El veredicto definitivo sobre los huevos: ¿son buenos o malos para la salud?
Los huevos son un alimento muy nutritivo que se puede comer de muchas maneras. Sin embargo, siempre estuvo bajo la lupa porque se cree que aumenta los niveles de colesterol.
A pesar de que un estudio publicado en 2019 en Journal of the American Medical Association demostró que consumir aunque solo sea tres o cuatro huevos por semana puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, la Escuela de Salud Pública de Harvard desmintió los resultados de varios estudios anteriores al demostrar que, en realidad, los huevos no son tan perjudiciales para nuestra salud cardiovascular.
La realidad es que existen dos tipos de colesterol: las denominadas lipoproteínas de alta densidad -HDL- y las de baja densidad (LDL). Mientras que el primer tipo de colesterol no representa ningún peligro para la salud, las LDL son capaces de bloquear nuestras arterias con placas de grasa.
Las partículas de LDL más pequeñas son más peligrosas, mientras que los huevos son capaces de aumentar el tamaño de las LDL y, por consecuencia, disminuir el riesgo de padecer problemas cardiovasculares.
Asimismo, el colesterol LDL es más perjudicial para nuestro organismo cuando está oxidado. De acuerdo a los resultados de un estudio de 2011, publicado en la revista especializada Journal of Agricultural and Food Chemistry, las gallinas que siguen una dieta baja en ácidos grasos omega-6 —en otras palabras, consumen menos soja, maíz, girasol y cártamo y más trigo y cebada— ponen huevos que producen una menor oxidación del colesterol. Por su parte, en el año 2008, otro estudio reveló que los huevos ricos en ácidos grasos omega-3 causaron una oxidación de colesterol un 30% más baja que los ricos en omega-6.
Otros 2 mitos sobre el huevo y su consumo
Mito 1: los huevos crudos son más nutritivos
De hecho, el consumo de huevos crudos no solo causa infecciones bacterianas, sino que además no satura el cuerpo de valiosos nutrientes. Los huevos crudos contienen avidina, una proteína que impide la absorción de biotina en los intestinos, lo que puede provocar falta de apetito, debilidad, dolor muscular y otros síntomas asociados con la deficiencia de biotina.
Además, los huevos crudos contienen antitripsina, que tiene un impacto negativo en la función digestiva.
Mito 2: las mujeres después del parto deben comer en abundancia
Durante el parto se consume una gran cantidad de energía física, y la digestión y la desintoxicación del hígado se ven afectadas. Como resultado, el consumo de alimentos en grandes cantidades aumentará la tensión en el hígado y los riñones, y esto puede tener consecuencias adversas.
"El consumo excesivo de clara de huevo impulsa la formación de grandes cantidades de amoníaco, hidroxilo, fenol y otras sustancias químicas en el tracto intestinal, lo que tiene un impacto negativo en la salud. Esto puede ir acompañado de hinchazón, mareos, debilidad y otros síntomas típicos de la llamada intoxicación por proteínas", advierten.
Cuando se calcula la ingesta de proteínas se debe tener en cuenta el estado del sistema digestivo. Normalmente, las mujeres tras el parto no deben comer más de tres huevos al día.