FECHA EQUIVOCADA

Un fallo rechaza que ARCA sancione con intereses por error en una declaración jurada

Un fallo Contencioso Administrativo obliga a ARCA la devolución de intereses resarcitorios cobrados por errores formales en una compensación
IMPUESTOS - 03 de Diciembre, 2024

La Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal afirma que la ex AFIP (ahora ARCA) no puede aplicar sanciones como intereses resarcitorios por un error formal en una declaración jurada por compensación de impuestos, que el contribuyente rectificó, y obliga al organismo a que devuelva lo cobrado al contribuyente. 

En el caso, el contribuyente había determinado bien el impuesto. Sin embargo, para la ex AFIP (ahora ARCA), estaba mal cancelado por haber aplicado una compensación consignando un mes erróneo, mientras que los jueces valoraron la "buena fe" de la empresa y que los intereses hubieran provocado enriquecimiento ilícito del fisco.

Qué dice el fallo que rechaza sanciones por errores formales

La Sala 3 de la Cámara, del día 26 de noviembre pasado, confirmó un fallo que ordena a la ex AFIP y actual ARCA la devolución de intereses resarcitorios cobrados indebidamente a Proveedores Industriales Simat SR, comenta Alberto Mastandrea, del estudio BDO Argentina, y explica:

En la causa Simat, la Cámara establece que, en contextos donde los errores formales (declaraciones juradas erróneas) no afectan la esencia de la obligación fiscal, no corresponde aplicar sanciones como los intereses resarcitorios, sobre todo si el contribuyente demuestra su intención de cumplir y actúa diligentemente para rectificar los errores.

El caso Simat parece abrir una puerta hacia un enfoque más flexible del que estaba vigente por la sentencia Celulosa de la Corte Suprema de Justicia, del 28 de julio de 2005, al plantear una cuestión crucial: ¿debe la formalidad prevalecer siempre sobre la sustancia en materia tributaria?

La postura de la Corte en  el antecedente Celulosa priorizó el rigor formal para evitar abusos, pero el fallo Simat evidencia los límites de esta doctrina cuando se trata de errores claramente involuntarios y subsanables. 

En este sentido, la sentencia Simat podría interpretarse como un llamado a balancear las exigencias formales con un análisis razonable de las circunstancias particulares.

Aunque el fallo de la Cámara no revoca el precedente de la Corte, establece una línea de interpretación que podría ser explorada en casos similares.

La postura adoptada en Simat subraya la importancia de que ARCA evalúe el fondo de los casos, especialmente cuando la buena fe del contribuyente es evidente y no se produce un perjuicio real al fisco.

Qué se discutió en el caso Simat

En el caso, la empresa Simat había intentado compensar un saldo a favor del IVA del período 3/2013, para cancelar el Impuesto a las Ganancias correspondiente a 2012, pero un error tipográfico consignó el período 3/2012.

La ex AFIP detectó el error 5 años después y reclamó $218.918 en concepto de intereses resarcitorios, pero los tribunales determinaron que la empresa había actuado de buena fe y no configuró mora, revocando la intimación del organismo.

Apoyándose en el precedente Celulosa de la Corte, la ex AFIP sostuvo que la compensación produce efectos desde el momento de su presentación, circunstancia que no ocurrió hasta la rectificación del F. 1151 en el 2018, por lo que la empresa no puede alegar la compensación con anterioridad de la subsanación.

Qué dice el precedente Celulosa de la Corte

La Corte en la causa Celulosa consagro la teoría según la cual la compensación producirá efectos desde el momento de su presentación, siempre que en dicho acto se hubieren observado todos los requisitos exigidos.

De este modo, la Corte se había apartado de un Dictamen del Procurador que afirmó que, ante la falta de previsión legal expresa en materia tributaria, cabe recurrir a las disposiciones del Código Civil, en cuanto a que la compensación se verifica entre quienes reúnen la calidad de acreedor y deudor recíprocamente, desde el momento en que coexisten las deudas.

El fallo Simat confirmó que el cobro de intereses por parte de la AFIP constituía un enriquecimiento sin causa, dado que la compensación solicitada era materialmente válida y solo fue afectada por un error formal subsanado posteriormente.

La relevancia de este fallo radica en la aparente tensión con el criterio sentado por la Corte Suprema toda vez que, al sostener que las solicitudes de compensación fiscal solo producen efectos desde el momento en que se cumplen todos los requisitos formales, ello incluiría la correcta identificación de los períodos y montos involucrados.

"Este caso abre un interesante debate en el ámbito tributario: ¿Estamos frente al inicio de un cambio de paradigma en la interpretación de las compensaciones fiscales? ¿Se moderará el rigor formal establecido por Celulosa en pos de una relación más equitativa entre ARCA y contribuyentes? Su impacto real dependerá, en última instancia, de la receptividad de la Corte para consolidar esta tendencia", afirma Mastandrea.

El fallo Simat rechaza la aplicación de intereses resarcitorios en un caso en que el contribuyente incurrió en error formal en una declaración jurada, pagando en un principio menos impuesto, pero más tarde rectificando y mostrando voluntad de rectificar.

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