El mayor temor al riesgo se paga con tasas más altas
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Empresas deben pagar ahora hasta 3,5 puntos más para financiarse
El dinamismo del mercado de emisiones de deuda privada había ingresado en el freezer tras la crisis bursátil. Antes de eso, las empresas se beneficiaban de un escenario de extraordinaria liquidez y apetito por el riesgo emergente pocas veces visto. Esto produjo que ciertas compañías se animaran a emitir en su moneda de origen, incluso en los mercados internacionales, algo impensado hasta ese momento.
Pero las fiestas tienen siempre un "toque de queda" (más tarde o temprano), y eso produjo un parate en las planificadas colocaciones. Quien dio el puntapié inicial en la vuelta al mercado fue Edenor, con una emisión de Obligaciones Negociables (ON) por u$s 220 millones a 10 años y pagando una tasa del 10,5% anual. La misma, aseguran fuentes allegadas a la operación, hubiera estado por debajo de los dos dígitos antes del cimbronazo financiero.
Esto, si bien marca que lo peor ya habría pasado –según los especialistas– la vuelta al mercado no será lo de antes. Incluso, dicen, saldrá hasta 3,5 puntos porcentuales más cara. Para Marta Castelli, directora de Standard & Poor’s en Argentina, lo visto en el primer semestre del año es difícil que se repita. "Ahora hay más conciencia del riesgo por parte de los inversores, esto hará que el costo de financiamiento sea más caro", en declaraciones a El Cronista de hoy.
Sucede que el mercado corporativo venía aprovechando la liquidez por un clásico manejo de pasivos: si la deuda en circulación era más onerosa y en peores condiciones de lo que en ése momento pedía el mercado, las compañías se financiaban (a costos más bajos) para rescatar viejos pasivos y así mejorar el perfil de endeudamiento. Ese mecanismo, con tasas que subieron –si bien no exponencialmente– podría no ser tan buen negocio de ahora en más. "Creo que muchas empresas van a ver si les conviene o no salir al mercado, y recién ahí tomar la decisión. De todas formas, veo al mercado con más cautela que antes, tanto por parte de los inversores como de las empresas", indicó Castelli al mismo medio.
El escenario para las colocaciones privadas es el siguiente: antes las empresas salían al mercado internacional y se sabía de antemano cuánto le iban a pedir los inversores (por emisiones que ellos mismos fomentaban); mientras que ahora "tenés que salir a buscar al mercado".
Conclusión: no va a haber una avalancha de empresas buscando financiamiento, a lo sumo que estén dispuestas a pagar más tasa. Esto se determinaría en base al rendimiento del bono que la empresa haya emitido. Cuentan que algunas emisiones salieron al 8-8,5% (caso Piedra del Aguila y TGS) y sus retornos se acomodaron hasta el 11,5%. Ergo, hoy le saldría hasta 3,5 puntos porcentuales más caro a una empresa financiarse. De todas formas, el panorama no es desalentador.
Empresas cuyos negocios otorguen un rendimiento elevado sí podrían financiarse a estas tasas más altas, como el caso de las relacionadas al consumo. "También aquellas que puedan cancelar deuda contraída en la crisis, que era más cara o tuviera un step up de tasas, porque conseguir fondos a 10 años sigue dando oxígeno financiero", relatan en el mercado. Para Antonio Cejuela, de Puente Hermanos, las compañías relacionadas a las tarifas harían punta, ya que deben invertir para que precisamente les otorguen los aumentos. Y como su flujo no es suficiente, deberán emitir deuda.