Estos dos alimentos son esenciales para prevenir el deterioro cognitivo
La alimentación es esencial para mantener el cuerpo saludable. Junto con otros factores, se trata de uno de los pilares de la vida sana.
Sin embargo, el cuerpo no es el único beneficiado de la alimentación adecuada y del consumo de ciertos productos en particular. La salud mental también recibe un impacto positivo de una dieta sana y de comer dos alimentos en especial, tal como lo indica una investigación publicada recientemente.
Un estudio realizado por expertos de la Universidad Estatal de Iowa, en Estados Unidos, pudo probar que ciertos alimentos tienen la capacidad de ayudar a los seres humanos a reducir el deterioro cognitivo, un proceso que está muy asociado con el paso de los años, pero también a algunos hábitos poco saludables.
Entre estos productos, se encuentran el queso y el vino. Estos dos alimentos podrían ser llamativamente útiles para el cuidado y protección de la salud cognitiva.
El estudio, que fue publicado en noviembre pasado en el Journal of Alzheimer’s Disease, analizó los datos de 1.787 adultos mayores de entre 46 y 77 años.
Aquellas personas que participaron del estudio debieron someterse a una serie de pruebas. Además, tuvieron que responder preguntas sobre su consumo de alimentos y alcohol.
A los pacientes se les consultó, en forma particular, sobre su consumo de fruta fresca, fruta seca, verduras cocidas, ensalada, verduras crudas, pescado azul, cerdo, queso, cereales, pan, té, carne de vacuno, café, cerveza, sidra, vino tinto, vino blanco, champaña y licores.
4 conclusiones centrales del estudio
De acuerdo al trabajo que llevaron adelante los investigadores estadounidenses, hubo cuatro conclusiones importantes que la población debería conocer para poder aplicar los descubrimientos a su día a día. Los expertos llegaron a los siguientes resultados:
En primer lugar, el queso demostró ser el alimento más protector contra los problemas cognitivos relacionados con la edad, incluso a una edad avanzada.
En segundo lugar, el consumo diario de alcohol, en particular de vino tinto, se relacionó con mejoras en la función cognitiva.
La tercera conclusión del estudio fue la siguiente: el consumo semanal de cordero demostró mejorar la capacidad cognitiva a largo plazo. Cabe destacar que solo se probó este efecto con la carne de cordero, no con otras variedades de carnes rojas -como la de vaca, por ejemplo-.
Finalmente, descubrieron que el consumo excesivo de sal es malo, pero solo los individuos que ya están en riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer pueden necesitar vigilar su consumo para evitar problemas cognitivos con el tiempo.
En este sentido, el autor principal del estudio afirmó que "en función de los factores genéticos que se tengan, algunos individuos parecen estar más protegidos de los efectos del Alzheimer, mientras que otros parecen estar en mayor riesgo". Además, el experto, Brandon Klinedinst, continuó: "dicho esto, creo que las elecciones alimenticias correctas pueden prevenir la enfermedad y el declive cognitivo por completo".