Cómo ahorrar hasta 20% en la factura de luz y gas, sin invertir un peso

Una familia tipo de la Ciudad de Buenos Aires o el conurbano puede lograr ahorros de más de $20.000 al año en sus gastos habituales por consumo de gas simplemente con pequeños cambios en las rutinas cotidianas, tanto en el uso de los artefactos domésticos como en los cuidados de ventilación e ingreso de luz natural en los hogares.

En ese sentido, iProfesional consultó a directivos y técnicos de Metrogas y Naturgy, las dos compañías a cargo de la distribución del servicio de gas natural en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que aportaron una serie de consejos adicionales a otras tareas que requieren ciertos niveles de inversión, como la adquisición de instrumental con las mejores categorías de etiquetado energético o material de aislación térmica para techos, paredes o pisos. De esta manera, aseguran, es posible ahorrar hasta el 20% del consumo.

Cómo ahorrar hasta $20.000 en la factura de gas sin gastar plata

A diferencia de estas posibilidades, las prácticas recomendadas por las distribuidoras no representan un gasto para las familias ni tampoco un esfuerzo fuera de lo común, a tono con las prácticas que ya son habituales en muchos países.

"Se debe comprobar que las hornallas de la cocina y estufas quemen de manera correcta, porque hay una diferencia importante en el consumo cuando los quemadores están limpios. Además, el correcto funcionamiento es por seguridad, para prevenir accidentes por monóxido de carbono", señaló como primera recomendación Hernán Chiesa, jefe de Prensa y Comunicación de Metrogas.

En el mismo sentido se expresó Veronica Argañaraz, directora de Comunicación, Sostenibilidad y Relaciones Institucionales de Naturgy, con área de cobertura en la zona norte del conurbano, quien recomendó "revisar por lo menos una vez al año los aparatos", ya que "es muy común con la calefacción que al dejarla de usar en primavera y verano, se ensucien los quemadores y dejen de tener un uso eficiente, con el agravante adicional derivado de la posibilidad de generar mala combustión y producir monóxido de carbono, que es tóxico y letal".

Para llevar a cabo esa tarea, Chiesa aconseja "contactar a un gasista matriculado que pueda realizar el mantenimiento y/o revisión de toda la instalación", en una tarea que "debería realizarse todos los años".

Tomando ciertos recaudos, es posible ahorrar hasta $20.000 al año en las facturas de gas

Las alternativas de ahorro de gas deben partir del conocimiento de cómo se compone el consumo anual de un cliente residencial promedio, en una evolución con oscilaciones propias de la estacionalidad: un 50% corresponde a la calefacción del hogar, un 38% a la utilización del agua caliente sanitaria (ACS) y el 12% restante a la cocción de los alimentos.

De esos porcentajes surge que, si bien los cuidados se tienen que dar en los tres frentes, el principal factor de ahorro se da en la calefacción, por lo que es primordial la elección de la modalidad a utilizar, además de darle un uso racional y eficiente.

En Metrogas recomiendan "cuidar el gas calefaccionado sólo el ambiente que se está utilizando" y además que, "si la estufa utilizada cuenta con termostato, graduar la temperatura para evitar consumos exagerados".

Qué artefactos se recomiendan para calefaccionar de manera eficiente

Dentro de las opciones, Argañaraz puntualiza que la mejor es la del gas natural y en el mismo sentido desde el área técnica de Naturgy recomiendan "la caldera con radiadores o losa radiante".

"Los radiadores son mucho mejores para el mantenimiento y, además de la calidad térmica, tienen una ventaja respecto de lo que puede aportar un split eléctrico, que a los pocos minutos de apagarlos vuelve el frío al ambiente. Por el contrario, una vez apagados los radiadores, el calor se mantiene por mucho más tiempo", aseguran, además de remarcar que "es una opción más económica que la eléctrica".

Otra recomendación para tener en cuenta es el uso de las persianas, ya que levantarlas durante el horario que la luz del sol entra en los ambientes permite una calefacción natural y gratuita, del mismo modo que bajarlas cuando empieza a caer el sol para preservar el calor.

Especialistas aconsejan cuidar el gas calefaccionando sólo los ambientes que se están habitando

Un aliado de esa alternativa es el uso de burletes para evitar o mitigar la pérdida de calor a través de filtraciones en puertas y ventanas, "siempre y cuando esté controlado el buen funcionamiento de las rejillas de ventilación, que nunca deben taparse", enfatizan en Metrogas.

En cuanto al uso de ACS, el segundo factor de consumo de gas de un hogar, ambas distribuidoras remarcar la importancia de "regular el agua a la temperatura justa, para evitar mezclarla con el agua fría y generar un consumo extra innecesario".

Y en el uso de las cocinas, además de fijarse que la llama no exceda la base del recipiente, tener en cuenta que un uso intensivo del horno puede llegar a ser equivalente al de seis hornallas. Si a eso se le suma adoptar el hábito de tapar ollas y sartenes en el momento de la cocción, el ahorro es aún mayor.

"Si uno suma todas las cosas corregibles de calefacción, como por ejemplo apagar los pilotos cuando no se usan las estufas, bajar un grado la temperatura del ambiente mediante la utilización del termostato de las estufas, mantener los quemadores limpios, bajar las persianas a la tarde y levantarlas durante el día para que entre el sol, perfectamente se podría bajar hasta un 20 por ciento el consumo", confiaron a iProfesional desde Metrogas.

Al respecto, en la distribuidora de CABA y el sur del conurbano indicaron que "un cliente tipo puede consumir promedio 1200 m3/año, y la mitad es calefacción, o sea 600 m3/año", por lo que una reducción del 20% equivale a 120 metros cúbicos anuales.

Con un valor del m3 sin subsidios de $158, el ahorro anual alcanza a "unos $ 20.000, concentrados en los meses de invierno", a los que podrían agregarse otras economías adicionales de la mano de la adquisición de artefactos de alta eficiencia y la incorporación de materiales de aislación térmica.