Conocer al equipo de trabajo, el principal desafío que deja los tiempos de pandemia
La pandemia no sólo cambió nuestras vidas, sino que también impuso un cambio obligatorio en la forma de trabajar, en gran medida, por el aislamiento impuesto para evitar los contagios.
De la noche a la mañana tuvimos que aprender a convivir con una realidad totalmente diferente, donde la premisa era confinarse en nuestros domicilios para aminorar la marcha del COVID.
Esta situación implicó que, como responsables de los recursos humanos, tuviéramos que adaptar muchas estrategias para poder acercarnos a nuestros equipos y encontrar el mejor equilibrio entre continuar trabajando y cuidarnos entre todos.
Las enseñanzas de la pandemia
Si algo nos enseñó la experiencia de estos tiempos es que no existe una fórmula mágica o plan perfecto que pueda aplicarse con éxito en todas y cada una de las compañías.
Es cierto que, probablemente, no existe ni un manual o teoría que considerara un escenario tan extraño como el que se vivió, no sólo en nuestro país, sino también en el resto del mundo.
Pero, así y todo, dejó en claro una cosa: la clave está en conocer a los equipos. Justamente, conocer al equipo de trabajo es el principal desafío que deja los tiempos de pandemia.
La personalización -que pueden ir desde el paquete de beneficios, hasta el equilibrio entre el trabajo presencial y el remoto, los incentivos o la cantidad de videollamadas que resulten más convenientes-, pasó a ser vital para el funcionamiento.
Precisamente, si algo hizo este contexto tan fuera de lo común fue ayudar a resaltar las diferencias entre cada uno de los colaboradores y no sólo a nivel profesional, sino también familiar y social.
Todos estamos de acuerdo en afirmar que no hay dos personas iguales, en ningún ámbito. Sin embargo, las realidades de cada uno terminaron mostrándose tales cuales son, más visibles que de costumbre.
Así, quedaron a la vista los marcados contrastes entre colaboradores con familia, hijos, parejas, solteros. También la de quienes tuvieron problemas con la conectividad o que no tenían un lugar para poder desarrollar sus tareas con facilidad.
Una vez más, gestionar personas nos acercó a una realidad que siempre está visible y a la que nunca nos zambullimos de pleno. Sólo ahora, que debemos mirar a nuestros colaboradores como un todo, podemos encontrar el mejor camino para motivarlos.
Antes de la pandemia, era muy común (para no decir que era la norma) pensar en beneficios idénticos para todos. El pensamiento era global, para que se aplicara a la plantilla completa, a todos por igual.
Ahora, todo parece indicar que hay que dejar de lado la idea de ir a lo general, para enfocarse en lo particular. Es momento de conocer a cada uno de nuestros colaboradores en detalle.
Solo a partir de ahí comenzaremos a transitar el camino correcto hacia incentivos y beneficios que serán recibidos con una mayor apreciación, porque estarán dirigidos y pensados específicamente para cada uno.
Obviamente que esta tarea puede ser más fácil en aquellas compañías en donde la plantilla no es tan grande, pero puede pensarse imposible para una multinacional, con muchos y variados colaboradores
Sin embargo, el desafío es compartido: a los líderes, les tocará conocer a su equipo, mientras que a los responsables de RRHH tendrán que trabajar en conjunto con ellos para llevar adelante la mejor estrategia y aprender a administrar esta individualidad.
Un camino nada simple
Desde ya que el trabajo de conocer quién es la persona con mayor integridad, es una tarea que demanda tiempo, energía y que el empleador, muchas veces, no está dispuesto a realizar.
La realidad actual nos muestra un escenario nuevo y, así como es inútil pretender resultados distintos haciendo siempre lo mismo, es imposible pensar en encontrar una nueva estrategia sin cambiar la forma de pensar.
Hoy, eso que muchas veces fue subestimado, pasó a ser la clave para toda estrategia de retención, para lograr capturar nuevos talentos o para conseguir sinergia y potenciar a nuestros equipos de trabajo.
A veces lo que es caos para una persona, puede ser una oportunidad para otra. Podemos ver la pandemia como un problema o como una pieza más en el engranaje que hace mover al mundo. Aprovechemos el momento.
María Clara García Zanón, líder de Recursos Humanos de Sasovsky & Asociados