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Estética y salud: cuidados básicos de la piel durante el verano

Proteger la piel de los rayos del sol es fundamental para prevenir lesiones inmediatas, como quemaduras, y patologías que pueden aparecer a largo plazo
06/01/2020 - 12:31hs
Estética y salud: cuidados básicos de la piel durante el verano

Llegó el verano, las temperaturas empiezan a subir y el tiempo de mostrar un poco más de piel se convierte en algo cotidiano. Por eso es fundamental prestar atención a nuestra dermis como otro aspecto más a proteger, preparar y cuidar para que esté lista cuando empecemos a destaparla y así evitar lesiones.

El sol es malo para la piel por una ecuación elemental: los rayos solares, conocidos como rayos ultravioletas A y rayos ultravioleta B (rayos UVA y UVB) producen arrugas prematuras, cáncer de piel y otros problemas. La diferencia entre los rayos UVA Y UVB es que los primeros demoran más tiempo sin dañar la piel, pero llegan a mayor profundidad. Por eso tomar sol en sesiones con lámparas no es una manera de estar a salvo.

Estar bronceado es la respuesta desesperada de la piel a los rayos dañinos del sol. Para evitar problemas, no hay que exponerse al sol cuando sus rayos tienen mayor impacto, es decir entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde. Porque durante ese periodo del 60 al 80 por ciento de los rayos son capaces de atravesar las nubes y llegar hasta 30 centímetros por debajo de la superficie del agua que, junto con la arena blanca, funciona como superficie para reflejarlo.

Para evitar complicaciones, la Asociación Argentina de Dermatología (AAD) recomienda utilizar cremas con un factor de protección mayor a 15, lo mejor es 40 o 50. El producto debe aplicarse media hora antes de la exposición para que la piel tenga tiempo de absorberlas, y renovarse después de sumergirse o transpirar. Las cremas protectoras no ejercen una protección absolutamente completa de los efectos nocivos del sol, aunque ayudan a evitar males mayores.

Por otro lado, es importante usar ropa adecuada para protegerse: las telas con tejidos apretados son las más adecuadas para impedir el paso de los rayos. En la medida de lo posible hay que usar manga larga y sombrero, para proteger cara, cuello, orejas y hombros. Además, se recomienda usar lentes de sol certificados, y con protección en los laterales.

En este contexto, se sabe que algunas personas tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades como cáncer de piel en algún momento de su vida. La medicina identifica los

siguientes factores de riesgo:

Personas de piel muy blanca, ojos claros y pecas; aquellas que nacen con lunares grandes; antecedentes genéticos; o haberse expuesto excesivamente al sol en la infancia, se consideran factores que incrementan el riesgo sufrir enfermedades graves de la piel.

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