Hacer deporte para mejorar la salud mental, ¿mito o realidad?

Actualmente nadie dudaría de los beneficios que reviste la práctica regular de ejercicio físico sobre la salud y el buen funcionamiento del organismo. Entre otras cosas sabemos que permite reducir el sobrepeso y la obesidad, que fortalece huesos y músculos, que potencia el funcionamiento del sistema inmune o que reduce el riesgo de padecer problemas o metabólicos -como la diabetes tipo 2- o incluso el riesgo de problemas cardiovasculares. Sin embargo, no se podría decir lo mismo del impacto que tiene la práctica de ejercicio sobre la salud mental, dado que el beneficio no es tan visible.Hoy en día es posible afirmar que hacer ejercicio físico con cierta frecuencia tiene un impacto positivo en la salud mental de las personas. ¿Por qué? La respuesta es sencilla; practicar deportes favorece la liberación de endorfinas, lo cual mejora el sistema inmunológico, y a su vez mejora la química cerebral de tal manera que provoca que la persona se sienta mejor y más activa.

Una investigación realizada este año y cuyas publicaciones han sido publicadas en la revista científica The Lancet Pshychiatry Journal, ha analizado la afectación de la realización de ejercicio sobre la salud mental.

Esencialmente, el estudio se centraba en la cantidad de días de distress y mala salud mental que las propias personas informaban. Así, encontraron que quienes realizan ejercicio tenían una menor proporción de días en que manifestaban sentirse mal en comparación con aquellos que no lo hacían -entre tres y cuatro días de diferencia por mes-.

Aunque por norma general todo tipo de ejercicio resulta positivo para mejorar la salud física y mental -incluyendo actividades como las tareas domésticas, si bien su efecto es mucho menor-, el mismo estudio señala que algunos de los tipos de deporte que mayor ventaja suponen para la salud mental son aquellos que implican trabajo en equipo, ejercicio aeróbico o de gimnasio.¿Qué aspectos mejoran con la práctica de ejercicio?

Más allá del impacto sobre la salud física de la persona, el ejercicio reviste diversos beneficios sobre la salud mental. En primer lugar, genera endorfinas e incrementan la sensación de bienestar. Se ha comprobado que la práctica de ejercicio físico provoca la liberación de endorfinas, que son opioides endógenos que tienen un efecto relajante y inducen sensación de satisfacción, bienestar físico y emocional.

Por otro lado, hacer deporte en forma regular permite mejorar la imagen de la propia persona respecto de sí misma. La práctica continuada de deporte tiene un efecto también en la imagen corporal, dado que, por lo general, se reduce el peso y la grasa corporal y se tonifica el cuerpo. Es por eso que repercute en la autoimagen y el autoconcepto, porque la persona se siente más atractiva y enérgica. En este sentido, también se puede afirmar que mejora el estado general de ánimo, que en muchos casos está influenciado por la imagen.

Además, la práctica de ejercicio físico, combinada con una vida saludable, tienden a tener menos probabilidades de sufrir deterioro cognitivo o demencias. El deporte y el ejercicio físico, además de la concentración, requiere y favorece la capacidad de mantener una rutina y comprometerse a hacer algo que supone un esfuerzo continuado a lo largo del tiempo.

Por otro lado, cabe mencionar el impacto que tiene sobre el sueño. Por lo general, después de haber hecho ejercicio la persona se siente cansada y relajada. De este modo, será posible conciliar mejor el sueño y descansar de manera más profunda.