Por qué "pequeños evasores" consultan por el blanqueo y esta vez expertos les dicen de entrar
Los veteranos de los estudios contables no sólo están asombrados por el alto nivel de consultas para entrar al blanqueo, sino también por otro hecho inusual.
La sorpresa se debe a que el interés ahora no se limita a las empresas y a los grandes inversores –tal como ha sucedido en casos anteriores- sino que se extiende a los pequeños ahorristas.
En general, cuando se plantea este tipo de blanqueos, todo el mercado da por descontado que quienes están en la mira son los individuos que gozan de un elevado patrimonio.
No así los asalariados que, ante el temor que les genera una confiscación, sacan sus dólares del sistema financiero y los mantienen sin declarar en una caja de seguridad o en una cuenta bancaria en el exterior.
Sin embargo, ahora aparecen algunas características del régimen que hacen que también ese segmento esté realizando todas las averiguaciones pertinentes para ver de sumarse y así formalizar su situación.
Para empezar, claro, la insistencia de los funcionarios respecto de las posibles consecuencias para quienes no adhieran -cualquiera sea el tamaño y tipo de evasor-, como por ejemplo la posible pérdida del 50% del capital.
Además, esta vez el fisco contará con suficiente información, producto de la entrada en vigencia de convenios internacionales.
Tradicionalmente, el segmento de los "fugadores hormiga" (entre ellos quienes cruzan el “charco” y abren una cuenta en un banco del Uruguay), suele ser escéptico respecto de las bondades de ingresar a un blanqueo.
Confía en que por el escaso volumen de fondos no declarados, no se verá afectado o alcanzado por cambios en la normativa vigente.
Más aun, si se trata del país vecino, ya que no estará en la primera tanda de naciones que procederán a revelar sus datos financieros.
Su debut al régimen internacional -que es, por cierto, aquello que le da una potencia inusual a este nuevo blanqueo- se dará recién en septiembre de 2018.
Blanquear o no blanquear, esa es la cuestión
Por lo pronto, algunos trascendidos daban cuenta de que el fisco podría hacer la "vista gorda" con particulares cuyos montos no declarados no superen los u$s50.000.
Sin embargo, los especialistas que reciben este tipo de consultas por parte de ahorristas son enfáticos en recomendar la adhesión al nuevo régimen. Incluso, advierten sobre el riesgo de dejar pasar el tiempo.
Como argumento, no sólo plantean la posibilidad de que ahora la información pueda llegar a oídos de la AFIP. También hacen referencia a ciertos incentivos, como por ejemplo el hecho de que un matrimonio pueda dividir el monto ahorrado y hacer dos blanqueos por separado.
Bajo este mecanismo, todos aquellos que quieran transparentar cifras inferiores a los u$s40.000 podrán hacerlo a costo cero, ya que el pago del 5% rige en caso de que la cifra –a modo individual- supere los u$s20.000.
Como incentivo adicional, los expertos consultados recuerdan el menú de inversiones disponibles para quienes quieran eludir el pago de ese porcentaje, si bien el régimen en este aspecto pierde algo de atractivo, ya que les implica inmovilizar su dinero durante unos meses.
A la hora de plantear argumentos pro-blanqueo vinculados con el segmento de pequeños inversores, el más fuerte es que (esta vez) es posible cumplir con el fisco sin la necesidad de tener que traer el dinero al país.
Después de todo, como han reconocido los propios funcionarios, la mayoría de ellos sacó su dinero no en busca de lograr una renta ni para escaparle a la AFIP, sino ante el temor a la confiscación.
De hecho, el mayor crecimiento de ahorros de argentinos en el sistema bancario uruguayo ocurrió a partir de 2012, cuando la instauración del cepo retrotrajo las versiones de un neo-corralito y se produjo una caída abrupta de depósitos en dólares en bancos locales.
Dólares en el Uruguay
Los asesores tributarios señalaron a iProfesional que buena parte de quienes tienen activos no declarados se ven ante la disyuntiva de blanquear y pagar o de exponerse a los altos riesgos que implicará mantener oculto el patrimonio.
También hicieron referencia a un punto clave: habrá que abonar un impuesto especial del 5% por todo aquello que entre al blanqueo y supere el valor de $305.000.
Es el caso de un ahorrista que disponga de u$s25.000 en una cuenta bancaria fuera del país, ya que el total a "sincerar" –traducido en pesos- es de 372.500.
Para este ejemplo, Jorge Gebhardt, director del Departamento de Impuestos de Aguirre Saravia & Gebhardt Abogados, dio cuenta de las siguientes alternativas:
1. Blanquear a una tasa del 5%, en cuyo caso el costo sería de u$s1.250.
2. No sumarse al régimen para evitarse esa erogación.
Sostuvo que si se opta por la alternativa "a", entonces el titular podría destinar los u$s23.500 restantes a colocaciones financieras (como bonos argentinos) para luego sí poder darle el destino que quiera, ya sea mantenerlo invertido o gastarlo.
