La recaudación tributaria en mayo creció casi el 80%: estos son los rubros que impulsaron la suba
La recaudación tributaria de mayo de la AFIP alcanzó los 1.551.370 millones de pesos, con un crecimiento interanual del 80%, impulsada principalmente por el desempeño del Impuesto a las Ganancias y los tributos asociados a la Seguridad Social, informó el Ministerio de Economía.
Con el nivel de ingresos alcanzado en el mes de mayo, se estima una expansión interanual en términos reales por vigésimo primer mes consecutivo
Por qué se impulstó el crecimiento de la recaudación
Los impuestos que otorgan progresividad al sistema se expandieron en conjunto un 102,5% i.a. En particular, el Impuesto a las Ganancias, registró un crecimiento de 102,6% i.a.
En cuanto a los recursos de la Seguridad Social (+75,8% i.a.), se sostuvieron altas tasas de crecimiento, profundizando la tendencia expansiva observada en los últimos meses. Tanto las mejoras salariales como el crecimiento del empleo registrado persisten como los factores que explican dicha expansión. La suba de dichos recursos responde al crecimiento de las Contribuciones Patronales (75,6% i.a.) y al incremento de los Aportes Personales (73,9% i.a.)
Los impuestos con mayor respuesta a la actividad económica (+70,1% i.a.) contribuyeron también a explicar el crecimiento de la recaudación nacional. Dentro de este grupo se encuentran el IVA (69,0% i.a.), el Impuesto a los Créditos y Débitos (58,6% i.a.), los Internos Coparticipados (82,5% i.a.) y el impuesto a los Combustibles Líquidos (51,8% i.a.)
Los tributos de comercio exterior mostraron un crecimiento de +49,2% i.a. El principal concepto que explica el crecimiento son los Derechos de Importación y tasa estadística, que en conjunto registraron un incremento de 71,3% i.a., en línea con el crecimiento de la actividad económica. A su vez, los Derechos de Exportación crecieron +42,8% i.a.
Segundo semestre sin ingreso fuerte de dólares
En el primer semestre del año, el Gobierno se vio favorecido por la mayor recaudación tributaria, el pago estacional de Ganancias y Bienes Personales ayuda muchísimo.
También el ingreso de la cosecha que deja un abultado ingreso de retenciones. Por su parte, se logró un caudal importante de dólares que ayuda a las arcas del Banco Central.
En el segundo semestre no estarán los anabólicos de mayor ingreso de impuestos, como tampoco el ingreso de dólares de la cosecha, y allí todo se pondrá cuesta arriba.
En la actualidad, el stock de reservas medido versus los pasivos monetarios nos deja un dólar de equilibrio en torno de $230, un precio muy lejano de los $210 actuales que cotizan los dólares alternativos. El dólar está a buen precio.
Como dato a tener en cuenta, habrá muchas inversiones que ingresarán desde julio en adelante, como ser los dólares chinos para la construcción de dos represas muy importantes, un nuevo régimen de inversión en petróleo y gas, y la inversión del gasoducto Néstor Kirchner.
Resulta muy llamativo que con exportaciones que podrían ubicarse en torno de los u$s86.000 millones e importaciones por u$s76.000 millones, el país no esté creciendo a una tasa superior. Hay que destacar que Argentina cerró un beneficioso acuerdo con los acreedores privados y un acuerdo muy aceptable con el FMI que posterga pagos de deuda a futuro, generando una concentración importante a partir del año 2028 en adelante.
Falta de confianza y de gestión
Argentina tiene por delante un escenario económico mundial que la puede favorecer, ya que tenemos una economía muy ligada a la producción primaria, con precios a la suba y favorables condiciones para colocar estos productos.
La dualidad de pensamiento en la coalición gobernante hace que el presupuesto público no sea bien gestionado y que tengamos un gran déficit, financiado mayoritariamente con emisión monetaria.
El Gobierno no logra seducir a los capitales para financiar el déficit fiscal, ni tampoco que lleguen inversiones importantes para consolidar una tasa de crecimiento del 4% anual. Esto se ve reflejado en el escaso stock de dólares que tenemos en las reservas y el gran pasivo monetario que tiene el Banco Central.
Los argentinos están paralizados a 564 días del cambio de Gobierno, sin señales claras de cómo evolucionará la coyuntura económica y política.
Si se despejara el escenario político y tuviéramos más certidumbre económica no caben dudas que Argentina estaría creciendo a tasas muy elevadas.
Estamos dejando correr otra gran oportunidad, con precios record de materias primas, altas exportaciones y una industria en expansión, pero con un mercado interno muy débil, salarios bajos y alta pobreza. Falta confianza y gestión, dos elementos esenciales para que una economía crezca.