Tras el escándalo de lavado de dinero a narcos, renuncia un alto ejecutivo de HSBC

El banco pidió perdón ante el Senado norteamericano por la "inaceptable" conducta que habría permitido realizar maniobras sospechosas
IMPUESTOS - 17 de Julio, 2012

El banco británico HSBC pidió este martes disculpas ante el Senado norteamericano por la "inaceptable" conducta que habría permitido el lavado en Estados Unidos de miles de millones de dólares sospechosos de proceder de cárteles mexicanos y de países sancionados por Washington como Irán.

Además, un alto ejecutivo presentó su renuncia al quedar en medio del escándalo. 

En concreto, quien dejó su cargo fue el jefe del Departamento de Control del HSBC, David Bagley, quien anunció su dimisión justo cuando testificaba ante una comisión del Senado estadounidense en Washington.

"Le dije al grupo (HSBC) que ahora es el momento adecuado para mí y para el banco de que alguien nuevo se ponga al frente del Departamento de Control", indicó Bagley al iniciar su testimonio ante el Subcomité de Investigaciones de Seguridad Nacional.

"He accedido a trabajar con los directivos del banco en una transición ordenada en este importante cargo", agregó ante los legisladores estadounidenses.

Estos elaboraron un informe de más de 300 páginas que compila todo un año de investigaciones y en el que se acusa al banco británico de haber "expuesto al sistema financiero estadounidense a un amplio espectro de riesgos de lavado de dinero, narcotráfico y financiación terrorista debido a escasos controles".

Según el documento presentado oficialmente este martes en el Senado, las actividades realizadas entre las filiales estadounidense, HBUS, y mexicana, HBMX, habrían permitido entre 2007 y 2008 el ingreso de hasta u$s7.000 millones en efectivo al sistema financiero estadounidense a través de la entidad norteamericana del banco.

"Autoridades mexicanas y estadounidenses manifestaron de forma repetida su inquietud acerca de que las grandes cantidades de envío de dinero en efectivo por parte de HBMX sólo podría alcanzar ese volumen si incluía dinero de origen ilegal de las drogas", destaca el informe citado por DPA.

"La preocupación era que traficantes de droga incapaces de depositar grandes cantidades de efectivo en bancos estadounidenses debido a los controles de lavado de dinero, estuvieran transportando dólares a México, organizando grandes depósitos allí para luego usar instituciones financieras mexicanas para insertar el efectivo de nuevo en el sistema financiero estadounidense", agrega.

Al respecto, el informe acusa a HSBC de haber tratado a su filial mexicana como un cliente de bajo riesgo "pese a su localización en un país que afronta desafíos de lavado de dinero y de narcotráfico" y que cuenta con "clientes de alto riesgo como casas de cambio, productos como cuentas en las Islas Caimán (...) y débiles controles de lavado de dinero".

En el duro documento se acusa asimismo a HSBC de haber "circunvalado" las salvaguardias establecidas por el sistema estadounidense para "bloquear transacciones que involucren a terroristas, jefes narcotraficantes y regímenes canallas", de acuerdo con el subcomité.

De hecho, se destaca uno de los casos examinados, en los que "dos filiales de HSBC realizaron casi 25.000 transacciones que implicaban u$s19.400 millones durante sus cuentas de HBUS en el espacio de siete años, sin revelar los vínculos de estas transacciones con Irán", país sobre el que Estados Unidos mantiene duras sanciones.

El informe denuncia asimismo que HSBC siguió realizando "sustanciosas actividades bancarias" con el mayor banco privado saudí, el Banco Al Rajhi, pese a que tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 "comenzaron a surgir evidencias de que el banco Al Rajhi y algunos de sus dueños estaban vinculados a la financiación de organizaciones asociadas con terrorismo, incluídas pruebas de que el principal fundador del banco había sido uno de los primeros en financiar Al Qaeda".

"Pese a la creciente información preocupante (al respecto), HBUS proporcionó casi u$s1.000 millones al Banco Al Rajhi hasta 2010", denuncia el informe.

Durante su testimonio ante el panel estadounidense, Bagley reconoció la existencia de "algunas áreas de fracaso significativas" en el sistema de control de HSBC y admitió que la entidad "tiene que hacerlo mejor".

Pedido de disculpas"Lamentamos profundamente que HSBC no estuviera a la altura de nuestras propias expectativas y de las expectativas de nuestros reguladores, clientes, empleados y el público en general, y nos disculpamos por ello", dijo la presidenta de la filial estadounidense de HSBC, Irene Dorner.

La alta ejecutiva, que testificó también ante el Subcomité de Investigaciones del Comité de Seguridad Nacional del Senado, admitió que el HSBC "no invirtió lo que debía" para entre otros mejorar su sistema de control de lavado de dinero, aunque aseguró que el banco británico "ha aprendido lecciones muy duras a raíz de la experiencia de los últimos años".

En este marco, apuntó que gracias a ello ha "adoptado significativos pasos adelante" que incluyen "promover una nueva cultura que valore y recompense un cumplimiento efectivo" de las normas.

"Y eso empieza desde lo más alto" de la cúpula de HSBC, indicó la alta ejecutiva, quien forma parte de hecho de una nueva directiva de la filial estadounidense del HBUS, instalada a finales de 2010, informó DPA.

Te puede interesar

Secciones