Impuesto a las Ganancias: cómo compensan las empresas a los directores frente a los empleados

Si no se aprueba en el Congreso la modificación del Impuesto a las Ganancias que prevé el presidente Javier Milei, muchos ejecutivos sufrirán más retenciones en su recibo de sueldo, por solo tener un cargo de director de la sociedad. Las empresas ya implementan compensaciones para estos directivos.

Por qué el director paga más impuesto que el empleado

Este año se reemplazó el Impuesto a las Ganancias por un impuesto cedular a los mayores ingresos, donde cedular significa que no puede beneficiarse de deducciones como cargas de familia, intereses hipotecarios, medicina prepaga y similares, aunque que tiene un piso alto, de 15 salarios mínimos vitales y móviles (SMVM).

Pero este nuevo impuesto solo alcanza a empleados en relación de dependencia y excluye a directores y síndicos de sociedades, así como a consejeros de cooperativas, entre otros.

El Impuesto a las Ganancias régimen general que siguen pagando los directores de sociedades, tiene un piso mucho más bajo para empezar a tributar, pero admite la deducción especial y las deducciones personales.

Esta medida busca que, en las pymes, los socios no licúen la renta empresaria en forma de sus salarios como directores, que tienen muchas más deducciones, y la compañía no pague el Impuesto a las Ganancias al 35%.

Mientras que un director con las deducciones básicas (aportes a la seguridad social, ganancia no imponible y deducción especial) podrá computar un importe anual de unos $9.500.000, un empleado que no ocupe un puesto estatutario tendrá una deducción algo mayor a $28.000.000 anuales, indica Andrés Tellado, socio de Tributación de Nómina y Derecho Laboral de KPMG Argentina.

Las empresas compensan en el Impuesto a las Ganancias a los directores

A esto debe agregarse, en beneficio del empleado que no es director, que la deducción de los 15 SMVM mensuales se actualiza en julio de cada año y con efecto retroactivo a enero, por lo cual, la diferencia de importe a deducir entre los dos grupos de empleados es mucho mayor al finalizar el año fiscal, explica.

Qué hacen las empresas para compensar a los directores

Ante esta situación, las empresas se ven en la necesidad de atender los planteos de sus ejecutivos por la afectación en el sueldo neto, solo por ocupar un cargo estatutario que, en las multinacionales, ni siquiera es remunerado mediante honorarios de director, ya que se compensa la totalidad de la prestación de servicios mediante el pago de salario, precisa Tellado.

Existen alternativas para recomponer esta situación, que deben tener en cuenta el esquema de compensación que tienen sus directores, momento en el cual se pagan las compensaciones variables, deducciones que puede computar cada director según su situación personal y la proyección de la afectación del neto salarial, advierte.

Entre las alternativas más frecuentes encontramos las siguientes, enumera:

1. Garantizar al director - empleado un tratamiento impositivo "como si no ocupase el cargo estatutario", pero tomando precauciones legales dado que cualquier cambio podría considerarse como un derecho irrenunciable en el contrato del ejecutivo.

Esto se concreta a través de un tratamiento similar al que reciben los trabajadores expatriados, instrumentado mediante un acrecentamiento o grossing up, concepto previsto en la normativa para que el empleador se haga cargo, en forma total o parcial, del impuesto del trabajador.

2. Garantizar al ejecutivo que se le recompondrá su neto cuando se verifique el perjuicio, ya que podría ocurrir que no se evidencie en los primeros meses del año, pero sí al avanzar el período fiscal.

3. Incrementar el sueldo bruto mediante un adicional especial, pero esta última alternativa deja abierta la puerta a frecuentes negociaciones salariales, adicionales a las que presenta el actual contexto salarial.

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De esta manera, las empresas compensan la diferencia de sueldo entre un director de la sociedad con un empleado en relación de dependencia sin ese cargo, y con igual sueldo, que se producirá en 2024 si no se aprueba en el Congreso la modificación que promueve el presidente Milei.