En el equipo económico de Macri ya estudian reemplazar Ingresos Brutos por un impuesto a la venta
En el Gobierno ya están buscando una alternativa impositiva para que los gobernadores tiendan a eliminar Ingresos Brutos a partir del 2022, cuando varios rubros productivos pasarán a estar exentos de ese gravamen, según establece el pacto fiscal que firmaron los mandatarios con el poder Ejecutivo.
De acuerdo a un economista que trabaja en despachos oficiales, se evalúa la idea de implementar un tributo a la venta final, similar a la que actualmente aplica Estados Unidos, señala Bae Negocios.
En la Casa Rosada siempre vieron con malos ojos al impuesto a los ingresos brutos porque lo consideran distorsivo y acumulativo: es un tributo que paga toda la cadena, desde el productor hasta el consumidor, en forma de "cascada".
El problema es que representa el 75% de los ingresos propios de las provincias, por lo que eliminarlo golpearía de forma letal las finanzas de los gobernadores.
La solución que encontró el Gobierno en su objetivo por bajar la presión tributaria es fijar un esquema de reducción paulatina de Ingresos Brutos A partir de 2019, proceso que finalizaría en 2022, con diferentes topes dependiendo de la actividad.
Por lo pronto, los gobernadores empezaron a eliminar la figura de extraña jurisdicción para dejar de cobrarle a las empresas radicadas en otras provincias una alícuota diferencial y el cobro de ingresos brutos a actividades exportadoras.
Sin embargo, aprovecharon para meter subas en ese impuesto en los casos en donde la alícuota estuviera por debajo de los nuevos límites pactados con el Ejecutivo, para tratar de compensar las pérdidas generadas por bajarla en otros rubros.
Los sectores que no quedarán exentos en 2022 son hoteles y restaurantes, construcción, comercio mayorista y minorista, servicios financieros, comunicaciones, actividades inmobiliarias, servicios sociales y de salud e industria papelera. En el resto de las actividades, tendrán rebajas graduales en los próximos cuatro años.
Lo cierto es que en el Gobierno señalan que "Ingresos Brutos tendería a desaparecer para ser reemplazado por el impuesto a la venta, como tiene Estados Unidos".
En ese sentido, un informe del Cippec explica que "un impuesto en la etapa minorista es el que se aplica en el último eslabón de la cadena de distribución con el objeto de gravar el consumo final de bienes y servicios".
"De este modo, no solo recae en los distribuidores minoristas, sino también en el comercio minorista y mayorista, y los sectores primarios y manufactureros, siempre que vendan directamente a consumidores finales", puntualiza el documento.
Sin embargo, el trabajo del Cippec advierte que "la implementación de un impuesto a las ventas presenta dificultades de administración y control, dada la gran cantidad de contribuyentes minoristas, la recaudación bajo este esquema se concentra en la etapa más difícil de fiscalizar".
"El acuerdo alcanzado se limita a reducir la incidencia del Impuesto sobre los Ingresos Brutos en la actividad económica pero no apunta, ni siquiera en una perspectiva de largo plazo, a su sustitución definitiva", critica el Cippec.
El informe también propone la creación de un IVA de cuota suplementaria, y un IVA provincial compartido, pero es escéptico en cuanto a la eliminación de Ingresos Brutos: "en diferentes oportunidades se intentó modificar y/o eliminar pero ninguna de estas iniciativas prosperó en forma sostenida en el tiempo", concluye el documento firmado por el economista Walter Agosto.