Ganancias: ¿la nueva ley perjudica a los empleados del Sur argentino?
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La Cámara de Senadores acaba de convertir en ley el proyecto que ajustó el piso a partir del cual los empleados en relación de dependencia y los jubilados abonan el Impuesto a las Ganancias.
A partir de ahora, aquellos que cobren un salario o haber bruto de $150.000 mensuales, no abonarán el gravamen y recibirán en los próximos meses la restitución de los montos retenidos en los primeros meses del año.
El texto aprobado por el Congreso define la creación de una nueva deducción que será variable para llevar a cero la base imponible de todos aquellos que no superen el umbral salarial o jubilatorio recién mencionado.
Además, incorpora una serie de nuevas deducciones (se suma la deducción por concubinato, entre otras) y nuevas exenciones (por caso, bonos productivos y horas extras realizadas por el personal esencial).
Ganancias: ¿la nueva ley perjudica a los empleados del sur?
La novedad fue vista con buenos ojos por la mayoría de los gremios, que fueron los que más alentaron a modificar el impuesto. Sin embargo, hay un grupo de trabajadores que no tienen mucho para festejar.
Hablamos de los empleados que viven en la denominada zona desfavorable (que comprende las provincias de La Pampa, Rio Negro, Chubut, Neuquén, Santa Cruz, Tierra del Fuego y el partido de Carmen de Patagones de la Provincia de Buenos Aires).
Muchos se preguntarán por qué tienen poco que celebrar, si el proyecto aprobado establece un incremento en las deducciones personales del 22% para estos trabajadores.
La respuesta es simple: dado que ese porcentaje de aumento se fija expresamente sobre el monto de las deducciones, el nuevo piso establecido (de $150.000 brutos mensuales) no se ve afectado.
El artículo 11 del texto aprobado por Senadores, dice:
"Manténganse vigentes las disposiciones previstas en el tercer párrafo del artículo 30 de la Ley de Impuesto a las Ganancias, texto ordenado en 2019 y sus modificaciones, referidas al incremento de las deducciones personales computables, en un veintidós por ciento (22%), cuando se trate de empleados en relación de dependencia que trabajen y jubilados que vivan en las provincias y, en su caso, partido, a que hace mención el artículo 10 de la Ley 23.272 y sus modificaciones".
Al establecer expresamente que el incremento debe recaer sobre las deducciones personales computables, no debe aplicarse a los $150.000 brutos que constituyen el umbral que debe considerarse para determinar la nueva deducción variable.
De esta manera, los empleados del sur tienen el mismo piso que los del resto del país (los $150.000 brutos mensuales) cuando la lógica debería indicar que el valor de este parámetro debería ser de $183.000 brutos mensuales.
Una posible solución
Existe una posibilidad de subsanar este inconveniente, gracias a que el Congreso cedió al Poder Ejecutivo la potestad de ajustar el parámetro de $150.000 brutos durante este período fiscal.
Es una máxima reconocida que nadie se opondría a que se introduzca un monto más para el caso de los trabajadores de zona desfavorable, más cuando la iniciativa buscaba incorporar un beneficio a estas personas.
El único problema es que el texto aprobado no definió plazo alguno para introducir cambios en el piso aprobado y, por ende, el alivio podría llegar dentro de unos cuantos meses o, incluso, no llegar.
Ahora, todo dependerá de la discrecionalidad del Poder Ejecutivo. Esperemos que se tenga en cuenta esta cuestión y pueda subsanarse pronto este error involuntario que no pudieron identificar los legisladores.
Soledad Iglesias, gerente de Impuestos de Sasovsky & Asociados