Monotributo: claves del proyecto de ley que presentó Massa para modificar el actual régimen
Sin esperar su llegada a la Cámara de Diputados, el candidato del Frente Renovador Sergio Massa ya presentó un amplio proyecto de ley que apunta a modificar aspectos impositivos que están en el "ojo de la tormenta": el piso salarial a partir del cual los empleados pagan el Impuesto a las Ganancias, el avance sobre la renta financiera y la actualización del límite de facturación en el Monotributo.
La iniciativa -que ya ingresó en el Congreso- propone elevar el denominado mínimo no imponible a $10.700 netos mensuales para trabajadores solteros y a $14.792 para casados con dos hijos.
Y no sólo eso, sino que también apunta a actualizar todos los meses de marzo los montos de forma automática en base a la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE).
Además, intenta brindar una solución a los reclamos que más resuenan entre los contribuyentes pequeños: incrementar los parámetros del régimen simplificado.
A fin de compensar el alivio en los bolsillos de los dependientes y monotributistas, la propuesta establece como principio general avanzar sobre la renta financiera al gravar los "resultados obtenidos por la enajenación de acciones, títulos, bonos y demás títulos valores, que coticen o no en bolsas o mercados de valores, cualquiera fuera el sujeto que las obtenga".
El proyecto lleva la firma de Felipe Solá, Graciela Camaño y Alberto Roberti, tres de los legisladores que acompañarán al intendente de Tigre en las próximas elecciones.
Alivio a los monotributistasUn aspecto no menor del proyecto apunta a actualizar un régimen que pide "a gritos" cambios a fin de no desaparecer: el Monotributo.
La primera modificación reside en elevar en un 50% el límite máximo para seguir perteneciendo al régimen simplificado.
Puntualmente, la iniciativa busca subir a $300.000 anuales el tope de facturación para los pequeños contribuyentes que se dedican a la venta de cosas muebles (actualmente está en $200.000 anuales) y elevar a $450.000 el límite para los que se dedican a las demás actividades. Vale tener presente que las escalas no se actualizan desde 2010.
A fin de precisar el cambio, el texto no sólo modifica los límites de ingresos sino que actualiza los distintos importes que delimitan las diferentes categorías. Por lo tanto, de prosperar la iniciativa impulsada por Massa, las nuevas pautas que soportarían los monotributistas serían las siguientes:
La propuesta se opone a lo sostenido en abril pasado por el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, quien aseguró que el Ejecutivo no evalúa subir las escalas, que en la actualidad arrancan con ingresos anuales de 24.000 pesos.
"Nosotros consideramos que el régimen de Monotributo no es de carácter general, sino que es para una porción minoritaria de contribuyentes", señaló Echegaray.
Además, para sostener su argumentación, sembró un manto de dudas sobre los particulares, al asegurar que, por lo general, la gente que ingresa al régimen simplificado "no lo hace exteriorizando todos sus ingresos".
El régimen actual, en "terapia intensiva"
Como sucede con gran parte del sistema tributario argentino, el Monotributo también se encuentra desactualizado.
Al respecto, Iván Sasovsky, titular de Sasovsky & Asociados, fue contundente: "No sirve de nada tener un régimen para pequeños contribuyentes en el que los mismos sujetos no puedan mantenerse como tales. Y menos aún cuando los elementos objetivos que los definen como parte de esa categoría no se modifican".
El especialista agregó que "para comprender en dónde estamos parados hoy, debemos observar dos temas fundamentales: primero el avance acelerado de la retroactividad del mismo, en contraposición directa a la fundamentación primera del régimen, que fue justamente pugnar por la progresividad de la tributación nacional".
"Esto es así dado que los umbrales para definir a un pequeño contribuyente se han ido achicando hasta llegar a ser hoy una simple sombra de lo que en algún momento fueron", explicó el experto.
"En segundo lugar, la carga administrativa con la que se diseñó esta forma de tributación se ha ido multiplicando con el correr del tiempo, hasta llegar a constituir un verdadero costo económico y de estructura para los miembros de este cada vez más selecto 'club' de monotributistas", destacó Sasovsky.
El especialista recomendó que "así como cuatrimestralmente los pequeños contribuyentes deben 'actualizar' sus categorías, el fisco debería ajustar de igual forma los parámetros que definen los límites".
Sasovsky también señaló que se debería avanzar en un sistema de actualización automática en base a la variación de algún índice confiable". (Lea más: "Grandes olvidados": cada vez más monotributistas quedarán expulsados de un régimen que ya "quedó viejo")
Piso en Ganancias y el "eterno botín": la renta financieraEn relación a las rentas financieras y las de capital, la iniciativa propuesta por Massa, considera necesario gravarlas con Ganancias con el objetivo de generar las señales adecuadas para equiparar condiciones con las restantes actividades de la economía alcanzadas por el tributo.
A fin de priorizar las inversiones de largo plazo, el proyecto apunta a generar esquemas diferenciales de tratamiento en función del monto del capital invertido, del plazo de la inversión y del destino de las mismas.
La propuesta busca establecer el impuesto a la renta financiera sobre las ganancias realizadas de capital derivadas de acciones (con y sin cotización en mercados bursátiles), títulos públicos, letras, obligaciones, bonos, títulos valores e intereses por plazos fijos.
En este último caso, quedarían alcanzados aquellos depósitos superiores a $250.000 (o que el conjunto de plazos fijos de una persona física supere dicho monto).
La alícuota en ese caso sería de 15% el primer año, de 20% en el segundo, de 25% en el tercero y de 35%, a partir del cuarto año. Quedarían excluidos del impuesto los depósitos a plazo fijo derivados de indemnizaciones laborales y cobros por accidentes del trabajo y de juicios previsionales.
Las ganancias de capital generadas por la compraventa de acciones serían gravadas cuando las operaciones se realicen a un plazo menor a doce meses calendario y las alícuotas seguirán el mismo camino que en el caso anterior.
El proyecto también busca establecer un tratamiento diferencial en el tributo para la emisión de nuevas acciones destinadas a proyectos de inversión, quedando desgravadas de Ganancias en los dos primeros años.
En tanto, la renta de títulos públicos tendría tratamiento similar al de los intereses de los plazos fijos, aunque contarán con una exención de tres años las nuevas emisiones de deuda.
Asimismo, quedarían eximidas las colocaciones de acciones y obligaciones negociables de YPF dadas las necesidades estratégicas de nuevas inversiones energéticas.
Respecto a las obligaciones negociables vinculadas a nuevos proyectos de inversión del sector privado la iniciativa establece que estarían exentas de Ganancias en los primeros tres años y en el plazo de cinco para el caso de las pequeñas y medianas empresas.
A la vez, se impondría una desgravación para la reinversión de utilidades de estas compañías. Es decir, que se aplicará una alícuota del cero por ciento durante tres años, considerandose inversión a toda aquella compra de bienes de capital.