GANANCIAS

Impuesto a las Ganancias: quiénes serán perjudicados por la reforma al impuesto

Expertos tributaristas afirman que el proyecto para beneficiar a algunos trabajadores con una exención en Ganancias tiene efectos colaterales. Los detalles
IMPUESTOS - 23 de Febrero, 2021

El proyecto del diputado Sergio Massa para que 14% del total de trabajadores que hoy sufren retenciones en el Impuesto a las Ganancias queden liberados del gravamen tiene un impacto muy desparejo sobre los profesionales, los empleados convencionados y los desempleados.

En primer lugar, los profesionales sólo reciben el beneficio si trabajan en relación de dependencia, mientras que los que se desempeñan en forma autónoma se ven seriamente perjudicados.

Luego, en el universo de los trabajadores que hoy pagan Ganancias, se benefician los que hoy perciben un salario bruto de hasta $150.000 mensuales pero se perjudican claramente los que ganan hasta alrededor de $165.000, porque pasan a cobrar menos sueldo que los de escalas inferiores.

Y, por último, la inseguridad jurídica para las empresas que significa financiar la baja de recaudación con Impuesto a las Ganancias de cuarta categoría manteniendo la alícuota de 30% para el gravamen sobre las rentas de las sociedades conspirará contra la creación de puestos de trabajo.

El drama de los autónomos

El proyecto de ley muestra claramente una ventaja significativa para aquellos trabajadores con remuneraciones hasta $124.500 pesos de bolsillo, indicó César Litvin, del estudio Lisicki, Litvin & Asoc.

Agregó que, en cambio, implicará una baja leve para los que ganan un poco más.

A los trabajadores en relación de dependencia que tienen una remuneración superior a $145.500 neta mensual no les cabe ningún beneficio y seguirán padeciendo el impuesto sin detentar capacidad contributiva para tamaño esfuerzo fiscal, remarcó Litvin.

En tanto, el caso de los autónomos es obsceno, los números cantan la violación a la garantía de igualdad ante la ley, es insostenible esta situación, enfatizó Litvin.

Al respecto, Litvin indicó que con un salario mensual neto de $124.000, un profesional en relación de dependencia no pagará Impuesto a las Ganancias, mientras que el que trabaje como autónomo deberá abonar alrededor $122.440 anuales por el gravamen.

Por su parte, Cecilia Goldemberg, de Andersen Argentina, destacó que el proyecto mantiene la discriminación en contra del trabajador autónomo, a quien se le aplica la deducción especial simple o en todo caso incrementada mínimamente para profesionales o emprendedores durante los tres primeros años de actividad.

En números, Goldemberg ejemplificó que suponiendo ingresos mensuales equivalentes a $150.000 más aguinaldo del trabajador en relación de dependencia, el impuesto mensual para el autónomo sería de $ 27.032.

Es una discriminación muy perjudicial para los emprendedores autónomos, quienes se encuentran frente a un sistema de cumplimiento imposible cuando por su nivel de ingresos superan el parámetro para calificar como monotributista, afirmó Goldemberg.

Los autónomos brillan por su ausencia en el proyecto y mantienen una carga fiscal que supera al menos el doble de impuesto y su umbral es infinitamente menor, aseguró Santiago Sáenz Valiente, de SSV Contadores Públicos.

Un soltero debe sostener su vida digna con $42.000, dado que de superar la cifra comienza a pagar Ganancias, precisó Sáenz Valiente.

Si fuera casado y tuviera que alimentar a 2 hijos lo debería poder hacer con $55.000. Malabarismo absoluto, dijo Sáenz Valiente.

No hay razonamiento lógico para la diferencia de tratamiento entre una PH en relación de dependencia respecto aquel que desempeña su tarea en forma independiente, opinó Sáenz Valiente.

La triste argumentación esgrimida por algunos es "los autónomos tienen posibilidad de evadir" y que "quienes son empleados en relación de dependencia, no", dijo el experto, y desmitificó este argumento.

El argumento es que los autónomos tienen más facilidad para evadir Ganancias

Diferencias entre trabajadores

El proyecto eleva el piso a partir del cual los trabajadores tributan el IG, lo cual es positivo y soluciona la situación dolorosa para los empleados pues gran parte de los incrementos salariales quedaban absorbidos por el Impuesto debido al congelamiento de las deducciones durante el año, dijo Goldemberg.

El incremento del sueldo de bolsillo redundará en un mayor poder de compra inmediato, sobre todo en los estratos medios, añadió Goldemberg.

El economista Martín Kalos, de la consultora EPyCA, consideró que las familias que se verán beneficiadas por la exención de Ganancias son en su mayoría de trabajadores formales bajo convenio, como los bancarios.

También Gabriel Caamaño, economista jefe de la Consultora Ledesma, dijo que las familias alcanzadas no son ni las más necesitadas ni las de los ejecutivos de las empresas, sino mandos medios y sindicalizados.

Pero lo negativo, advirtió Goldemberg, es que la modificación propuesta produce un salto abrupto entre situaciones similares según de qué lado del límite se ubique la retribución del empleado.

En números

La norma proyectada, en lugar de definir una suma fija incrementada para la deducción especial ordena realizar un cálculo de modo de asegurar que a todo trabajador con un sueldo bruto de $150.000 mensuales (sin incluir el SAC) no le corresponda la retención, puntualizó Goldemberg.

