Alimentos que adelgazan o que engordan, batidos que desintoxican: los principales mitos sobre la alimentación
Cada vez se encuentra más información sobre alimentación, dieta y vida saludable. Muchos de estos datos están avalados por especialistas, pero una enorme cantidad de esa información no lo está. Esto significa que podría ser inexacta o incorrecta, de modo que podría resultar perjudicial para la salud, confusa o engañosa.
Es muy frecuente leer o escuchar sobre alimentos mágicos que hacen adelgazar o que queman calorías rápidamente, mientras que la contracara son los productos demonizados, que engordan casi con apenas probarlos. No faltan las dietas que en semanas hacen adelgazar decenas de kilos, los ayunos intermitentes y otros planes de alimentación que resultan poco creíbles.
¿Cuál es la función de los alimentos?
Los alimentos actúan como si fueran transportadores de nutrientes. El sistema digestivo se encarga de liberar estos nutrientes de la matriz alimentaria para que el intestino pueda absorberlos.
Una vez en nuestras células, los nutrientes participan en numerosos procesos biológicos que permiten su funcionamiento adecuado.
¿Hay una relación directa entre las enfermedades y los alimentos?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una dieta poco saludable es un factor de riesgo fundamental para las Enfermedades No Trasmisibles (ENT), responsables del 70% de las muertes en el mundo.
Las cuatro enfermedades de este tipo más frecuentes son: patologías cardiovasculares, cáncer, diabetes y trastornos respiratorias.
En el año 2017, un meta-análisis concluyó que el aumento del consumo de verduras y hortalizas, fruta, frutos secos y pescado disminuye el riesgo de mortalidad.
Otra revisión en 2019 concluyó que el patrón alimentario de la dieta mediterránea puede ser recomendado para la prevención de la diabetes tipo 2 a largo plazo.
Por cierto, que la dieta mediterránea también ha mostrado efectos beneficiosos en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Además, la Fundación Mundial de Investigación en Cáncer (WCRF) reflejó en su informe de 2018 que hay evidencias importantes de que los cereales integrales (grano entero), los alimentos que contienen fibra y los productos lácteos disminuyen el riesgo de cáncer colorrectal.
De la misma manera, relaciona ingestas elevadas de verduras, hortalizas y frutas con menor riesgo de varios tipos de cáncer que afectan el tracto respiratorio y la parte superior del aparato digestivo.
En cuanto al peso corporal, la Fundación Mundial de Investigación en Cáncer afirma que el "consumo de alimentos con fibra dietética probablemente protege contra la ganancia de peso, el sobrepeso y la obesidad".
Tras la revisión de la evidencia, llegaron a la misma conclusión con respecto a los patrones dietéticos de "tipo mediterráneo".
Si se toman estas afirmaciones se podría decir que "las frutas alargan la vida" o se podría incluir a ciertos alimentos dentro de la categoría de "productos que prolongan la vida", aunque está claro que esas afirmaciones son falaces.
No a la generalización
Además de las evidencias ya citadas, existen multitud de trabajos publicados donde se estudian los efectos de alimentos, extractos o principios activos presentes en los alimentos.
Para demostrar efectos beneficiosos no basta con un solo trabajo de investigación, sino que son necesarios varios de ellos cuyos resultados apunten en la misma dirección.
La libre disposición de estos trabajos en internet puede provocar confusión entre la población que los consulta, ya que para poder interpretar adecuadamente los resultados obtenidos en esos estudios es necesario un cierto bagaje en investigación.
Por ejemplo, la búsqueda de los efectos sobre la salud del jengibre en una base de datos especializada (Pubmed) devuelve más de 800 artículos, de los cuales más de 200 son revisiones.
Las conclusiones de una de ellas, del año 2019, indica que son necesarios más estudios para determinar los beneficios del jengibre sobre las náuseas y los vómitos, el síndrome metabólico y el dolor.
Para evaluar otros beneficios del jengibre habría que leer el resto de artículos y revisiones. Es probable que ninguna persona se haya tomado este trabajo antes de recomendar el consumo de jengibre, algo que probablemente se repita con todos los alimentos y planes de alimentación sobre los que se encuentra información en internet.
Si no sos especialista, informate
Por las razones mencionadas se aconseja informarse antes de creer completamente en cualquier información que se encuentra en la web o en redes sociales. Se puede consultar con un experto, es decir, un médico o un profesional de la Nutrición, pero también se pueden visitar las páginas oficiales de ciertas entidades autorizadas.
Las entidades de control nacionales -ANMAT en Argentina; la FDA en Estados Unidos- se ocupan de difundir información acerca de las propiedades de ciertos productos y apuntan a que la población se mantenga informada acerca de los medicamentos y alimentos que se venden en el país.
Por su parte, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) evalúa los efectos beneficiosos no terapéuticos de los alimentos y la Comisión Europea los publica en el registro de declaraciones de propiedades saludables. Si bien son entidades que no rigen en Argentina, la información que difunden puede ser muy útil.
A nivel divulgativo, las páginas institucionales de la OMS, la EFSA, el Ministerio de Salud, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) son fuentes confiables de información.
Las universidades y entidades científicas también tienen información que puede resultar útil e interesante.
Finalmente, es necesario tener en cuenta que los expertos han señalado muchas veces que quienes prometan una solución mágica o quienes digan que un producto tiene propiedades mágicas no están diciendo la verdad.