• 8/1/2025

Estos son los impuestos que el Gobierno "tiene en la mira" para eliminar o reducir en 2025

Bajo la premisa que "los impuestos son un robo", Javier Milei avanzó con la eliminación y/o reducción de varios impuestos durante su primer año de gestión
08/01/2025 - 17:05hs
impuestos que javier milei apunta a eliminar o bajar en 2025

Durante su primer año como presidente la Nación, Javier Milei avanzó con la quita y reducción de varios impuestos. De la misma forma, durante el año anterior, los integrantes de su Gabinete adelantaron a qué otros impuestos apuntarían este 2025.

El último en ser eliminado fue el impuesto PAÍS, que había sido instaurado durante el mandato del Mauricio Macri. Este gravaba las compras realizadas en el exterior, tanto de bienes como de servicios. Inicialmente tenía una alícuota base del 30%, aunque durante el gobierno del expresidente Alberto Fernández ascendió a 35% y, en algunos casos, al 45% para ciertos consumos.

Al suprimirse el impuesto PAÍS, se dio con una mayor dinamización en los consumos vinculados al exterior, favoreciendo especialmente a la clase media que, antes de ello, debía pagar altas tasas para adquirir productos que en el país no se consiguen. Esto no significa que el mercado nacional dejará de ser relevante para la gestión libertaria, o al menos eso dejaron entrever al exponer cómo Milei apuesta por el fortalecimiento de la economía interna.

Así anunció Luis Caputo, ministro de Economía, la baja del Impuesto PAÍS el septiembre pasado.
Así anunció Luis Caputo, ministro de Economía, la baja del Impuesto PAÍS el septiembre pasado.

Por otra parte, claramente, la eliminación o reducción de un impuesto se va a traducir en fondos que dejan de llegar a la caja del Estado, por eso, se buscó compensar -parcialmente- la eliminación del PAIS con otros impuestos como la reducción del déficit fiscal y ajustes en otras cargas impositivas.

En términos de impacto en el Estado y de acuerdo a estimaciones oficiales, la recaudación del Impuesto PAÍS representaba cerca de $200.000 millones anuales. Esta cifra incluye tanto impuestos directos sobre compras de bienes y servicios así como la recaudación indirecta vinculada al turismo y operaciones financieras internacionales.

Reducción de alícuotas del Impuesto a los Bienes Personales

Previo a ello, en el primer semestre del 2024, también se redujeron las alícuotas del Impuesto a los Bienes Personales, que grava la posesión de activos por parte de individuos. Anteriormente, las estas podían alcanzar hasta el 1,25% para los patrimonios más elevados. La reforma fiscal eliminó gradualmente este impuesto para las personas con patrimonios más bajos y redujo las tasas a quienes tiene bienes superiores a ciertos umbrales.

Este ajuste fue acompañado por una actualización de los valores de referencia y las exenciones, lo que permitió a los pequeños y medianos propietarios de bienes quedar exentos o pagar una cantidad mucho menor. En tanto, para los patrimonios más elevados, la tasa se redujo a un máximo de 0,75% alineándose con las promesas de campaña del entonces diputado nacional de desburocratizar el sistema tributario y promover una economía más ágil.

En este caso, el impacto que tuvo su quita fue relativamente bajo en términos de recaudación total, pero sí fue muy significativo para los contribuyentes que antes debían abonar altas sumas. Se estima que esta reducción implicó una pérdida de, aproximadamente, $50.000 millones al año en recaudación para el Estado. No obstante, la administración de Milei lo compensó con el incremento en la recaudación de otros impuestos indirectos como IVA y los impuestos sobre la renta.

Eliminación del Impuesto a la Transferencia de Inmuebles

En agosto, se decidió avanzar con la eliminación del Impuesto a la Transferencia de Inmuebles (ITI) que gravaba la venta de propiedades con una tasa del 1,5%. Esta carga impositiva fue una de las más cuestionadas por los sectores del mercado inmobiliario, quienes sostenían que generaba distorsiones en los precios de los inmuebles y desincentivaba las transacciones. En este caso, con la eliminación del ITI, se buscó impulsar la actividad económica en el sector inmobiliario, uno de los más afectados en las últimas décadas. Con ello se esperaba que se pudieran reactivar la compra y venta de viviendas, especialmente en un contexto de alta inflación donde la dolarización de los precios y la falta de crédito dificultan la adquisición de una casa propia y pone, como única alternativa, el alquiler.