En virtud de ese procedimiento, que fija un tope, se produce un salto abrupto entre quien gana un importe igual o menor a $150.000 mensuales y quién percibe una retribución mínimamente superior, por ejemplo $ 151.000, aseguró Goldemberg.

En el primer caso no hay impuesto y en el segundo asciende a $9.883 para el caso de una persona sin cargas de familia, comentó la experta.

Vemos que el impuesto supera la diferencia en la retribución, de ese modo es un sistema que desalienta percibir un incremento formal, alertó Goldemberg.

A su vez, Raúl Sanguinetti, de Baker Tilly Argentina, indicó que un soltero que con el pago de Ganancias percibía de salario bruto de 150.000 mensuales y neto de seguridad social aproximadamente de 117.600, pasará a ganar de bolsillo 124.500 por mes.

Mientras que, según los cálculos de Sebastián Domínguez, de SDC Asesores Tributarios, quienes superen ese bruto de $150.000 ganarán menos de esos $124.500 por mes. Puso los siguientes ejemplos.

-Para un sueldo bruto mensual de $150.202, que resulta en un sueldo neto de seguridad social de $125.000, el sueldo de bolsillo sólo será de $111.6676 .

-En el caso de un salario bruto por mes de $156.627, lo que implica una cifra antes de Ganancias de $130.000 antes de Ganancias, el trabajador recibirá en mano $122.261.

-Recién con un ingreso bruto de $168.675, lo que da un neto de conceptos previsiones de $140.000, cobrará de bolsillo más que alguien con un bruto de $150.000, con la cifra en mano de $125.582.

Este proyecto incentivará a los empleados que superen los $150.000 a buscar formas de ingresos por otros caminos para no ver distorsionada su aporte al estado por considerarlo una injusticia, alertó Sáenz Valiente.

Sin embargo, el proyecto pretende suavizar parcialmente ese efecto autorizando al Poder Ejecutivo a incrementar la deducción especial para quienes ganen entre $150.000 y $173.000 pero no instruye acerca de la fórmula a ser aplicada, recordó Goldemberg.

Se discrimina a quienes no tienen trabajo al perjudicar a las empresas

Quiénes son alcanzados

Desde la salida de la "tablita" de Machinea, y hasta 2011, aproximadamente el 10% del total de los empleados en relación de dependencia pagaba el Impuesto a las Ganancias, dijo la contadora Romina Batista.

Cuando la cantidad de empleados y jubilados retenidos llegó a cerca de 30% en 2013, el Poder Ejecutivo estableció por decreto una suba extraordinaria de la deducción especial para que dejaran de pagar los salarios superiores a $15.000, añadió Batista.

Con esa modificación y hasta 2015 se volvió a la proporción histórica de que el total de sujetos retenidos (empleados activos y pasivos) de alrededor del 10%, precisó Batista.

Dicho esquema progresivo se dejó de aplicar con la sanción del Decreto 394d el 2016 que volvió al esquema tradicional de deducciones del "Mínimo no Imponible", explicó Batista.

Posteriormente se logró un incremento de las deducciones del impuesto para los trabajadores y jubilados y el establecimiento por ley del ajuste automático todos los años por el coeficiente de variación de "RIPTE", añadió la experta.

Si bien dicha reforma llevó alivio a los sectores asalariados, la evolución de las subas salariales hizo que la cantidad de sujetos retenidos se fuera incrementando, en 2020 había un 25,6% de retenidos, aseguró Batista.

Por aplicación del RIPTE, durante todo el año 2021 los empleados solteros pagarán el Impuesto a las Ganancias partir de un salario neto mensual de $74.810 al mes, mientras que los casados con dos hijos lo pagarán a partir de $98.963, de aprobarse el proyecto, comentó Batista.

La cantidad de empleados y jubilados retenidos para los primeros meses del año será de 2 millones, aproximadamente, pero ese número se volverá a incrementar con los incrementos salariales previstos para el año 2021, advirtió Batista.

Por estos motivos, el proyecto tiene como objetivo aliviar el peso fiscal de los trabajadores y jubilados, concluyó.

Lo que le falta al proyecto

Sáenz Valiente aseguró que por principios constitucionales sostenidos por la Corte Suprema de Justicia, se deberían replantear varios aspectos del actual pago de impuesto para las personas humanas.

La actualización de los montos mínimos anuales debería ser al menos trimestral atento el nivel inflacionario, puntualizó en tal sentido Sáenz Valiente.

Hoy los valores se corrigen anualmente por el RIPTE. En enero los trabajadores esbozan una sonrisa y luego de algunos meses se la quitan violentamente, afirmó Sáenz Valiente.

Las deducciones permitidas con valores actualizables deberían ser todas, añadió el experto.

Como ejemplos inaceptables donde ello no acontece , están los intereses de préstamos hipotecarios congelados desde hace más de 3 años en $20.000, y los gastos de sepelio, en $ 996.

También los gastos como alquileres o servicio doméstico, que está referido su límite al mínimo no imponible igualmente sufren distorsiones, enumeró Sáenz Valiente.

En tanto, la tabla determinativa del impuesto en su estructura actual hará que cualquier retribución que supere los $ 150.000 impacte directamente con tasas elevadas de impuesto, aseguró Sáenz Valiente.

Te puede interesar

Secciones