Tabaquismo, mala alimentación y sedentarismo, factores clave para el desarrollo de la primera causa de muerte en el mundo
Según los datos difundidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte a nivel mundial. Si bien es información conocida, en líneas generales, por la población, todavía hay quienes desconocen con precisión qué tipo de trastornos se esconden detrás de la denominación. Por eso, cabe preguntarse ¿qué son las enfermedades cardiovasculares?
Se pueden definir como un conjunto de trastornos del corazón y los vasos sanguíneos que incluyen diversas patologías. La hipertensión arterial -presión alta-, la cardiopatía coronaria -infarto de miocardio-, la enfermedad cerebrovascular, la enfermedad vascular periférica, la insuficiencia cardíaca, la cardiopatía reumática, la cardiopatía congénita y las miocardiopatías, son las principales afecciones que se ubican dentro de la terminología general conocida como enfermedades cardiovasculares.“Algunas de las patologías mencionadas pueden aparecer como consecuencia de la historia personal del paciente, pero en general hay una carga muy fuerte de los factores de riesgo asociados al daño cardiovascular”, explica el Dr. Oscar Méndiz, director del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro.
“Si bien los factores de riesgo son conocidos y reflejados en los medios y campañas de concientización, si las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte es importante seguir por ese camino”, agrega el especialista.
¿Cuáles son, entonces, los factores de riesgo asociados a las enfermedades de estas características?
Actualmente, el mundo está lejos de haber reducido la cantidad de elementos que se consideran perjudiciales para la salud y que pueden contribuir al desarrollo de patología cardiovascular. Por el contrario, han aumentado; esto significa que aquellos que ya se conocían se han difundido, en algunos países, entre la población, al tiempo que aparecieron nuevos factores que pueden aumentar las probabilidades de desarrollar patología cardiovascular.
Por eso, “es importante insistir con los factores de riesgo porque es la forma más barata de mejorar la cantidad y la calidad de vida, ante sistemas de salud que no dan abasto, en ningún lugar del mundo”, aclara el Dr. Mendiz. El tabaquismo, la mala alimentación y el sedentarismo son elementos clave que intervienen en el desarrollo de este tipo de patologías. Asimismo, la diabetes y la hipertensión arterial también son afecciones directamente relacionadas a las enfermedades cardiovasculares, que deben controlarse para evitar que causen daños graves en la salud.
“Es cierto que toda esta información es conocida y repetitiva, pero la realidad es que todavía hay muchas personas que no viven de acuerdo a las recomendaciones médicas en este sentido”, indica el especialista de la Fundación Favaloro. A su vez, agrega que de acuerdo a las últimas estadísticas, en el mundo hay aproximadamente 2 billones de personas que fuman, un número elevado que debe reducirse en forma inmediata.
Es importante mencionar, además, que uno de los factores de riesgo que no siempre se tienen en cuenta es el ser fumador pasivo. “Está demostrado que aumenta la incidencia de enfermedades cardiovasculares y de algunos tipo de cáncer, porque se exponen a las mismas sustancias que los fumadores”, explica el experto de la Fundación Favaloro.
A su vez, es fundamental que quienes conviven con fumadores puedan involucrarse con ellos y ayudarlos a que puedan dejar su adicción, tan fuerte y perjudicial como otras. Uno de los caminos más difundidos en los últimos años es el uso del cigarrillo electrónico, un dispositivo que contiene nicotina, por lo que permite controlar la adicción, pero que carece de la mayoría de las sustancias tóxicas que tienen los cigarrillos tradicionales.
“De acuerdo a las exposiciones que he escuchado y los artículos que he leído por parte de expertos en el tema, puedo decir que es una alternativa, ya que es 90% menos perjudicial que el tabaco de combustión”, aclara el Dr. Oscar Méndiz. El cigarrillo electrónico es un sistema que utiliza una pequeña batería para calentar una solución líquida y transformarla en vapor. Creado en China hace ya más de diez años, tiene como principal objetivo hacer que los fumadores dejen de fumar, a través del consumo de dosis permitidas de nicotina que se reducen de manera gradual.
Esto significa que la idea no es cambiar el uno por el otro, sino que el cigarrillo electrónico sea un medio para dejar de fumar, idealmente en un año.
El principal problema que enfrentan los fumadores es que inhalan en forma constante sustancias tóxicas y potencialmente mortales para el organismo. De acuerdo a los estudios realizados en los últimos años, se estima que hay alrededor de 80 sustancias dañinas en el cigarrillo tradicional, dentro de las cuales se encuentran los alquitranes y el monóxido de carbono, que son las que provocan las enfermedades relacionadas a la utilización del cigarrillo.
El cigarrillo electrónico, si bien tienen cantidades de nicotina regulables, no tiene monóxido ni alquitranes, por lo que es posible afirmar que es un cambio radical para quienes buscan dejar de fumar.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que no es un dispositivo para comenzar a fumar, es decir, se debe presentar como una alternativa para quienes ya tienen la adicción a la nicotina, pero no para quienes no fuman. El Dr. Mendiz, de Fundación Favaloro, hace especial hincapié en este detalle, e indica que “para aquellas personas que fuman y ya reciben el daño del cigarrillo puede ser un cambio importantísimo”.
Más allá de los factores de riesgo desde el punto de vista de la salud, también es fundamental considerar el impacto que tiene sobre el organismo la forma actual de vivir el día a día.
“La vida moderna no ayuda mucho; la actividad física se ve disminuida; las pantallas mejoran la vida pero nos mantienen sentados; no tenemos tiempo para cocinar y vivimos de comida chatarra”, afirma el Dr. Mendiz.
Por otro lado, actualmente es posible afirmar que la depresión y la soledad son también factores de riesgo cardiovascular. “La neurociencia ha avanzado mucho y ha podido aportar este tipo de información. Por eso, lejos de estar disminuyendo los factores están en crecimiento”, explica el Director del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular (ICYCC) de la Fundación Favaloro, que recientemente organizó el Favaloro Cardiovascular Symposium, un encuentro que reunió a los líderes de la cardiología mundial y a los máximos exponentes de la Argentina.
En conclusión, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo, pero resultan prevenibles con hábitos de vida saludables. La actividad física, y la buena alimentación son factores clave, al igual que no fumar, para evitar el daño de la salud. Asimismo, a futuro, la educación es un factor central para llegar a los más chicos y cuando se conviertan en adultos lleven un estilo de vida saludable que les permita alcanzar una alta calidad y cantidad de vida.