Leches vegetales vs leche animal, ¿qué las diferencia y por qué no deben llamarse igual?
La aparición de las dietas vegetarianas y veganas, junto con el crecimiento de los negocios de venta de este tipo de productos, ha posicionado en la escena diaria algunos productos que antes eran casi desconocidos. Así, además de las personas que eligen llevar una alimentación carente de productos de origen animal, hay quienes eligen no consumir solo algunos artículos de estas características. Las leches vegetales son uno de los ejemplos más claros de este tipo de situación.
El Código Alimentario Argentino (CAA) indica que “con la denominación de leche sin calificativo alguno, se entiende el producto obtenido por el ordeño total e ininterrumpido, en condiciones de higiene, de la vaca lechera en buen estado de salud y alimentación, proveniente de tambos inscriptos y habilitados por la Autoridad Sanitaria Bromatológica Jurisdiccional y sin aditivos de ninguna especie”. Además, explica que “la leche proveniente de otros animales, deberá denominarse con el nombre de la especie productora”.
En base a esta definición, entonces, es posible afirmar que las conocidas actualmente como leches vegetales llevan un nombre incorrecto. Dado que se extraen de diversos frutos, no responden a la definición indicada por el CAA, por ende no son leches. La denominación legal para presentar este tipo de líquidos que se ha adoptado en los países de la Unión Europea es la de “bebida de…”, acompañada del nombre del alimento del que se obtenga.
Se trata de bebidas elaboradas a partir de alimentos vegetales variados, que fundamentalmente tienen una composición nutricional diferente a la de las leches de origen animal. Las más comunes son las de cereales -como la avena y el arroz-,las de legumbres -como la soja- y las de frutos secos -como las almendras y las avellanas-.
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¿Cuáles son estas diferencias nutricionales?
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Las variantes de los valores nutricionales entre un tipo de bebida y la otra supone ventajas e inconvenientes en su consumo.
En primer lugar, dentro de los beneficios de la leche animal por sobre las bebidas vegetales, cabe destacar que la leche se caracteriza por aportar proteínas de elevado valor biológico -como la caseína- y alta digestibilidad. Además, se trata de un líquido rico en hidratos de carbono, principalmente lactosa, que favorecen la absorción del calcio, fósforo y otros minerales. Por último, es una buena fuente de calcio de fácil asimilación, fósforo y zinc, entre otras vitaminas fundamentales para el crecimiento y el desarrollo.
Por su parte, las bebidas vegetales tienen algunas ventajas frente a la leche, de acuerdo al tipo de alimentación que cada persona elija o pueda tener. Carecen de lactosa y caseína, una características que las hace útiles en el tratamiento de intolerancias y alergias alimentarias a esos componentes.
Por otro lado, no contienen colesterol y su perfil de ácidos grasos es más saludable si se las compara con la grasa de la leche de vaca. Esto es así porque en las bebidas vegetales abundan los ácidos grasos insaturados, que son más beneficiosos para la salud cardíaca.
Sin embargo, también tienen algunas desventajas en comparación con la leche. Las proteínas que aportan son de menor valor biológico -carecen de uno o varios aminoácidos esenciales- y el calcio que contienen, si bien es más abundante, es de menor asimilación que el de la leche.En conclusión, es posible afirmar que la leche es más beneficiosa que las bebidas vegetales, siempre y cuando la persona no tenga una patología de base que se lo impida. Así, es recomendable consumir 2-3 raciones diarias de lácteos, aunque en la etapa de crecimiento y desarrollo, embarazo o ancianidad, se suele indicar hasta 4 raciones diarias.