Commodities: los precios de productos de exportación argentinos suben, ¿podrá aprovecharlos el país?
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Fruto de la situación política y económica por la invasión rusa a Ucrania, en últimas semanas, los precios internacionales de los granos y algunos alimentos han subido mucho. Si bien esto podría ser bueno para Argentina, varios factores harán que el país no pueda aprovechar esta oportunidad.
Por una parte, el aumento en las cotizaciones pone presión sobre los precios de los alimentos para el mercado local, precisó Gabriela Lorenzo, de Abeceb, y agregó que sólo en enero la harina aumentó un 5,7% en relación a diciembre vs 3,9% para el nivel general.
Además, las subas recientes ponen presión sobre los costos para alimentación de ganado, la industria alimenticia y la molienda e incrementan los riesgos de un mayor control sobre las exportaciones, sumó.
Hoy el esquema de "volúmenes de equilibrio" para el trigo pone un límite de exportación de 14,5 millones de toneladas, que están prácticamente todas compradas, limitando la posibilidad de aprovechar la ventana de exportación que abre el conflicto, advirtió.
Por el lado de los precios internos, la industria molinera ya lleva compradas 1,6 millones de toneladas de los 5 millones que usualmente se consumen, sostuvo.
Los aumentos de precios para la exportación
Juan Manuel Garzón, del Ieral, precisó que, en los últimos 30 días estos productos de exportación aumentaron en puertos argentinos como sigue:
- Trigo 32%
- Maíz 18%
- Aceite de girasol 35%
- Aceite de soja 30%.
Los aumentos se producen como consecuencia lógica de la expectativa de reducción de la oferta de granos en el mercado mundial en los sectores en los que Rusia y Ucrania son jugadores grandes como trigo y girasol (aumenta el precio de la materia prima para harina y aceite), indicó Ariel Barraud, de Iaraf.
La guerra afecta 30% de las exportaciones mundiales de trigo y el 19% de las exportaciones mundiales de maíz, ambos commodities alcanzaron niveles históricamente altos: u$s400 por tonelada de trigo en niveles de 2008 y u$s290 de toneladas de maíz en niveles de 2012. Esto genera un arrastre también sobre la soja y sus derivados, dijo Lorenzo.
"Esto se produce junto al contexto de aumento de los costos del comercio: precios en energía, transporte, intermediación y seguros", agregó Barraud.
"En la medida que se despeje la incertidumbre, pueden tener alguna retracción las fuertes subas, pero habrá aumentos", aclaró Garzón.
Las causas internas para los aumentos de precios
En el país, hubo aumentos de harina de 70% en la última semana. Al ser consultado sobre el motivo, Mariano Echegaray, del estudio Echegaray Ferrer, dijo que el problema del aumento del precio de la harina viene de la mano de la falta de oferta por parte de los productores argentinos.
"Esto se da porque, al estar intervenido el mercado, no se está vendiendo, el productor ve la diferencial de precios que queda en el camino y decide no vender", explico.
"Esto se está viendo desde hace meses, y no es el resultado del contexto internacional sino de la intervención de un mercado que tarde o temprano impacta en precio", sostuvo.
Además, la pregunta que circula en los círculos agrarios, según la Bolsa de Comercio de Rosario es: ¿el productor está planificando la siembra triguera 2022/23? La respuesta es no, porque los productores están muy preocupados por esta campaña gruesa en la sigue faltando agua y no saben ciertamente como van a rendir los lotes", respondió la entidad.
"Si no se producen lluvias que recarguen los suelos no vamos a sembrar trigo, afirmarían los productores.
También el maíz viene muy mal, ya que se estima el rinde más bajo de los últimos 10 años, dijo la Bolsa de Comercio de Rosario, ya que, por las temperaturas altas del verano, se perdió 33% de lo que se esperaba a la siembra.
Los precios internos y los internacionales
Garzón aseguró que la situación pone más presión todavía sobre la inflación y su control en Argentina.
Si bien las materias primas son sólo una fracción de los costos de los alimentos, en algunos casos menor al 20% o 25% del precio que paga un consumidor, caso del trigo en un panificado, la suba de precios internacionales de materias primas complica cualquier política antiinflacionaria, añadió.
El precio de los alimentos viene subiendo ya desde hace varios meses y varios puntos del incremento en proporción de indigentes se explican porque el precio relativo de los alimentos subió mucho, comentó el economista Juan José Fanelli.
"En la medida que las materias primas (granos, harina, aceite) suban, se verán también incrementos en los precios de los alimentos de los que estos productos son insumos", precisó Barraud.
Esto se trasladará al índice de precios en función directa con el peso de los alimentos en la canasta del IPC (entre un 7% y un 12% dependiendo de la región del país es el peso sumado de Pan y cereales, Aceites y grasas, y Otros alimentos industrializados)", puntualizó.
Este traslado dependerá también de si los precios se mantienen altos de aquí en adelante o de si revierten parcialmente en algún momento (en caso de que se trate de una sobrerreacción inicial o haya una evolución "favorable" en la guerra), aclaró Barraud.