Si bien Gebhardt recordó que los trascendidos hablan de que las cuentas menores a u$s50.000 no serían informadas, advirtió que "en algún momento podría tener dificultades de detección por parte del fisco".
¿Qué sucede en el caso de propiedades en el exterior que no han sido declaradas ante la AFIP?
Por lo pronto, no forman parte del intercambio de datos financieros, lo cual -al menos por el momento- deja al fisco sin información para llevar adelante algún ajuste.
Gebhardt destacó que "existen proyectos en danza a nivel mundial de intercambio de datos inmobiliarios", si bien aclaró que pasará bastante tiempo hasta que se concreten. “Calculamos no menos de 5 o 6 años", aseguró.
El especialista también recordó que hace unos años la AFIP había obtenido información del catastro de Maldonado y de otras zonas del Uruguay. Sin embargo, como tal obtención no fue lograda de modo oficial (se trató de información robada), no pudo hacer nada al respecto.
Por su parte, Fernando Schettini, miembro de S&A, sostuvo que sin bien el intercambio de información por el momento rige para las cuentas financieras, en el futuro será muy difícil que los beneficiarios de activos de "todo tipo" se oculten bajo el paraguas de estructuras societarias.
Rumbo al norte
Claro está que Uruguay no es el único destino para el dinero de los pequeños ahorristas. Estados Unidos –que es otro de los territorios usualmente elegidos- no suscribió al pacto internacional de la OCDE.
Si bien las autoridades norteamericanas permanecen muy atentas a lo que puedan hacer sus ciudadanos con el dinero que ganan, no están dispuestas a compartir datos con otras naciones.
Esta negativa lo ha convertido en un lugar "seguro" para el refugio de dinero evadido. No obstante, la visión de los especialistas es que esta situación tiene altas chances revertirse a mediano plazo.
"Ya se han iniciado negociaciones y es probable que en dos o tres años el intercambio de datos entre EE.UU y la Argentina comience a tener lugar", remarcó Gebhard.
Tal como adelantó iProfesional, el propio titular de la AFIP, Alberto Abad, fue quien informó los avances en las conversaciones que llevan adelante el organismo de recaudación nacional con sus pares estadounidenses.
"Hemos comenzado a recorrer el camino para contar con un acuerdo de intercambio de información con los Estados Unidos", aseguró.
"Puede demorar seis meses, un año, dos años más pero hacia eso vamos. Será inevitable, Estados Unidos va a entrar", afirmó, si bien dijo que será un recorrido nada fácil.
En la actualidad, existen dos grandes grupos:
-El de la OCDE, que nuclea a gran parte de las naciones (incluida la Argentina)
-El de la FATCA, que es un mecanismo de intercambio diagramado por estadounidenses.
Debido a que EE.UU. no firmó el convenio con la OCDE, en un principio no estará obligado a proporcionar datos de ninguna persona que posea cuentas o propiedades en ese territorio.
En otras palabras, la AFIP no podrá hacerse de información de los argentinos con activos en Delaware o en Nevada, por ejemplo. Pero sí podrá lograr su objetivo en otras jurisdicciones, incluso, hasta en paraísos fiscales.
Una cuestión de tiempos
Por lo general, todos los acuerdos bilaterales o multilaterales incluyen dos características que son inamovibles:
-No permiten las denominadas "expediciones de pesca" (fishing expedition, en inglés)
-No son de carácter retroactivo.
La primera cuestión es para evitar que haya un abuso de los organismos fiscales. Por ese motivo, se incluyen cláusulas que limitan los pedidos de información indiscriminados (por ejemplo, el de un juez).
La segunda característica queda explícita en casi todas las cartas magnas y se basa en la idea de que es imposible juzgar a alguien por un acto anterior a una norma que pasó a considerar dicha acción como ilegal (con posterioridad).
Sin embargo, existen algunas dudas respecto al momento de corte que quedó establecido en el acuerdo OCDE rubricado por más de 100 países, entre los que figuran como Barbados, Colombia, Islandia, México, San Marino, Seychelles, Trinidad y Tobago, Islas Feroe, Isla de Man y Jersey.
"Todavía no está clara la aplicación retroactiva al 31 de diciembre de 2016, por lo que no es absolutamente seguro que se informe, luego de la citada vigencia, sólo hacia el futuro", aseguró Gebhardt.
"De todos modos, se sugiere que las cuentas que existieran en esos lugares no deberían ya estar vigentes al 31 de diciembre de este año, ya sea por transferencia a otro país o porque se retiren los saldos", completó.
Recordó que con Uruguay y Suiza ya existen acuerdos bilaterales en los que el intercambio de información es a pedido de la AFIP en forma individual. Y apuntó: "Ambos convenios deberían revisarse una vez que rijan los acuerdos multilaterales".
Por lo pronto, todos los argumentos que podrían tener aquellos "pequeños evasores" al momento de evitar el blanqueo parecen no tener la fuerza que piensan que tenían, más allá de que la decisión final quedará exclusivamente en sus manos.