Kicillof perseguirá los fondos del blanqueo: ¿corre riesgo el efectivo de quienes ya ingresaron?
La provincia de Buenos Aires, a cargo del gobernador Axel Kicillof, salió a avisar que no adherirá al blanqueo y que fiscalizará a personas de alto patrimonio. Esto puede asustar para ingresar en las Etapas 1 y 2, donde se pueden regularizar otros bienes. Sin embargo, las personas humanas que blanquearon dinero en efectivo no están en peligro.
Según declaraciones del gobierno de Kicillof, "el blanqueo de Milei es una amnistía para evasores. Siempre que se disponga de la información, se avanzará con fiscalizar a todos los contribuyentes que declaren bienes o fondos a ARCA, para corroborar la existencia de impuestos provinciales omitidos y perseguir coactivamente su cobro. Ante indicios de blanqueo, se harán fiscalizaciones".
La provincia de Buenos Aires no adhiere al blanqueo
La decisión de no adherir al blanqueo por parte del gobernador Kicillof permitirá a ARBA exigir sumas por los impuestos a los Ingresos Brutos, Sellos y tributos patrimoniales: inmobiliario urbano y rural, embarcaciones y patentes, a quienes blanquearon. Además, la determinación de deuda impositiva por parte del fisco conlleva intereses, multas y hasta denuncias penales.
Sin embargo, no es el mismo el caso de una empresa que ya tiene actividad gravada en el Impuesto sobre los Ingresos Brutos, y que se puede deducir que el dinero en efectivo que blanqueó provino de esa actividad, que una persona humana que trabaja en relación de dependencia y que no está bajo la lupa de ARBA.
Aunque la adhesión al blanqueo es fuertemente mayoritaria en las jurisdicciones del interior, todavía no adhieren la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Tierra del Fuego, La Rioja, Santa Cruz, Formosa, Catamarca y Santiago del Estero.
Qué pasa con los impuestos de Axel Kicillof y el efectivo del blanqueo
El tema de los impuestos provinciales en ciertas jurisdicciones como Buenos Aires es lo que hizo más atractivo para personas humanas que para empresas el blanqueo de dinero en efectivo, por el riesgo de que las provincias reclamen Ingresos Brutos si la actividad generadora de los activos ocultos estaba alcanzada, indica Cecilia Núñez, de KPMG Argentina.
Además, el plazo de prescripción es de 5 años para atrás, por los que los fiscos provinciales y los municipios pueden reclamar Ingresos Brutos y tasas municipales, por presuntas actividades que generaron los fondos con los que se adquirieron los activos que hoy se regularizarían, explica.
Para el dinero en efectivo, el riesgo de reclamo es mucho menor porque las provincias tendrían que demostrar que se originaron en actividades gravadas por el Impuesto a los Ingresos Brutos en la provincia. Demostrar esto sería un esfuerzo de recaudación muy alto, remarca.
Si blanquea la compañía que por su actividad paga Impuesto a los Ingresos Brutos, sería más sencillo de inferir que los ingresos provienen de esa misma actividad gravada y que no fue declarada, precisa.
Otro caso es el de los inmuebles. Si una propiedad blanqueada, en el futuro, genera alquileres que están gravados en el Impuesto a las Ganancias, por el intercambio de información con la AFIP, la provincia de Buenos Aires se enteraría.
A partir de ello, ARBA exigirá el pago de Ingresos Brutos sobre esos alquileres no declarados, estimando que la evasión se produjo hasta durante 5 años para atrás. Y también sabrá que el contribuyente exteriorizó el inmueble y reclamará el impuesto patrimonial, también por el lapso de la prescripción.
"Si en eventuales fiscalizaciones, el contribuyente alega que los ingresos bancarios o registros contables que generen inconsistencias son producto del blanqueo, ello no sería oponible ante la Agencia", explicaron.
"No estamos cazando blanqueadores", aclararon fuentes del gobierno provincial. Y afirmaron que la no adhesión no modifica la conducta ni las políticas que desplegó ARBA desde que llegó Kicillof hasta la actualidad: "Fiscalizar con progresividad y reorientar los esfuerzos hacia los sectores de mayor capacidad contributiva".
De esta manera, el gobierno de Kicillof sale una vez más a diferenciarse del presidente Milei, rechazando adherir al blanqueo por los impuestos provinciales, lo que es más serio para empresas que ya están bajo la lupa de Ingresos Brutos por su actividad, que para las personas humanas que blanquearon efectivo.