Con la reciente promulgación de la Ley 27.739, que incorpora importantes modificaciones al Código Penal y a la Ley 25.246 de Lavado de Activos, y junto con las vigentes Resoluciones de la Unidad de Información Financiera (UIF) (242/2023, 42/2024 y 28/2024) regulatorias de las obligaciones de los Escribanos, Contadores y Abogados, se introdujo una modificación sustancial que marca un antes y un después en materia de prevención de Lavado de Activos: la migración del "Enfoque de Cumplimiento" al "Enfoque Basado en Riesgos" (EGR).

El Enfoque Basado en Riesgos surge a través de la Recomendación 1 del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI o FATF, por su sigla en inglés) y cambia radicalmente la conducta que los Sujetos Obligados deberán tener frente a los procesos de prevención y compliance para el Lavado de Activos.

Si bien las Resoluciones UIF 30/2017 y luego la 14/2023 ya lo habían incorporado para las instituciones financieras, lo cierto es que ahora el concepto se incorporó por Ley y se extiende a las actividades y profesiones no financieras designadas (APNFD) de escribanos, contadores y abogados.

El Enfoque Basado en Riesgos concede a los Sujetos Obligados el poder decidir a su criterio o discreción el nivel de Debida Diligencia que se deberá realizar al momento de interactuar con sus clientes en las determinadas operaciones y actividades designadas por la UIF. Esa Debida Diligencia, deberá ser capaz de asegurar que las medidas dirigidas a prevenir o mitigar el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo correspondan con los riesgos identificados, y que les permita tomar decisiones sobre cómo asignar sus propios recursos del modo más eficaz.

Lavado de dinero: nuevo paradigma para contadores, abogados y escribanos

El principio general de un Enfoque Basado en Riesgos, es que, cuando se detecten riesgos se ejecuten medidas intensificadas para administrarlos y mitigarlos.

La verdadera importancia radica en entender el camino que se deberá llevar adelante desde el momento en que la UIF deposita una especie de "confianza" en el Sujeto Obligado, hasta el momento en que ese Sujeto Obligado se encuentre frente a un cuestionamiento por no haber sabido satisfacer esa "confianza" recibida.

Contadores, Abogados y Escribanos deberán esforzarse rápidamente para adecuarse a los nuevos lineamientos normativos, los cuales implican un cambio sustancial de las políticas de prevención del pasado. Dicho esfuerzo tendrá como ventaja la posibilidad de focalizar la intensidad de las tareas de prevención y compliance y asignar recursos acorde al nivel del riesgo definido por ellos.

Dr. (Abog.) Federico Schweizer

Socio del Estudio Teresa Gómez – Carlos Quian & Asociados