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Ya no solo es TOC: qué es el espectro obsesivo-compulsivo y qué patologías agrupa

El último manual de diagnóstico incluyó esta nueva categoría, que selecciona diversos trastornos con características similares, pero distintos entre sí
07/07/2019 - 07:00hs
Ya no solo es TOC: qué es el espectro obsesivo-compulsivo y qué patologías agrupa

Si bien pocas personas conocen a una persona con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) o lo han padecido, muchas conocen este término y lo utilizan en su día a día. Para aquellos que lo desconocen por completo, cabe mencionar que se trata de un trastorno que provoca que el paciente desarrolle fuertes obsesiones en relación a diversos aspectos de su vida. Sin embargo, no es la única en su clase. Cabe mencionar que hay otras que comparten ciertas características y manifestaciones, pero que se conocen con otros nombres y están agrupadas de manera diferente.

Por eso, el último manual de diagnóstico (DSM-5) incluyó una nueva categoría, que ya no es una sola afección, sino que agrupa a varios trastornos. Conocido como Espectro obsesivo-compulsivo, se origina por la similitud de características, manifestaciones, comorbilidad, circuitos neuronales implicados, entre otros elementos, de todos estos trastornos. Es por eso que es posible afirmar que el objetivo era crear un grupo homogéneo con criterios unificados.TOC (Trastorno Obsesivo-Compulsivo)

Es el primero de los trastornos que se ubica dentro de este grupo, aunque en la edición anterior del DSM (DSM-IV) estaba incluido dentro de los trastornos de ansiedad. Sin embargo, dado que la afección presentaba características muy similares a otros trastornos, se decidió abrir una nueva línea dentro de los manuales de diagnóstico.

Tal como su nombre lo indica, el TOC incluye dos manifestaciones clave: las compulsiones y las obsesiones. En el DSM-IV-TR eran necesarios los dos síntomas para realizar el diagnóstico, mientras que en el DSM-5, en cambio, sólo es necesario presentar una de las dos aunque frecuentemente aparecen las dos.Trastorno dismórfico corporal

Esta patología se ubicaba anteriormente en el DSM-IV-TR dentro de los trastornos somatomorfos. Sin embargo, se trata de una afección que comparte muchas características propias del espectro obsesivo-compulsivo, por lo que se lo incluyó dentro de esta nueva categoría.

Es importante aclarar que el TDC presenta un importante componente obsesivo y otro compulsivo. De esta forma, las personas que padecen el trastorno manifiestan comportamientos y/o pensamientos obsesivos en relación a alguna parte concreta de su cuerpo. En algunos casos pueden llegar a aplicar una serie de rituales para reducir la ansiedad que les conlleva su disgusto y rechazo por esa zona del cuerpo.Trastorno por acumulación

El trastorno por acumulación es una patología relativamente nueva, dado que no existía como tal en el DSM-IV-TR. Sin embargo, sí existía un trastorno similar: el Síndrome de Diógenes. Este síndrome, sin embargo, no existe como diagnóstico oficial en el DSM, sino que más bien se trata de un diagnóstico que se realiza en la práctica clínica para denominar esos pacientes que acumulan objetos innecesarios de forma compulsiva. La diferencia con el trastorno por acumulación reside en que en el Síndrome de Diógenes la mayoría de pacientes tienen alguna patología que afecta el lóbulo frontal y que explica dicho síndrome. Además, en el Síndrome de Diógenes la persona también acumula suciedad, además de objetos, y acaba abandonando su higiene y sus cuidados básicos.

En el trastorno por acumulación, en cambio, no existe ningún trastorno previo -tanto físico como psíquico- que pueda explicar los síntomas. Este trastorno se incluye dentro del espectro obsesivo-compulsivo porque presenta también este tipo de síntomas obsesivos y compulsivos.

Por un lado, la persona acumula posesiones de forma compulsiva y sin control sobre ello. Por otro, tiene una obsesión por realizar dicha conducta, incluso hasta el extremo de que la acumulación de objetos le impide desarrollar una vida normal en su vivienda.Trastorno por excoriación

Al igual que el anterior, el trastorno por excoriación es nuevo en la última edición del DSM-5. Esta afección consiste en rascarse la piel -especialmente de la cara- de manera recurrente y sin poder parar, sobre todo en momentos de estrés y/o ansiedad.

Estas conductas de rascado son compulsivas, es decir, están dirigidas a reducir la ansiedad, y son irresistibles para el paciente -no las puede controlar, o si lo hace, es con un esfuerzo importante-. Es por ello que también constituye un trastorno del espectro obsesivo-compulsivo.Tricotilomanía

La tricotilomanía se clasificaba en el DSM-IV-TR como un "Trastornos por control en los impulsos", junto a otros como el Trastorno Explosivo Intermitente. A partir de la publicación del nuevo manual, se reubicó como un trastorno del espectro obsesivo-compulsivo dado que se asemeja al TOC en algunas de sus manifestaciones.

En la tricotilomanía la persona se arranca el pelo de forma compulsiva y sin capacidad de controlarlo; en muchos casos, después de hacerlo, la ansiedad se reduce, y la persona siente un alivio de la tensión, al igual que sucede con los síntomas del TOC.Por otro lado, es posible pensar en la cercanía de la tricotilomanía con el TOC, ya que éste trastorno es más frecuente en personas con TOC y en sus familiares de primer grado, en comparación con la población en general. Es por eso que se lo incluye dentro del espectro obsesivo-compulsivo. Trastorno obsesivo-compulsivo y relacionados inducidos por otra enfermedad médica

Como su propio nombre indica, aparecen como consecuencia de una enfermedad previa o de la ingesta de ciertos tipos de sustancias psicoactivas -o por su síndrome de abstinencia-.

Así, se agrupa bajo este nombre a cualquiera de los trastornos anteriores originados por una enfermedad médica subyacente o por el consumo de sustancias (o por su síndrome de abstinencia).

Es importante tener en cuenta que hay autores que consideran que no se han cumplido las expectativas del DSM-5 en relación a la utilidad de este nuevo capítulo y al grado de similitud fenomenológica de estos trastornos. Por su parte, hay otros que sí ven la creación de este nuevo capítulo de trastornos del espectro obsesivo-compulsivo como un cambio necesario, útil y acertado.

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