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El invierno y las enfermedades estacionales: ¿cuáles son y cómo prevenir este tipo de infecciones?

Hay patologías que aparecen con el frío y es importante conocer sus características para poder evitar contraerlas
10/07/2018 - 13:00hs
El invierno y las enfermedades estacionales: ¿cuáles son y cómo prevenir este tipo de infecciones?
Si bien el invierno comenzó estrictamente el día 21 de junio, los días de frío ya habían empezado unos días antes. Con temperaturas oscilantes, que varían de acuerdo al día, es imposible desconocer que la estación más fría del año ha llegado para quedarse y cumplir su ciclo.

Más allá de que las personas usen ropa de abrigo y eviten “tomar frío”, como se dice popularmente, es la época en la que comienzan a proliferar las infecciones respiratorias estacionales. Esto sucede porque cada vez más personas enferman como consecuencia de los virus o bacterias que se encuentran en el ambiente, a su alrededor, y así lo contagian a sus allegados.

Existen diversos tipos de infecciones que se suelen presentar durante el período más frío del año. Algunas son de mayor gravedad, por lo que requieren cuidados más profundos y meticulosos; mientras que otras revisten un menor impacto en la salud de la persona que la contrae. Sin embargo, todas tienen una característica común, a la que se debe atender y tratar de evitar: la potencialidad de su contagio.
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Catarro de vía aérea superior (resfrío)

Se trata de la patología estacional que se presenta con mayor frecuencia, tanto desde el comienzo del otoño como hasta la finalización de la época invernal.

“El microorganismo que desencadena este tipo de infección –en consonancia con sus síntomas- es un virus”, explica el Dr. Santiago Abad, del Servicio de Neumonología de Medicus. Es importante aclarar que existen distintos tipos de virus que pueden causar un trastorno de estas características, por eso es común que la persona tenga muchos episodios de resfríos durante el año, todos causados por virus diferentes.

Los síntomas que se manifiestan como consecuencia de la patología son dolor y picazón de garganta, congestión nasal, estornudos frecuentes y tos. Asimismo, el paciente puede presentar dolor de cabeza, cansancio generalizado, dolores musculares y, en algunos casos, fiebre leve a moderada.

Si bien existen formas de tratar este tipo de enfermedad, es fundamental que las personas sepan que los antibióticos no funcionan en este caso, dado que no combaten los virus, sino las bacterias.

No obstante, “es recomendable que el paciente se hidrate en forma abundante, haga reposo, se mantenga en un ambiente con una adecuada renovación de aire y, en caso de ser necesario e indicado por un profesional, tome analgésicos y antiinflamatorios para aliviar los síntomas”, señala el especialista.

El contagio es frecuente, pero se pueden tomar medidas para tratar de evitarlo. Lavarse las manos, tratar de no tener contacto con personas que estén resfriadas y cubrirse la boca al toser o estornudar son algunos de los puntos clave para evitar la propagación de la patología.

Faringitis

En este caso, se trata de otro tipo de enfermedad estacional, que se manifiesta en forma diferente. La faringitis se define como una inflamación en la garganta y, coincidentemente con el resfrío, también es causada por un virus, en la mayoría de los casos. Existe, por su parte, un menor número de personas en las que la enfermedad se desencadena a partir de la presencia de una bacteria, pero es más común en niños más chicos que en personas adultas.

La sintomatología de la faringitis incluye, esencialmente, dolor de garganta, que a su vez empeora al tragar –un trastorno que se conoce como odinofagia-. Del mismo modo, las personas pueden sentir dolor de cabeza, fiebre, dolor muscular, ganglios inflamados en el cuello y, por último, enrojecimiento e inflamación de las amígdalas.

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