestados considera que es responsabilidad de su empleador brindarle la capacitación necesaria para adquirir las habilidades digitales requeridas para poder cumplir con su trabajo de manera remota.
Asimismo, el estudio indaga sobre el comportamiento de las organizaciones en materia de inversión para adaptarse a la situación extraordinaria generada por la pandemia y el aislamiento preventivo y obligatorio.
Así, el 60% de los participantes de la encuesta afirmó que su empleador le proporcionó el equipamiento tecnológico necesario para poder desempeñar sus tareas desde el hogar, mismo porcentaje que indicó que su empleador está invirtiendo en desarrollos tecnológicos y soluciones digitales para ayudar a sus colaboradores a adaptarse con mayor facilidad a esta nueva situación laboral.
Asimismo, el 58% refirió que su empleador también está realizando inversiones para capacitar a su fuerza laboral en las nuevas soluciones digitales adoptadas para sostener el negocio en medio de la situación de aislamiento y cuarentena.
En relación a estos resultados, Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay, afirmó: "Sin un manual sobre cómo actuar y haciendo frente a una enorme incertidumbre, las organizaciones pusieron a prueba su flexibilidad y su capacidad para adaptarse al contexto para seguir operando en medio de las restricciones y poder darle a sus colaboradores las herramientas y el apoyo necesarios para trabajar desde sus hogares, ajustándose a nuevas pautas y formas impuestas por el aislamiento y la cuarentena".
Miedo a perder el empleo, satisfacción y movilidad laboral
La crisis económica generada por la pandemia también impactó fuertemente sobre la percepción de los trabajadores argentinos en torno a su estabilidad laboral.
En este sentido, el 9,7% de los consultados indicó tener miedo de perder su fuente de trabajo, valor que se incrementó en 1,3 puntos porcentuales respecto a la última medición, que en diciembre de 2019 fue de 8,4%.
El aumento del miedo a perder el empleo también está asociado generalmente a un incremento en la satisfacción de los trabajadores respecto a su puesto laboral actual. En relación a este punto, el 75,4% de los encuestados manifestó estar satisfecho con su actual empleo, cifra que subió 0,6 puntos porcentuales respecto a los valores reflejados a fin del año pasado.
"Con un horizonte que se percibe como incierto y complejo por el impacto de la pandemia en la actividad económica y el empleo, crece la preocupación de los trabajadores sobre la seguridad y el mantenimiento de las fuentes de trabajo y la confianza en el mercado laboral se deteriora. En el mismo sentido, es lógico que se perciba un mayor nivel de satisfacción con el empleo actual como producto de una mayor valoración relativa del empleador en medio de una situación tan crítica", agregó Andrea Ávila.
El estudio Workmonitor es un relevamiento que realiza periódicamente Randstad en distintos países del mundo entre Europa, Asia, América y Oceanía sobre las expectativas, estados de ánimo y comportamientos de los trabajadores.
La edición especial Covid-19, que evalúa el impacto general de la crisis del coronavirus sobre la fuerza laboral, se realizó entre el 7 y el 22 de mayo de 2020 en los siguientes mercados: Argentina, Australia, Canadá, China, Francia, Alemania, Hong Kong, India, Italia, Japón, Portugal, España, Inglaterra, Estados Unidos, Holanda.
El estudio, a cargo de la compañía Dynata, se desarrolló a través de un cuestionario online a 400 personas de ambos sexos, de entre 18 y 65 años que trabajan en posiciones remuneradas bajo relación de dependencia (no autónomos) más de 24 horas por semana.