¿Solo diabetes 1 y 2? Un estudio asegura que habría más subtipos
La diabetes es una enfermedad que afecta a 1 de cada 11 personas en todo el mundo, de acuerdo a lo que indican los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Eso significa que esta enfermedad afecta a cerca de 422 millones de personas.
Hasta el momento se sabe que hay dos tipos de diabetes: la tipo 1 y la tipo 2. Aunque comparten la base, que son los niveles altos de glucemia y la inefectividad del páncreas para producir la insulina que necesita, son patologías que se manifiestan distinto y que afectan a los pacientes de manera diferente,
Pero recientemente se publicaron los resultados de un estudio que indica que habría más de dos tipos de diabetes. Más específicamente, la investigación asegura que habría cinco tipos distintos de esta enfermedad y que esa distinción podría requerir que los tratamientos sean diferenciados entre los cinco tipos.
Los tipos de diabetes conocidos hasta el momento
La diabetes tipo 1 se considera una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo no puede producir insulina y normalmente se presenta en la infancia.
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La diabetes tipo 2, por su parte, es la más frecuente, aparece generalmente en la edad adulta y está asociada a un estilo de vida poco saludable y a la obesidad, ya que la grasa corporal puede afectar al comportamiento de la insulina.
Qué cambia con esta investigación
Basado en una muestra de 15.000 pacientes finlandeses y suecos, el estudio se publicó en la reconocida revista The Lancet Diabetes and Endocrinology. Los investigadores señalan que el panorama de la enfermedad sería mucho más complejo y que, además, podría desencadenar una nueva era de tratamiento personalizado para la diabetes.
Los autores de la investigación aseguran que los cinco subgrupos identificados tienen muchas diferencias entre sí y responden a tipos genéticos distintos, incluida la edad a la que se presentan y las variedades de riesgo y complicaciones asociadas, como las enfermedades renales o la ceguera.
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Para ello analizaron la información de 8.980 pacientes de un registro sueco diagnosticados en la edad adulta y después confirmaron los resultados con datos de otros 5.795 adultos de otras tres bases de datos de Finlandia y Suecia.
La investigación, del Centro para la Diabetes de la Universidad de Lund, en Suecia, y del Instituto de Medicina Molecular de Finlandia, concluyó que los pacientes se podrían separar en los siguientes grupos:
- Grupo 1: diabetes severa autoinmune. A grandes rasgos, es la que normalmente se clasifica como de tipo 1. Afecta a las personas cuando son jóvenes y aparentemente saludables y se debe a una enfermedad autoinmune que imposibilita la producción de insulina. Con lo cual, no hay hormonas suficientes para controlar el nivel de azúcar en la sangre.
- Grupo 2: diabetes severa por deficiencia de insulina. Estos pacientes inicialmente son muy parecidos a los del grupo 1 —también son jóvenes, con un peso y salud aparentemente saludables—, pero tienen dificultades para producir insulina. La diferencia es que no hay un fallo en el sistema inmunológico sino un defecto en sus células beta, las que "fabrican" la insulina. Estos pacientes tienen el mayor riesgo de ceguera.
- Grupo 3: diabetes severa por resistencia a la insulina. Quienes la sufren en general tienen sobrepeso y producen insulina pero el cuerpo no responde a la hormona. Estos pacientes tienen el mayor riesgo de enfermedades renales.
- Grupo 4: diabetes moderada relacionada con la obesidad. Identificada principalmente en pacientes con mucho sobrepeso, pero metabólicamente más cercanos a los valores normales que a los del grupo 3.
- Grupo 5: diabetes moderada relacionada con la edad. La desarrollan por pacientes que son significativamente de mayor edad que los de los otros grupos
El equipo de investigadores dice que sus conclusiones explican por qué algunos pacientes con diabetes responden a los tratamientos de una manera muy diferente a otros. Al mismo tiempo, afirman que esta nueva clasificación podría identificar a las personas que corren un mayor riesgo de desarrollar complicaciones.
Cómo impacta la diabetes en el cuerpo
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La diabetes es una enfermedad metabólica en la que el cuerpo del paciente tiene problemas para controlar la glucemia, es decir, los niveles de azúcar presentes en la sangre. El control de esa situación se realiza a través de la aplicación de insulina en forma externa -la persona se inyecta una dosis determinada de insulina y eso nivela su glucemia-, dado que la afección hace que el páncreas no sea eficiente para producir la sustancia que el cuerpo necesita. Mientras que esta rutina se respete y el paciente se controle de acuerdo a lo indicado por su médico, la evolución suele ser positiva.
Ahora bien, lo cierto es que la diabetes es una enfermedad que no se manifiesta de manera clara. Es algo similar a lo que sucede con la hipertensión. De ahí la importancia de los controles periódicos, aún en pacientes sanos.
Justamente porque aparece sin presentar síntomas es que la persona no suele darse cuenta de que padece la enfermedad. Esto puede llevar a que los niveles de azúcar en sangre persistan en el tiempo, de manera descontrolada, lo cual sí puede llevar a consecuencias más severas.
La diabetes, cuando no se controla, suele causar daños en los nervios, en la salud ocular, en la capacidad de cicatrización, entre otros efectos colaterales que podrían aparecer.