ANÁLISIS

Expertos alertan sobre los inconvenientes que surgen cuando la Justicia fija honorarios profesionales

La situación es representativa de la realidad de lo que sucede hoy en día con nuestros profesionales, a los cuales en muchos casos no se los valora
IMPUESTOS - 23 de Junio, 2019

Un abogado (lo identificaremos en adelante ficticiamente como "Anthony Petrocelli" aludiendo a la inolvidable serie protagonizada por Barry Newman) con más de 25 años de trayectoria en la profesión, representó a una de las partes demandadas en un juicio civil por daños y perjuicios producto de un accidente de tránsito.Luego de tres años de litigio, el juicio culminó a principios del año 2017 con un acuerdo entre la compañía aseguradora y la parte demandante, fijando un monto indemnizatorio a favor de la última de aproximadamente $1.000.000.

En ese acuerdo, al abogado Petrocelli no lo hicieron participar.

En el documento donde instrumentaron el acuerdo, quedó obligada la parte demandante (o sea quien recibió el monto indemnizatorio antedicho) a abonar los honorarios profesionales al Dr. "Tony Petrocelli".

Se presenta al juzgado el documento con lo acordado entre las partes y, a mediados del año 2017, el juez civil le fija los honorarios al citado abogado Petrocelli en la suma de $55.000.

La parte obligada al pago de los honorarios incumple con su obligación. No los abona.

En octubre de 2017 el Dr. Petrocelli debió iniciar un procedimiento de ejecución contra la parte obligada al pago de sus honorarios a fin de que se cumpla la obligación asumida.

Al intimar al pago de los honorarios adeudados, el juez civil sostuvo que la parte obligada al pago no debía afrontar esa obligación (aun habiéndola asumido en un acuerdo) porque, como no poseía bienes y estaba actuando procesalmente con lo que denomina un "beneficio de litigar sin gastos", quedaba eximida de así realizarlo, más allá de haber percibido $1.000.000 aproximadamente como monto indemnizatorio.

Para el Dr. Petrocelli era muy injusto dejar de cobrar sus honorarios producto de su trabajo que le llevó años de labor consistente en presentaciones de escritos, asistencia a las audiencias, interposición de recursos, etc. procurando con sus ingresos los alimentos y el sustento de su familia.

Por dicha razón, apeló a la Cámara en lo Civil y ésta, previa audiencia con las partes, resolvió a favor del último dándole la razón.

Ahora sí, como la situación judicial viró rotundamente, enseguida apareció el dinero adeudado al Dr. Petrocelli el cual percibió, burocracia mediante, recién en mayo de 2019 (a casi dos años de nacida la obligación).

Pero lo más importante y la frutilla del postre de este relato es lo siguiente:Al Dr. Petrocelli ahora le deben los honorarios producto del proceso de ejecución que debió iniciar dos años atrás a fin de obtener el efectivo cobro de sus honorarios, toda vez que, de no haberlo así realizado, hoy ese importe no lo hubiese percibido.

El mismo juez civil se los determinó el 19 de junio de este año.

¿Saben cuánto reguló el Juez Civil en concepto de honorarios por este proceso ejecutivo de casi dos años de duración en procura de cobrar esa acreencia?

La suma de $2075.

 

Sí, esa suma por dos años de trabajo de un profesional abogado.

Con ese importe su familia no compra en el supermercado comida para siete días, no le alcanza para llenar el tanque de combustible de su auto (en caso que posea ese bien), constituiría el 10% de lo que abona mensualmente en concepto de medicina prepaga por su grupo familiar, representa al pago de 51 días de pasajes en transporte público de colectivos o buses y/o subtes o metro (ida y vuelta) en caso de vivir en área metropolitana (no en la Provincia de Buenos Aires) o, si tiene que almorzar en la calle producto de su trabajo en tribunales, sería el equivalente a 8 sandwich (y de los económicos) acompañados con agua o a 26 cafecitos (ni siquiera café con leche con medialunas) que ayudan a paliar el viento, frio y lluvia principalmente ahora en invierno.

No voy a explayarme si es la ley, si está bien o mal lo sentenciado, o si se aplica el dicho "alpiste, perdiste". Lo dejo a criterio del lector.

Lo concreto es que esta situación es representativa de la triste realidad de lo que sucede hoy en Argentina con nuestros profesionales, a los cuales en muchos casos no se los valora, y como muestra de ello, aquí una pequeña prueba.

En primer lugar, mis respetos a Ud. Doctor "Anthony Petrocelli" por ser una persona que trabaja en la faz privada, que paga sus impuestos y se esfuerza día a día procurando satisfacer sus necesidades básicas como la de su familia sin pedirle nada a cambio al Estado Nacional, seguramente generando trabajo, empleando gente, abonando sus obligaciones y paliando toda crisis, siempre tirando para adelante aun cuando desde el propio Gobierno se le pida que se esfuerce más y más.

En segundo lugar: ¿Con qué cara los motivo y los induzco a los estudiantes argentinos para que estudien, se capaciten y se instruyan bajo el argumento que, de así realizarlo, nuestro país les deparará un futuro digno y próspero?

Todo argumento que ayude a brindar una respuesta positiva al interrogante anterior será bienvenido.

Marcelo H. Echevarría

Abogado (UBA)- Especialista en Derecho Penal (UB)

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