Si bien no se implementaron impuestos adicionales para sustituir directamente al ITI, sí las medidas fiscales generales propiciaron una mejora en la competitividad del sector. Pese que el impacto que tuvo para el Estado fue relevante, significando una pérdida anual aproximada de $35.000 millones. Teniendo en cuenta que la caída en los ingresos fue considerable, el Gobierno apuntó a que la reactivación del mercado inmobiliario pudiera generar más ingresos indirectos a través del IVA, el Impuesto a las Ganancias y otros impuestos relacionados con la actividad económica en el sector.

Reducción del Impuesto a la Renta Financiera

De la misma forma, también se redujo -a principios del año anterior- las alícuotas sobre el Impuesto sobre la Renta Financiera, que gravaba los rendimientos de las inversiones en activos financieros. La reforma buscó fomentar la inversión en instrumentos financieros nacionales, como bonos y acciones, para estimular el mercado de capitales local y aumentar la entrada de capitales extranjeros.

En esta oportunidad, la reducción de esta carga generó inversiones en bonos soberanos y otros activos, al mismo tiempo que permitió un reparo a los ahorristas y empresas que dependían de estos instrumentos financieros para protegerse de la inflación. Aunque la medida tenía un costo fiscal directo, se esperaba que la reactivación del mercado financiero compensara la pérdida de ingresos fiscales. Según se dio a conocer, el costo fiscal de esta reducción fue de $15.000 millones anuales, pero la administración de Milei apuntó a la compensación mediante la inversión privada.

Qué abordará Milei este 2025 en términos impositivos

Siendo esos los impuestos que la gestión de Milei logró eliminar o reducir, este año avanzará con la eliminación de otro extenso listado. El mandatario ya delineó las medidas fiscales para 2025 que buscan profundizar su visión de un Estado reducido y una economía liberalizada. Entre los objetivos clave, destacan la eliminación de retenciones agropecuarias, una reforma integral del sistema tributario, y la devolución de la autonomía impositiva a las provincias.

Eliminación del 90% de los impuestos nacionales: en diciembre, el mandatario adelantó que este año avanzaría con una reforma impositiva estructural con el objetivo de simplificar el sistema tributario argentino. Esta propuesta implica la reducción del 90% de los tributos nacionales, consolidando los impuestos existentes en seis principales. Teniendo en cuenta que el actual sistema tributario está compuesto por más de 165 impuestos, se estima que se avanzará contra aquellos considerados distorsivos o de baja recaudación, aunque por el momento no hay precisiones.

Autonomía impositiva para las provincias: otro pilar de la agenda fiscal de Milei para 2025 es la devolución de la autonomía impositiva a las provincias; lo que quedó en evidencia durante todo el año anterior con la reducción de transferencias discrecionales y las disputas por los fondos de coparticipación. El objetivo es que cada jurisdicción tenga la capacidad de definir su propio esquema tributario, promoviendo así una competencia fiscal que fomente el desarrollo regional.

El gobernador Gildo Insfrán, fue uno de los primeros en cuestionar la autonomía impositiva.
El gobernador Gildo Insfrán, fue uno de los primeros en cuestionar la autonomía impositiva.

El anuncio ya generó malestar entre los gobernadores, especialmente en provincias con menos recursos o con mayor dependencia de Nación, que temen que una mayor autonomía agrave las desigualdades entre regiones. Sin embargo, desde el Ejecutivo sostienen que la competencia incentivará una gestión más eficiente y cercana a las necesidades locales.

En relación a las retenciones agro, este se convirtió en uno de los anuncios más destacados: la eliminación de las retenciones a las exportaciones agropecuarias. Vigente desde hace décadas y criticada por el sector productivo, Milei calificó a este tributo como una "renta indebida" que desincentiva la producción y perjudica la competitividad internacional del país. Se estima que la eliminación de estas retenciones incentivará un aumento de la producción y las exportaciones, contribuyendo al crecimiento del PBI agropecuario. Sin embargo, este cambio también implicaría la pérdida de una fuente clave de ingresos fiscales, por lo que será necesario implementar medidas complementarias para equilibrar las cuentas.

Por último, y aunque no está directamente relacionado con los impuestos, también se anticipó la posibilidad de avanzar con una reforma laboral y previsional. En el caso del sistema laboral, se proyectan cambios orientados a reducir los costos asociados a la contratación y despedido de empleados, una medida que podría atraer inversiones de firmas internacionales y generar empleo. De la mano, se barajan posibles modificaciones en la edad jubilatoria y las contribuciones obligatorias, aunque todavía no se hicieron públicos los detalles.

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