El síndrome de los "dientes rotos": por qué el coronavirus disparó el bruxismo y otros problemas dentales
El bruxismo es un trastorno que puede aparecer por diversos motivos. En general, se lo asocia al estrés, que a su vez puede tener una gran cantidad de causas.
La pandemia, la amenaza del posible contagio constantemente, las malas posturas, el teletrabajo, la convivencia con todos los integrantes de la casa, son factores que podrían provocar estrés.
La salud bucodental se ve afectada por todos estos elementos y el bruxismo es una de las afecciones que podría aparecer.
El primer alerta lo dio una odontóloga llamada Tammy Chen en un artículo del diario The New York Times. Allí la profesional hablaba desde su propia experiencia como dueña de una clínica dental, de la situación de los dentistas en Estados Unidos donde viven un momento muy peculiar, con consultas repletas de personas con problemas de mandíbula, bruxismo y hasta rotura de piezas dentales.
Según explicó la experta al periódico de Nueva York, se trata de una situación que, aunque sin cifras oficiales que puedan dar cuenta de ello, habla de miles de pacientes desde el inicio del aislamiento y que aún continúan e incluso se han agravado con las flexibilizaciones. La odontóloga afirmó que "desde el comienzo de la pandemia, con el confinamiento de la ciudad y las medidas de distanciamiento social firmemente arraigadas, varios amigos y familiares han asumido que debo estar al borde del cierre. Pero les he hecho saber que estoy más ocupada que nunca". Asimismo, indicó que ha visto "más fracturas de dientes en las últimas seis semanas que en los últimos seis años".
Por qué aumentaron las patologías dentales
En relación a los motivos, los expertos en salud mental aseguran que las razones para que estas dolencias se hayan disparado están relacionadas con este miedo al virus, la incertidumbre por el futuro y los problemas para poder liberar toda esa energía en una situación de tensión como la actual, pero también afectan otros puntos. El teletrabajo, por ejemplo, ha hecho que las personas descuiden las posturas, lo cual suma al estado de tensión casi constante. Las malas posturas cargan los nervios del cuello y los músculos de los hombros conducen a la articulación temporomandibular, o ATM, que conecta la mandíbula con el cráneo.
Esa tensión se suele liberar por la noche, cuando la persona está durmiendo, a través de sus dientes. La dolencia continúa durante semanas por la situación actual y si finalmente no se consiguen cambiar los hábitos es posible llegar al extremo de partir alguna pieza.
El problema crece entre los menores
Muchos expertos también están preocupados por esta situación en los más chicos y en los adolescentes.
Los principales síntomas con los que se suelen presentar a las consultas son los dolores en los músculos de la mandíbula, especialmente en la zona próxima al oído, así como sonidos y chasquidos atípicos. Otras señales de estos trastornos temporomandibulares que pueden alertar de este problema son dolores de cabeza, limitaciones a la hora de abrir la boca, sensibilidad dental o dolor facial.
¿Qué hacer si tenés estos síntomas?
Los expertos de la odontología aseguran que hay algunos consejos que los pacientes pueden seguir para evitar el bruxismo. Siempre es fundamental tener en cuenta que la consulta con un profesional de la salud dental es clave. Al igual que en cualquier otro aspecto de la salud, no se deben hacer tratamientos ni diagnósticos sin la participación de un profesional.
El primer paso es saber si la persona ya está rechinando los dientes. Además de la consulta, hay una variable que se puede observar para saber si la persona bruxa o no. Los especialistas señalan que los dientes están preparados para no tocarse nunca, excepto en el acto de masticar. Cuando la persona pasa mucho tiempo con los dientes apretados, sin darse cuenta, es una señal de que puede tener bruxismo y repetir esa conducta de noche.
En ese momento, es necesario consultar con el profesional, tal como se mencionó al principio. Será él quien pueda determinar qué hacer, cuál será el tratamiento y cómo la persona deberá encararlo.
En relación al trabajo, los expertos señalan que se debe crear un buen espacio de trabajo donde los hombros estén alineados con las caderas y las orejas con los hombros. Además de la postura, es importante moverse y no quedarse quieto durante largos períodos de tiempo.