Alivio fiscal: un proyecto con gusto a poco para los autónomos
El proyecto de ley de alivio fiscal para monotributistas y autónomos que impulsa Sergio Massa comienza este martes a ser tratado en el Congreso. Para el caso de los autónomos, la iniciativa avanza en un aumento del 50% sobre la deducción especial, es decir, pasando de los $505.129,66 a $757.694,52.
Con esto, la realidad es que un autónomo pasa a tener un incremento de $21.047 mensuales de ingreso sobre lo que no pagaría ganancias, dependiendo el monto del impuesto del total de los ingresos acumulados que posea.
Para reflejarlo, "tomemos el caso de un soltero autónomo y uno trabajador en relación de dependencia con sus respectivos pisos sobre los cuales no tributarían", dice Mariano Echegaray Ferrer, titular del Estudio Echegaray Ferrer.
En el ejemplo que da, sostiene que antes del ajuste sobre los trabajadores en relación de dependencia, existía una diferencia entre los ingresos sobre los que no tributa un trabajador en relación de dependencia, con un ingreso de $187.528 contra los $58.282 de un autónomo, esto daba una diferencia entre uno y otro de 3,2 veces los ingresos del trabajador en relación de dependencia superiores al autónomo sin pago de impuesto.
"Con el cambio para trabajadores en relación de dependencia que lleva los $225.000 a $280.000 proyecta un ingreso neto de $233.057 y los autónomos mantenían su ingreso en $58.282, arrojando un incremento de la diferencia de 4 ingresos a favor del trabajador", advierte.
Con la reforma del alivio fiscal que se está analizando, se corrige dicha diferencia, subiendo el ingreso del autónomo a $77.710 mensuales. Es bueno aclarar que el monto de autónomos se llega es considerando 13 meses para igualar la situación del aguinaldo en trabajadores. De esta manera, se vuelve a llevar las diferencias entre ambos a 3 veces los ingresos de los trabajadores sin pago de impuestos.
Falta de progresión de la escala
En definitiva, "esto solo es una mera corrección para mantener la diferencia entre unos y otros, sin solucionar el problema de fondo que es la falta de progresión del impuesto a las ganancias", dice Ferrer en NA.
Hay que recordar que el monto a partir del cual se accede a la escala máxima del impuesto es de $1.555.232 para este año, en tanto que en 2001 dicho monto era de $20.000 equivalente a u$s120.000, trayendo dicho valor al tipo de cambio de cierre, tenemos un monto que debería rondar los $12.600.000.
Con este dato, "podemos concluir que actualmente tenemos una escala que es un 88% menor a la de hace 20 años y de allí viene el avance del impuesto sobre montos ilógicos de resultados", señala.
Al borde de la canasta básica total
Un tema no menor es que la falta de incremento de las deducciones de los autónomos lleva por la aceleración de la inflación que se termine pagando impuesto si ganan el equivalente a una Canasta Básica Total (CBT). Recordemos que la CBT la forma la canasta básica de alimentos (alimentos necesarios para cubrir los requerimientos kilocalóricos y proteicos imprescindibles) sumando los bienes y servicios no alimentarios. Es decir, el ingreso mínimo necesario para no ser considerados pobres en nuestro país.
Con los montos actuales, si tomamos los datos en el mes de abril de la CBT para una familia tipo y la actualizamos al 6% para el mes de mayo, prácticamente se iguala a las deducciones personales del autónomo.
¿Qué significa esto? Al licuarse la brecha entre la canasta básica y las deducciones personales, hace que paguemos impuesto sobre "ganancias" que en realidad son consumos necesarios para la subsistencia del contribuyente.
Si se avanza en la modificación de la deducción especial la brecha entre CBT y deducciones se va a un 23%, llevando la brecha a la existente a principio de este año.
Ésta es la trampa tributaria en la que se ha convertido la Argentina, donde el impuesto a las ganancias pierde su progresividad y lleva a que se deba comenzar a pagar el impuesto sobre montos que son necesarios para subsistir.