La propuesta de Milei y Macri, bajo la lupa: los pro y contra de clubes de fútbol si se convierten en sociedades anónimas
El presidente electo Javier Milei y el titular de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia, quedaron en veredas irreconciliables frente a la idea de que los clubes de fútbol sean Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), como en otros países, y busquen ganar dinero. ¿Qué persiguen los clubes argentinos cuando se oponen a cambiar?
La discusión de la creación de las SAD para hacer más eficientes a los clubes de fútbol, se da en la Argentina desde el gobierno de Carlos Menem en los 90 y la AFA siempre logró frenar los proyectos en el Congreso.
Según el experto en derecho deportivo, Martín Auletta, eso se debe a que en la Argentina se le otorga a los clubes deportivos, ya sean los denominados grandes o los clubes de barrio, una función social, cultural y de promoción del deporte que en otros países queda en manos del Estado.
Los detractores de las SAD aseguran que una sociedad comercial tiene por objeto obtener beneficios económicos, mientras que, con su estructura legal actual de asociaciones civiles sin fines de lucro, las entidades sólo buscan ganancias para cumplir con esos objetivos sociales.
En tanto, no pesan poco en la discusión, las malas experiencias de clubes como Racing, San Lorenzo, Ferro y Quilmes, cuando se permitió la entrada de capitales privados bajo la figura del "gerenciamiento".
Cómo surgió la polémica Milei vs Tapia por los clubes
Antes de ganar el balotaje, Milei había declarado: "A las Sociedades Anónimas no les va mal, tienen espectáculo. La pregunta es quién lo financia y cómo se financia. Hay clubes que cotizan en Bolsa y todo. ¿A vos qué carajo te importa de quién es el club si le ganás a River 5 a 0 y sos campeón del mundo?. ¿O preferís seguir en esta miseria que tenemos, cada vez fútbol de peor calidad? ¿Cómo nos va cada vez que salimos afuera de la Argentina?".
En respuesta, Claudio "Chiqui" Tapia, titular de la AFA, reunió la semana pasada a los representantes de las instituciones de fútbol en una Asamblea Ordinaria de la AFA y logro sentar una postura unánime contra la incorporación de las SAD al Estatuto Social de la AFA. Con la sola ausencia de Talleres de Córdoba, la votación contra las citadas sociedades terminó 45 votos a 0.
"Las SAD no tienen existencia jurídica, es algo que algunos ven como superador a lo que nosotros tenemos. Si no tuviéramos los clubes cumpliendo la función que cumplen, no seríamos los que somos, somos defensores de las Asociaciones Civiles sin fines de lucro y buscamos fijar una posición institucional, como manifestaron ustedes públicamente", afirmó Tapia.
"El que les habla está más convencido que nunca que ese es el fútbol argentino, que la esencia nuestra es de Asociaciones Civiles. Felicito a los clubes que revalidaron dicho apoyo", manifestó Tapia frente a todos los representantes de las entidades.
La historia de la discusión sobre las sociedades anónimas deportivas
Después del intento menemista, Mauricio Macri intentó promover la idea de las SAD cuando era presidente de Boca Juniors, pero tuvo en contra a todo el fútbol argentino. La reflotó desde la Presidencia de la Nación, con igual suerte.
La idea de Milei de adoptar el modelo de la Premier League para los clubes de fútbol argentinos, donde son Sociedades Anónimas Deportivas, volvió a despertar nuevamente a la oposición cerrada a la idea.
¿De dónde viene este rechazo? "El miedo principal viene ante la posibilidad de que los clubes dejen de cumplir el rol social, deportivo y cultural que se les asigna en Argentina", afirma Auletta.
A esto se le suma que no terminó bien el experimento cuando se adoptó la figura del "gerenciamiento", para incorporar capital privado a los clubes de fútbol, como en los casos de Quilmes (Excel Group), Racing después de la quiebra, San Lorenzo o Ferro (que incluso terminó en un proceso penal).
Pero, en el proyecto menemista, había un criterio superador porque se generaba una sociedad mixta, con una asociación civil que proteja la función social y deportiva amateur y otra comercial, con una SAD que sólo se ocupe del deporte profesional.
Qué diferencia a un club Asociación Civil de una Sociedad Anónima
Cuando un club es una Asociación Civil, está conformado por socios, pero no hay un dueño o varios accionistas que poseen la entidad. Todos los socios tienen los mismos derechos que son regulados por el Estatuto del club, explica Auletta.
La Sociedad Anónima Deportiva sólo se diferencia de otra SA en el objeto: se dedica al deporte. Puede tener uno o varios dueños. El club puede ser vendido o transferido como cualquier SA, indica.
La SAD permite incorporar capital privado, pero también tiene consecuencias distintas: busca un beneficio económico, mientras que para las asociaciones el lucro no es lo principal, sólo busca una ganancia para solventar sus actividades, la organización de actividades deportivas o culturales, advierte.
En el mundo, Uruguay y, más recientemente, Brasil crearon las SAD como una figura optativa, relata.
¿Una Sociedad Anónima Deportiva da más salud al club?
Para Auletta, las características de una SAD pueden ser muy distintas y, de hecho, difieren con los países, por lo que todo se trataría de una cuestión de regulación.
Pero, ni el ropaje de SAD ni el de Asociación Civil sin fines de lucro garantiza una buena o mala administración, afirma, y agrega que "sería tan equivocado afirmar que la SAD permitiría una administración exitosa como decir que una asociación equivale a una administración deficitaria".
Con las dos figuras societarias, hay buenas y malas administraciones. Chile y España impusieron en los 90 la forma de SAD de manera forzosa a los clubes de fútbol, recuerda
En España, la incorporación forzosa de los clubes de fútbol a la figura de SAD previó que presentaran sus balances a determinada fecha y, si tenían déficit, se debían convertir, aclara.
Mientras que hoy existen todavía cuatro clubes muy exitosos que siguen siendo asociaciones civiles, entre ellos, el Real Madrid y el Barcelona, también hubo quiebras de otros que habían sido convertidos en sociedades anónimas, remarca.
"Las SAD son estructuras, herramientas, las podés usar bien o mal sin importar qué herramienta sea", subraya.
Por qué se oponen Tapia y los clubes a las sociedades anónimas
Esta oposición a que los clubes tengan dueño tiene que ver con una concepción cultural de cómo se generaron y cómo evolucionaron las entidades en Argentina.
Los clubes ocupan un lugar que en otros países ocupó el Estado: formar deportistas, generar una actividad deportiva y, muchas veces, también cultural, con múltiples actividades desde los más grandes hasta los de barrio.
"Nunca se dio este debate de manera adecuado, quienes defienden los roles de las asociaciones civiles hablan de evitar la 'privatización' de los clubes", considera Auletta.
"Esto es un error, crear una SAD no es privatizar, porque los clubes hoy son privados, no son estatales. Los clubes ya son de los socios, no son del Estado y, aunque sea una propiedad colectiva, es privada", subraya.