Impuestos y tasas: qué se paga al comprar un pasaje de avión al exterior
Además de la tarifa, el precio que un viajero paga para conseguir su pasaje aéreo al exterior incluye una serie de cargos como tasas aeroportuarias e impuestos que pueden incrementar el monto final a desembolsar en hasta un 50 por ciento.
El componente más importante del precio final de un pasaje aéreo es el correspondiente a la tarifa base que dispone cada compañía aérea.
Allí, tiene gran incidencia el costo del combustible. No obstante, existen tasas e impuestos que se añaden y pueden incrementar el monto final de un pasaje en hasta un 50 por ciento.
También se aplica el impuesto a los pasajes al exterior, uno de los componentes adicionales al costo final de un pasaje.
Dicho impuesto está vigente a partir de la Ley Nacional de Turismo (25.997) sancionada en 2004. El artículo 24 de esa normativa, reglamentada en el decreto 1297/2006, se creó el Fondo Nacional de Turismo, que entre otros recursos se financia con un porcentaje "del precio de los pasajes aéreos y marítimos al exterior".
Al momento de la sanción de esa ley, la alícuota se fijó en el 5% y se mantuvo en esa cifra hasta que en enero de 2017, el Gobierno de Mauricio Macri dispuso su incremento al 7%.
Los cargos adicionales, sin embargo, no terminan allí. Por cada venta de un pasaje aéreo al exterior se recauda una tasa de seguridad aeroportuaria, que se destina a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC); una tasa aeroportuaria única correspondiente a los servicios migratorios y de aduanas; y una tasa correspondiente al uso de la aeroestación, que es percibido por el concesionario de cada terminal.
En estos tres casos, son tasas fijas que no varían de acuerdo a la tarifa del pasaje. El impuesto, en cambio, es el único componente variable.
Por último, pueden existir cargos adicionales cobrados por algunos países. En el caso de Brasil, los pasajes incluyen una tasa que únicamente se aplica para tickets de ida y vuelta.