Nuevo blanqueo, ¿puede fallar?: errores que deberá evitar Macri para no repetir fracasos de planes "K"
Los festejos por la elección ganada ya culminaron, pero el dolor de cabeza de Mauricio Macri y de su equipo económico continúa. ¿La razón del malestar? La delicada situación en la que recibirán al Banco Central.
Los números oficiales marcan u$s25.780 millones en concepto de tenencias brutas, pero los expertos sacan cuentas y señalan que la cifra neta -una vez descontados los encajes bancarios, los swaps de monedas y otros rubros- se ubica en un inquietante rango que va de los u$s500 millones a los u$s2.000 millones.
Por este motivo, el equipo económico trabaja a contrarreloj para hacerse de dólares frescos. Parte de ellos deberían llegar a través del "operativo seducción" hacia los productores sojeros, para que liquiden parte de la cosecha que todavía está guardada en silobolsas.
Eso podría aportar unos u$s7.000 millones que serían de gran aporte pero, claro, no serían suficientes. Otra de las opciones que se baraja, que es la de pedir dinero a otros países u organismos internaciones, no sólo requiere tiempo sino también que previamente implica acordar con los holdouts. Algo que por ahora está verde.
Pero hay también otras medidas en carpeta, como el blanqueo de capitales. En este punto, el nuevo Gobierno muestra puntos en común con otros, dado que esta estrategia suele repetirse cada vez que asume un jefe de Estado.
El objetivo, como siempre, es recaudar dinero y, además, transmitir la sensación de que tal vez sea "la última oportunidad" para que aquellos que tienen fondos no declarados pongan en regla su situación.
Hablando en números, el dato que se ha filtrado desde los equipos económicos macristas apunta a la posibilidad de hacerse de unos u$s5.000 millones por esta vía. ¿Es mucho o es poco? Según cómo se mire: si se compara con la cantidad de dólares que los argentinos tienen atesorados fuera del sistema financiero, es una parte ínfima.
Según un reciente informe elaborado por la Tax Justice Network, sa cifra totalizaría la friolera de u$s500.000 millones. Por ende, el objetivo sería blanquear apenas un 1% de los fondos.
Pero si se considera cómo les fue a los recientes planes para atraer divisas, entonces puede pensarse que el objetivo planteado es hasta ambicioso.
No hay que olvidar que el Gobierno kirchnerista intentó sumar u$s4.000 millones en 2013, cuando anunció el lanzamiento del plan de "exteriorización voluntaria de moneda extranjera", pero con un magro resultado.
La gran pregunta que se hace ahora el mercado es si cualquier nuevo intento de blanqueo está condenado a la misma suerte o si, por el cambio de clima político puede haber mejores chances.
Para los expertos, el shock de confianza de un nuevo Presidente puede ayudar para que los ahorristas se sientan más incentivados a participar pero, aclaran, no es una condición suficiente.
Así lo manifestaron los especialistas consultados por iProfesional, que destacaron que también será necesario un mejor mecanismo (los Cedines no estuvieron a la altura de la situación) y, sobre todo, un rendimiento que amerite la vuelta de los dólares que tanto requiere el Central.
Errores y posibles solucionesUno de los nombres que suena para reemplazar a Ricardo Echegaray en la AFIP, César Litvin, explicó a este medio que se pueden mencionar al menos tres factores como los culpables del fracaso de la todavía vigente exteriorización de moneda extranjera:
• Es un plan limitado.
• Tiene una logística compleja.
• Genera desconfianza.
En cuanto al primer punto, el especialista recordó que el objetivo del actual blanqueo apuntaba exclusivamente al dinero en moneda extranjera y que eso impidió la inclusión de pesos, de bienes y de cuentas en el exterior.
"Con lo cual, quedaron afuera de la regularización muchas posibilidades potenciales de ser blanqueadas", apuntó Litvin.
El cuanto a la logística, el especialista indicó que mucha gente -a la que se le explicaba que tenía que ir con los dólares al banco, obtener un certificado y después cumplir con un nuevo trámite- "no quiso entrar en esa incomodidad".
no requiera la repatriación de activos puede resultar más atractivo.
Más allá de eso, también hizo hincapié sobre el tercer punto: la confianza. En este sentido, manifestó que "el clima de negocios, las expectativas para realizar inversiones y la percepción del riesgo en caso de no adherirse suelen jugar un rol preponderante".
Pero este factor no sólo puede ser válido para atraer las divisas que están "en negro", sino también aquellas que, por desconfianza, fueron retiradas del circuito legal. Es decir, las que fueron a parar a una caja de seguridad o a una cuenta del exterior.
Así lo manifestó el ex director del Banco Central, Zenón Biagosch, quien resaltó que "la confianza tiene mucho que ver para que vuelvan capitales que fueron declarados. No hay que olvidar que todo lo que está fuera del sistema no es todo no declarado". Otros aspectos importantes
El éxito de un futuro blanqueo no recae sólo en estos tres factores. Por el contrario, también destacaron otros puntos que no deben ser perdidos de vista a la hora de confeccionar la normativa.
El ex ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, consideró que, para que tenga éxito, debería generarse entre los contribuyentes la sensación de que la AFIP los tiene en la lupa y que se están cortando toda posibilidad de traer el dinero solapadamente.
Pero, al mismo tiempo, resaltó la importancia de que no haya filtraciones y se mantenga en secreto quiénes participaron. "Tiene que ser muy confidencial. Como han aparecido listas, seguro hay temor entre la gente que tiene dinero afuera de aparecer una lista", indicó.
