La dieta en tiempos de Instagram: cómo no caer en el furor que fomentan las redes
Las redes sociales -al igual que la expansión de la red de internet- han incrementado significativamente el acceso a todo tipo de información. Con hacer un clic, apretar un botón o simplemente desbloquear una pantalla, es posible encontrar casi todo lo que se quiera buscar.
Desde tips de decoración hasta distintas formas de cocinar una comida saludable, pasando por ideas para optimizar el tiempo de trabajo y los tratamientos existentes para una determinada enfermedad. La diversidad de los temas mencionados apenas muestra variedad de contenidos que se pueden encontrar utilizando buscadores y redes sociales.
Sin embargo, aunque parece tener únicamente beneficios, la realidad es que no todo es color de rosa. ¿Qué puede haber de malo en poder encontrar cualquier tipo de información? Precisamente, el problema radica en el exceso de información y, además, en que esta no siempre está legitimada por profesionales en el área en cuestión.
Esto es justamente lo que sucede en el campo de la salud, fundamentalmente asociado a la nutrición y al ejercicio físico. La mayoría de los usuarios de Twitter, Instagram e incluso Facebook, sabe que en los últimos años las cuentas relacionadas con estos temas se han multiplicado. Muchas de ellas brindan consejos sobre alimentación, sobre cómo llevar una vida saludable, cómo combinar el día a día con el deporte, entre otros aspectos. Hasta aquí no parece haber algo malo o perjudicial para los usuarios detrás de cada celular o computadora. Pero sí lo hay. La mayoría de las personas que consumen este tipo de contenido no son especialistas en el tema, precisamente por eso buscan asesoramiento. El problema es que muchos de los datos que circulan por estos medios no están sustentados por una opinión profesional, sino que están escritos por personas comunes que comparten sus hábitos, su dieta, sus actividades, y relatan cómo impacta todo eso en su cuerpo.
Así como hay personas con distintos color de piel, con personalidades diversas y con gustos distintos, también los cuerpos son diferentes del lado de adentro. ¿Qué significa esto? Que el resultado que alguien obtiene a partir de la implementación de una dieta, de una costumbre, de un tipo de ejercicio -y de la combinación de todos esos elementos- no es igual en cualquier persona. Esto es así precisamente porque los organismos se comportan de manera diferente y un mismo estímulo no siempre resulta en un mismo desenlace.
Por eso, aunque actualmente parezca que se puede encontrar cualquier información de manera rápida y efectiva, la realidad es que es necesario consultar a un especialista. A su vez, es clave "que los profesionales concienticen cada vez más sobre los riesgos, hablen sobre lo que se difunde y qué peligros puede haber, que hagan publicaciones hacia los padres para que sepan qué tipo de cuentas hay y cuáles son los peligros de seguirlas", afirma la Lic. en Nutrición Agustina Murcho. Experta en trastornos alimenticios, considera clave "mostrar testimonios de personas que han caído en grandes trastornos alimentarios por seguir consejos de su ídolo en redes sociales, hablar sobre qué son los desórdenes alimentarios y explicar porque las redes sociales pueden enfermar a las personas".
A la dinámica de fomentar determinados hábitos de alimentación o de actividad deportiva, se suma el consumo de suplementos vitamínicos, de proteínas y otro tipo de productos que parecen milagrosos. Actualmente, "por internet se venden productos para adelgazar sin supervisión de nadie, porque prometen magia, comprometiendo la salud de la persona", asegura la profesional.
Si bien se trata de un mercado difícil de frenar -tanto desde el punto de vista de los vendedores como de los compradores- es clave generar conciencia sobre este tipo de situaciones. "Siempre hay que pensar y consultar antes de hacer alguna dieta, comprar algún suplemento o seguir los consejos de cualquiera en redes sociales, pensar en su salud, en que no todo es el cuerpo y el peso, sino que detrás hay una vida para sostener", sostiene la Lic. Murcho. Así, aconseja no seguir las redes sociales y contactar a un profesional de la nutrición, para lo que también es necesario considerar el criterio del profesional. En este sentido, la especialista aclara que es posible "darse cuenta de que está frente a un buen profesional cuando hay lógica, cuando lo que el profesional dice es coherente, cuando toma en cuenta los hábitos, gustos y posibilidades del paciente". Al mismo tiempo, agrega que es clave "acompañar al paciente, escucharlo y sacarle las dudas y miedos que tenga.
Desde su cuenta de Instagram -@nutricion.ag- la profesional se encarga de difundir este tipo de información para que sus seguidores puedan estar informados de manera adecuada. A través de ese medio comunica con lenguaje simple, directo y de manera que concientice al lector sobre la importancia de la alimentación y la nutrición.