Expertos analizan las propuestas tributarias de la OCDE y de la ONU
Lamentablemente, las propuestas de la OCDE y de la ONU en materia tributaria coinciden cada vez más.
Para nosotros resulta evidente que en la última década, las propuestas de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en materia tributaria y en especial en lo que se refiere al Impuesto Sobre la Renta (ISLR), coinciden cada vez más en sus aspectos sustantivos.
¿Por qué afirmamos esto?, porque de los diversos documentos que constantemente emite la OCDE se desprende que la principal preocupación de sus diseñadores de políticas públicas en el ámbito tributario y particularmente en materia de ISLR, no es otro que incrementar la recaudación tributaria.
Un reciente ejemplo de esta situación se deriva del reporte denominado: OECD (2020), OECD Secretary-General Tax Report to G20 Finance Ministers and Central Bank Governors – July 2020, OECD, Paris, en este reporte fiscal del Secretario General a los miembros de esa organización, recomienda, entre otros aspectos, lo siguiente en materia de política fiscal: "Se debe considerar la revisión de la tributación del capital (desde la renta del capital hasta las ganancias de capital y los impuestos sobre la propiedad, incluidos los impuestos a la herencia) a la luz de los objetivos de crecimiento inclusivo, haciendo que el sistema tributario sea más progresivo cuando sea posible."
Propuestas tributarias e la OCDE y de la ONU
Esto es, hay que incrementar la presión tributaria para que los gobiernos dispongan de mayores recursos para cubrir la demanda incremental del gasto público derivada del impacto del COVID-19, a tal efecto, los sistemas tributarios deberán ser más progresivos.
Para cualquiera que lea esta nota, le resultará plausible que la OCDE recomiende incrementar la recaudación tributaria para así hacer frente al incremento del gasto público.
Pero no es así, detrás de este tipo de afirmaciones se esconde, lamentablemente, una visión completamente errada del problema y peor aún, similitudes cada vez más evidentes con la línea de pensamiento en materia tributaria que caracteriza y ha caracterizado históricamente al pensamiento de la ONU.
Y esto es una noticia terrible para nuestras economías particulares, ¿por qué?, porque lo que vendrá durante y después del COVID-19 será una mayor presión tributaria, ello aún cuando el manejo errático de la crisis por parte de buena parte de los gobiernos del mundo, ha contribuido de manera fundamental en la destrucción de cerca del 7% del Producto Interno Bruto (PIB) del planeta.
Y entonces, con una economía mundial en recesión, ¿es posible incrementar la recaudación tributaria?, para los "expertos" en políticas pública de la ONU que siempre han respondido a esta interrogante afirmativamente, se les suma peligrosamente desde hace buen tiempo, la visión también afirmativa de los "expertos" en ese ámbito de la OCDE.
Así, bajo el sistema tributario progresivo que alienta el Secretario General de la OCDE a la par de los jerarcas de la ONU, aquellos que generan riqueza y empleo, están y estarán siendo compelidos a pagar impuestos incrementales para que los gobiernos erráticos "distribuyan" esa renta en una población que demanda y demandará asistencia gubernamental ilimitada con y sin COVID-19.
En nuestra opinión, esto es un verdadero despropósito, pues lo que cabría aquí es revisar el tamaño del estado moderno, limitar su vocación asistencialista, potenciar el respeto absoluto del derecho a la propiedad e incentivar el rápido reinicio de las actividades económicas, todo ello sin incrementar la presión tributaria.
Alfredo J. Martínez G.
Director de Impuestos Internacionales en Lisicki Litvin & Asociados