El ex funcionario también destacó que será necesario tentar a los que desean participar con un buen rendimiento. Al respecto, advirtió: "No se puede llamar a la buena voluntad de los empresarios. Ellos responden al incentivo, y el incentivo es la tasa de ganancia".
En este sentido, Biagosch sostuvo que habrá que mirar cuál es el objetivo. Si por caso es recuperar reservas, lo ideal es que las personas con dólares realicen un depósito a plazo fijo a un año, ya que tiene un encaje del 100% y aumenta el nivel de tenencias.
"A esta persona, en función de los objetivos coyunturales que existan, habrá que darle un beneficio mayor que al que blanquea y no lo deposita", indicó el titular de FIDESnet.
Las alternativas no terminan allí. Si, por ejemplo, se busca beneficiar a los que adquieren títulos públicos, habría que entregar alguna prerrogativa para quien compra bonos y aumenta la oferta de dólares en el mercado.
También se puede apuntar a quienes quieren blanquear pesos a los efectos de hacer una inversión en el sistema de producción de bienes y servicios dentro del país. En este caso, el experto sugirió que se les permita comprar bienes de capital en el extranjero, se les venda los dólares para esto y se los libere de todo impuesto arancelario, pero a cambio de demostrar que el dinero lo invirtió en un bien de capital que va a aumentar la producción y, a su vez, va a generar empleo.
Por último, será importante contemplar qué sucederá con las facturas apócrifas. Al menos así lo manifestó Iván Sasovsky, titular de Sasovsky & Asociados, que recordó que en ninguno de los anteriores se especificó el tema y tuvo que ser la Justicia la que terminó avalándolo.
"De esta manera, resulta importantísimo que, ante los recientes antecedentes de los últimos dos blanqueos de la era kirchnerista, cualquier propuesta futura deje en claro la valides del mecanismo", resaltó.La mirada de los organismos internacionalesEl lanzamiento de un nuevo blanqueo llega en una época en la que los organismos internaciones están concentrados especialmente en evitar la evasión de impuestos, al tiempo que buscan evitar que el dinero que tiene un origen delictivo ingrese al sistema financiero.
Por este motivo, entidades como la OCDE y el GAFI siguen de cerca los movimientos que dan los países. Sobre todo, respecto de aquellos apartados de las normativas que puedan significar una liberación en materia de lavado de activos.
Al respecto, Edelstein aseguró que la OCDE de alguna manera propicia que las naciones analicen el lanzamiento de estos programas de regularización, aunque apunta a que sea la última posibilidad para que los incumplidores se pongan al día antes del comienzo del intercambio de información fiscal a nivel global.
En los últimos años, la entidad estuvo abocada a potenciar el uso de datos que tienen los diversos gobiernos para lograr evitar las prácticas impositivas nocivas. Es decir, el cambio de la sede principal a países con baja o nula tributación para evitar pagar tributos.
En este sentido, Remes Lenicov apuntó un dato que no debe perderse de vista: "El hecho de firmar ese tipo de intercambio de información como amenaza de transparencia, puede generar mejor dividendo para el blanqueo".
Incluso, el especialista de PwC recordó que en un reporte emitido en agosto del 2015, la organización internacional menciona las características principales que debería tener un proyecto de este estilo.
Por su parte, la preocupación del GAFI gira en torno a los controles sobre lavado de activos. Biagosch explicó que en 2012 la entidad publicó una guía -que se llama VTC Programs- donde exige que cualquier legislación en esta materia no debe eximir la aplicación de las normas sobre lavado.
"Es decir, al blanqueador o al que vaya a exteriorizar, solamente se lo puede eximir de haber omitido declarar oportunamente a los efectos de la evasión impositiva, pero tiene que demostrar que el origen de ese dinero es legal", aclaró.
Litvin recordó que fueron varios los países que llevaron adelante una medida de este estilo en este último tiempo, entre los que mencionó Chile, Brasil, Italia, España y Alemania. Y reforzó la afirmación del resto de los especialistas, al aclarar que "en la medida en la que se pueda distinguir muy claramente la diferencia entre 'dinero sucio' y 'dinero negro', no habría problema".
Además de la visión que se percibe desde el exterior, también es importante la interna. Y, si bien es necesaria, lo cierto es que no todos ven con buenos ojos una medida de este estilo. Por caso, el economista de Ferreres & Asociados, Fausto Spotorno, se mostró en contra de un blanqueo.
Para el especialista "un plan como el actual termina haciendo que ingresen fondos que inmediatamente después se retiran y traen como resultado la ruptura del sistema tributario, incomodidad de las partes y la certeza de que en cualquier momento se lanza uno nuevo".
Spotorno se mostró a favor de una moratoria e, incluso, de un plan de pagos debido a que se trata de de cosas muy distintas y que no promocionan el incumplimiento tributario.
"Es muy diferente la persona que viene cumpliendo con el pago de impuestos y que no puede pagar por un año y medio y ahora está endeudado, frente a la que ni declaró ni dijo cuánto estaba ganando", destacó.
Más allá de las percepciones, lo cierto es que para que haya consenso y regresen dólares al Central será necesario abarcar un amplio espectro de situaciones. Adicionalmente, habrá que implementarlo de manera simple y dar certezas a quienes desean participar para que, al menos, se logre reforzar las débiles reservas.