Impuesto a la renta financiera: la pagarán las operaciones de más de 330.000 pesos
Según los cálculos del oficialismo, estarían alcanzadas por el impuesto a la renta financiera, siguiendo el nivel de tasas de interés vigentes en el mercado, las colocaciones a plazos superiores a los 330.000 pesos.
A medida que las tasas de interés actuales suban, el monto bajará, y viceversa tomando en cuenta que el mínimo no imponible será de $65.700 anuales, monto que se irá ajustando varias veces al año por la inflación.
Lo que aún el Gobierno no tiene definido, y deberá tratarse en el Congreso, será la manera de recaudar y quién será el agente de retención del tributo, señala Ámbito Financiero.
El tributo, que pagará el 5% para las colocaciones en pesos de renta fija y 15% para las operaciones en dólares, forma parte de la reforma impositiva y, espera el Gobierno, debería aprobarse antes de fin de año y comenzar a reglamentarse en el primer trimestre del año próximo.
Cómo se lo liquidará
El Ministerio de Hacienda quiere que el ingreso de lo producido entre a las arcas públicas de manera rápida y casi inmediata.
Aquí surge un primer problema: para que esto se concrete, al igual del impuesto al cheque, el agente de retención deberían ser los bancos, algo a lo que las entidades financieras se oponen radicalmente.
Afirman que esta obligación impondría una suba en los costos internos y administrativos que terminarían siendo derivados a los colocadores de los plazos fijos, los que tendrían así un incremento en los intereses, aunque leve, extra hacia arriba.
Tampoco es viable que sean los contribuyentes los que lo liquiden obligatoriamente, lo que derivaría en bolsones de evasión. La alternativa más lógica sería que se lo declare dentro de las liquidaciones anuales de Ganancias como una rentabilidad más de cada contribuyente.
Sería una forma segura y racional para garantizarse el ingreso. Sin embargo la alternativa no convence a Hacienda, ya que debería esperar un año para el ingreso de los fondos.
Concertadamente los casi $20.000 millones que se podrían recaudar, según los cálculos optimistas oficiales, recién ingresarían en la AFIP en abril y mayo de 2019, muy tarde paras las urgencias fiscales que tiene el Gobierno de Mauricio Macri y para las verdaderas necesidades recaudatorias para las que se avanza en la reforma impositiva, señala el matutino.