Los 9 mejores lugares para ir a comer en el nuevo polo gastronómico del Barrio Chino
Ramen, panes, café de especialidad, cebiches y pizza son algunas de las propuestas del Pasaje Echeverría frente a Barrancas de Belgrano.
Cuando la obra de remodelación de la estación Belgrano C en Barrancas de Belgrano terminó, quedó una calle peatonal paralela a las vías que fue bautizada como Pasaje Echeverría (un tanto confuso si pensamos que Echeverría corta L.M. Campos pero en fin…
Sobre ese pasaje hasta hoy se instalaron distintas propuestas gastronómicas, desde bares hasta cervecerías, pequeños restaurantes y mostradores que venden todo tipo de comidas del mundo. La mayoría no tiene mesas propias así que hay que sentarse en el cantero o irse de picnic a la plaza. Con varios más por abrir en los próximos meses, va una lista de los mejores.
Las pizzas de Pony
Este local fue el primero en abrir, en medio de los bodegones chinos que sobrevivieron montaron una pequeña ventana desde donde despachan pizzas finitas de bordes aireados con variedad de sabores que van variando según la estación como la Fungi, que lleva gírgolas pardas, rosadas o azules según el momento del año. Muy buena materia prima, para enaltecer un producto sencillo pero delicioso y, por el tipo de fermentación elegido, livianas. Tienen opciones veganas con mozzarella vegetal y una muy recomendable fainazzeta que se hace con garbanzos ecológicos, pimientas, mozzarella gratinada y cebolla morada.
Sushi y cocina japonesa en Krill
Este seafood bar a cargo del chef Iwao Komiyama (¿se acuerdan de sus programas en El Gourmet?) está especializado en tapas japonesas que combinan con cocktails creados por el bartender Fede Cuco y es de los más nuevitos de la cuadra. Langostinos, pesca blanca como lisa o lenguado y salmón fresco, ahumado o cocido se lucen en tiraditos, ceviches, yakitoris, sushi rolls y poke bowls. Hay algunas preparaciones con carne como el yakitori de lomo o filet mignon con salsa criolla oriental y oniguiri de furikake;y también opciones sin tacc. Tiene lugar para sentarse.
Ramen en Orei
Cuando Roy Asato abrió esta "ventana japonesa" que ofrece uno de los mejores ramen de la ciudad, no se imaginaba que en pocas semanas iba a tener que multiplicar su producción. En pocas horas tenían que bajar la persiana porque agotaban el stock del día. La cosa no ha cambiado demasiado. Es uno de los locales más concurridos y ofrecen solo dos productos: onigiri -una pieza de arroz triangular, relleno y envuelta en alga nori-, y ramen -una suerte de guiso de fideos, carne (puede ser cerdo, panceta, pollo o res), verduras y huevo. El combo trae cerveza o bebida sin alcohol.
Street Food peruano en Son of Cebich
Al mejor estilo limeño, esta cevichería al paso ofrece uno de los platos más tradicionales de la cocina peruana. Hay ceviches, combos de 4 niguiris de salmón con salsa amazónica y otro con topping de salsa fungi e hilos de batata y bebidas. Los ceviches veganos tienen una base de hongos y leche de tigre que se combinan con cebolla morada, palta o ají amarillo según lo elegido.
Los sándwiches de Sando de América
Los sandos son una versión japonesa del sandwich, se hacen con pan de leche, son muy esponjosos y suelen tener varios rellenos como pollo frito o milanesa, por ejemplo. En Sando de América no hay sandwiches de jamón y queso, aquí combinan sabores asiáticos y locales que dan como resultado sandwiches muy sabrosos. Las estrellas de la carta son el de pollo crocante con doble cheddar, kimchi de fermento natural y alioli de jengibre, y el calamar rebozado en panko con lechuga crocante salsa tártara, mostaza y polvo de alga nori.
Tragos en la Chintonería
Liderado por el bartender Pablo Pignatta con la venia del capitán Tato Giovannoni, esta barra tiene una larga carta de cocktails de autor a base de gin Príncipe de los Apóstoles como el Bananarama, ideal para el verano, con gin, yogur de banana y coco, tónica y pepino; el Chan Day, que lleva a demás de gin, syrup de maracuyá, Aperol, salsa ácida de maracuyá y lima; o el Nefertiti del Altiplano, con gin, hojas de coca, maíz blanco, ají kitucho y tónica. Hay también tragos son alcohol y clásicos como Negroni, Chilcano o Manhattan.
Café en Zarpado y Morro
Café de especialidad y una rica pastelería para acompañar son las propuestas de estas dos cafeterías. Zarpado tiene una ventana donde también abunda la música y el arte, muy neo Tokio cruza con NY, pastelería de Piccolina y es de los pocos que abre los lunes. Por otra parte, Morro nos traslada a Brasil, la pastelería es de Coni Borras con unas medialunas que son un fuego. Perfecto para pasar después de comer y cerrar con un buen ristretto y algo dulce.
Panes en Pandanés
Con locales en otros barrios de la ciudad, esta panadería elabora panes artesanales de tradición danesa, pensado como un alimento integral y no como solo un acompañamiento. Son panes de masa madre, fermentación en frío, de buena digestión, baja acidez y esponjosos. Hay panes clásicos, de maíz, rústico, con semillas o multicereal y también medialunas.
Helados y tragos en BC Bar Helado
La propuesta no estaría completa sin una buena heladería y BC lo es. Además de los clásicos e infaltables sabores como chocolate, mascarpone con frutos rojos o dulce de leche, y de los helados frutales como limón, menta y jengibre o maracuyá, esta heladería tiene helados con alcohol. Puede ser de gin tonic, Campari, Aperol, Baileys con dulce de leche o whisky con crema, las opciones son varias y originales ¿Quién se anima?