Recesión por la suba de precios y el acuerdo con e FMI
El problema es que los cambios de precios relativos se dan en la Argentina a partir del nivel de inflación inercial existente y ya hace más de un año que la inflación núcleo no baja de 3% mensual, recordó Fanelli.
Es curioso pero pasa siempre: por un lado, la suba de precios internacionales favorece la restricción externa (no estamos hablando de energía), pero por otro complica la estabilización interna, consideró.
Esta suba se adiciona a la que habrá vía tarifas y tipo de cambio. Muy complicado para la inflación. Si el gobierno endurece la política monetaria como acordó con el Fondo, cuanto más se acelere la inflación por tipo de cambio más más alimentos más tarifas, mayor va a ser la recesión a corto plazo", afirmó.
Si la oferta monetaria crece menos que los precios, eso baja la inflación sólo a mediano plazo. A corto genera recesión. O sea, la suba de alimentos empeora la estanflación, aseguró Fanelli.
La inflación trepa por la suba de commodities
Garzón precisó que la inflación en alimentos y bebidas durante 2021 en 10 países de Latinoamérica fue 7,4%, por lo que en Argentina fue 6,8 veces superior al promedio de la región.
En el arranque 2022, mes de enero, la inflación alimentos en Argentina 4,9%, en la región 1,6%, por la que la inflación argentina 3 veces más alta que la de la región, remarcó.
Políticas expansivas y subas de precios de commodities incrementaron la inflación en todo el mundo, pero las tasas "argentinas" solo se ven en Argentina, subrayó.
Si bien puede haber algo de inflación "importada", las tasas locales se explican mucho más por factores "locales" que externos, concluyó Garzón.
El fideicomiso triguero, un ruido más
El fideicomiso para granos exportables puede tener algún efecto de corto plazo en "desacoplar" a los precios argentinos de los precios mundiales, aceptó Barraud, pero agregó que esto se estaría logrando justo en el momento de mejores precios para lo que Argentina produce y puede vender en condiciones competitivas con el resto del mundo y que podría generar dólares.
Echegaray protestó porque los productores son los que terminarán soportando este costo y serán los que terminan subsidiando toda la cadena. Hoy estamos viendo los efectos de la intervención que se vive en el mercado, y consigo, la falta de oferta que impulsa el precio, alertó.
Lamentablemente toda intervención de un mercado trasparente termina repercutiendo en las decisiones de producción que se define cada año, primero para definir la superficie sembrada, productos y posteriormente sobre la venta de los productos, afirmó Echegaray
Una medida condenada al fracaso
Toda intervención termina teniendo un efecto contrario a lo que busca. Más tarde o temprano se ajusta el precio, enfatizó Echegaray.
Los fideicomisos son un impuesto adicional a los productores que se utiliza para subsidiar a determinados consumidores. Para éstos hay algún alivio, pero no para el conjunto de consumidores. El efecto sobre la inflación que mide el Indec de estas medidas es limitado, indicó Daniel Artana de FIEL.
El fideicomiso triguero se encuentra en la misma línea que el fideicomiso del Fondo Fiduciario Aceitero destinado a contener precios internos de aceite de soja y girasol, prorrogado por todo 2023, y cuyo impacto en precios resultó limitado, consideró Lorenzo.
Y explicó que se registró un 51% aumentó el precio del aceite en enero 22 vs marzo 21 mientras que, en el nivel general, la suba fue de 38,8%.
Este tipo de medidas implican un nuevo impacto sobre la rentabilidad del productor, que también deberá enfrentar mayores costes de combustibles e insumos como los fertilizantes, advirtió Lorenzo.
Qué harán los productores ante la suba de precios
Con esta volatilidad de los precios, con una tendencia claramente alcista, sería de esperar que se ralenticen las ventas de granos, que sólo aquellos que necesitan con urgencia hacerse de fondos vendan y que el resto espere para ver hasta dónde puede llegar la escalada de los precios, consideró Garzón.
Sin embargo, aseguró que esta decisión de "espera" es lo mejor para el país. ¿Si nuestros principales productos de exportación se están valorizando, para qué desprenderse rápido de ellos?, se preguntó.
Los productores como su palabra lo indica, seguirán produciendo, pero ellos deciden que producto, con que tecnología y luego en qué momento lo comercializa, advirtió Echeragay.
Con intervenciones de mercados, un Estado socio que participa con más del 70% a través de los impuestos y sin incentivos para invertir, hace que la gestión interna de cada empresa tome una relevancia suprema para buscar alternativas para cuidar el margen de su negocio y reinventarse como el productor argentino nos tiene acostumbrado", concluyó.
Los mercados funcionan dando señales: cuando el precio sube te está diciendo que el mundo quiere incentivarte a que produzcas más, cuando baja te dice que tenés que producir menos, explicó Isidro Guardarucci, de FIEL.
En un país normal uno puede pensar en mecanismos que reduzcan shocks externos, pero en Argentina se utilizan de forma discrecional y afectan la previsibilidad del sector. La respuesta natural es la de siempre: menos inversión y producción de la que el mundo vía precio nos está demandando, remarcó.